La bursitis es la inflamación de la bursa, una pequeña bolsa llena de líquido que sirve como amortiguador entre los huesos, tendones y músculos, evitando el contacto entre estas estructuras, pues podrían dañarse debido al roce constante.
Esta inflamación puede surgir en cualquier articulación del cuerpo, debido a traumas, artritis reumatoide o gota, siendo más común que ocurra en el hombro, codo, rodilla o cadera, causando síntomas como dolor, hinchazón, rigidez o dificultad para movilizar la articulación afectada.
El tratamiento de la bursitis es llevado a cabo por el traumatólogo para reducir la inflamación de la bursa, pudiendo ser indicado el uso de medicamentos analgésicos o antiinflamatorios, fisioterapia, inyección de corticosteroides en la articulación o incluso cirugía.
Síntomas de bursitis
Los principales síntomas de bursitis incluyen:
- Dolor en la articulación que empeora al moverla o cuando es presionada;
- Dificultad para realizar movimientos con la articulación;
- Rigidez en la articulación;
- Hinchazón o enrojecimiento en la articulación;
- Sensación de calor en la articulación, debido a la inflamación;
- Debilidad muscular.
Estos síntomas pueden surgir paulatinamente o después de un traumatismo o un golpe en la zona, afectando más comúnmente las articulaciones del hombro, codo, muñeca, cadera, rodilla o tobillo, por ejemplo.
Es importante consultar al ortopedista cuando surgen los síntomas de bursitis, para que sea diagnosticada y sea indicado el tratamiento más adecuado.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de la bursitis es llevado a cabo por el ortopedista mediante la evaluación de los síntomas y los antecedentes de salud, de traumas o golpes recientes, además del examen físico de la articulación y exámenes de imagen.
Los principales exámenes de imagen que el médico puede solicitar para confirmar el diagnóstico de bursitis son radiografía, ecografía o resonancia magnética de la articulación, que también ayudan a descartar otras condiciones con síntomas similares, como tendinitis.
Asimismo, el médico puede solicitar exámenes de sangre o un análisis del líquido de la bursa inflamada para identificar la causa de la inflamación y el dolor en la articulación.
¿Cuál es la diferencia entre bursitis y tendinitis?
La tendinitis y la bursitis son inflamaciones que ocurren en el tejido que envuelve los músculos, y la principal diferencia radica en que la tendinitis ocurre en el tendón, que es la parte final del músculo que se une al hueso, y la bursitis es una inflamación de la bursa.
Los síntomas de la tendinitis y la bursitis pueden ser muy semejantes, por lo cual es importante consultar al traumatólogo para realizar el diagnóstico correcto y que así sea posible indicar el tratamiento más adecuado. Conozca qué es la tendinitis y cómo es realizado el tratamiento.
Posibles causas
Las principales causas de la bursitis incluyen:
- Trauma en el tendón o en la bursa, como golpes, accidentes o caídas;
- Esfuerzo repetitivo con la articulación, como en el caso de atletas;
- Cargar peso excesivo, como en el caso de personas que trabajan en la construcción civil, carpintería, mecánicos, pintores o enfermeros, por ejemplo;
- Exceso de peso u obesidad;
- Deshidratación de la bursa;
- Mala postura;
- Enfermedades, como artritis reumatoide, gota o diabetes.
Asimismo, la bursitis puede ocurrir más fácilmente en adultos mayores debido a la endurecimiento natural de las articulaciones o la bursa.
Tipos de bursitis
Los tipos de bursitis varían según la región del cuerpo afectada, siendo los más comunes:
1. Bursitis de hombro
La bursitis de hombro ocurre debido a la inflamación de la bursa subacromial y, por lo general, está asociada a traumas o movimientos repetitivos del hombro, lo que causa dolor en toda la articulación, dificultad para levantar el brazo o sensación de hormigueo en la zona. Conozca otros síntomas de la bursitis en el hombro.
2. Bursitis de cadera
La bursitis de cadera afecta la bursa trocantérea de esta articulación, pudiendo surgir debido a microtraumas repetitivos por ejercicios o infecciones, por ejemplo, lo que causa dolor en la región lateral de la cadera, el cual empeora al subir o bajar escaleras, levantarse o acostarse de lado. Vea otras causas de la bursitis de cadera.
3. Bursitis de rodilla
La bursitis de rodilla puede ocurrir en una de las bursas presentes próximas a las articulaciones de la rodilla, lo que causa dolor al movilizar o presionar la rodilla o dificultad para mover la pierna, por ejemplo.
4. Bursitis de codo
La bursitis de codo afecta la parte posterior de esta articulación, causando dolor cuando el codo es colocado frecuentemente sobre superficies duras, como mesas, por ejemplo, siendo más común en estudiantes, personas con artritis reumatoide o gota. Vea otras causas de dolor en el codo.
Cómo es realizado el tratamiento
El tratamiento de la bursitis debe ser llevado a cabo bajo orientación del traumatólogo, el cual puede indicar reposo, uso de medicamentos analgésicos y antiinflamatorios, inyección de corticosteroides en la articulación afectada o incluso cirugía.
Asimismo, la fisioterapia también está indicada para ayudar a reducir la inflamación, mejorar la movilidad de la región afectada y aliviar el dolor.
Tratamiento casero para la bursitis
Un buen tratamiento casero para la bursitis es colocar una bolsa de hielo sobre la región afectada, dejándola actuar durante alrededor de 20 minutos, de 1 a 2 veces al día. El hielo va a reducir la inflamación, siendo una excelente forma de complementar el tratamiento indicado por el médico.
Para preparar la bolsa de hielo en casa, basta colocar 1 vaso de agua mezclado con 1 vaso de alcohol en una bolsa plástica, cerrarlo bien y luego dejarlo en el congelador hasta solidificar. Otra opción es colocar una bolsa de vegetales congelados en la región afectada.
Es importante nunca colocar la bolsa de hielo directo sobre la piel, pues siempre se debe cubrir con un paño limpio y seco para no provocar quemaduras en la piel.
Cómo prevenir la bursitis
Algunas formas de prevenir el surgimiento de bursitis incluyen:
- Hacer calentamiento antes de hacer ejercicio y estiramiento luego;
- Hacer ejercicio de fortalecimiento de la musculatura;
- Mantener una buena postura en el día a día;
- Flexionar las rodillas al levantarse;
- Hacer pausas frecuentes, cuando el trabajo exige esfuerzos repetitivos;
- Evitar sobrecargar los hombros y la cadera al cargar peso.
Asimismo, se debe mantener un peso saludable, perdiendo peso si hay sobrepeso u obesidad, para así reducir la sobrecarga en las articulaciones y el riesgo de desarrollar bursitis. Vea cómo debe ser una dieta saludable para perder peso.