El sistema inmunológico puede ser dañado por el estrés, la mala alimentación, la mala calidad del sueño o el consumo de alcohol o cigarro, por ejemplo. Esto incrementa el riesgo de contraer alguna enfermedad por virus, hongos o bacterias.
No obstante, todas estas causas que pueden evitarse o ser eliminadas por completo, haciendo con que la inmunidad vuelva a fortalecerse. Para esto, es necesario realizar algunos cambios en el estilo de vida, que incluyen practicar actividad física regularmente, dormir mejor, mantener una alimentación equilibrada y saludable y reducir el estrés del día a día.
No obstante, si observa que se está enfermando de forma recurrente, es importante acudir a un médico general, de manera que realice una evaluación e indique exámenes de diagnóstico que permitan verificar si hay algún problema asociado y para que indique el tratamiento adecuado.
Las razones más comunes que pueden debilitar el sistema inmune y qué hacer en cada una de ellas:
1. Exceso de estrés
El exceso de estrés están relacionados con el debilitamiento del sistema inmunitario. Esto ocurre porque, en situaciones de estrés, es activado el eje hipotálamo-hipófisis en el cerebro, lo que estimula a la producción de glucocorticoides, que son hormonas capaces de inhibir la producción de factores importantes para el buen funcionamiento del sistema inmunitario, como las citoquinas, factores de regulación y glóbulos blancos.
Por esta razón, en personas que sufren de estrés y depresión, se observa muchas veces una disminución de la respuesta inmune celular y una mayor susceptibilidad a las alergias y enfermedades autoinmunes.
Qué hacer: se deben adoptar medidas que reduzcan el estrés, como la práctica de actividades físicas regularmente y de actividades relajantes, como el yoga o mindfulness, también llamado atención plena o conciencia plena, por ejemplo.
Asimismo, se debe dormir bien, por lo menos unas 7 horas y, en los casos más graves donde existan síntomas de depresión, podría ser necesario realizar terapia con un psicólogo. Conozca otras medidas para controlar el estrés.
2. Mala alimentación
Una mala alimentación también puede ocasionar el debilitamiento del sistema inmunitario, debido a que puede haber alteración de la acidez del estómago, favoreciendo el surgimiento de infecciones y reduciendo la absorción de muchas vitaminas y minerales de los alimentos, las cuales desempeñan funciones muy importantes en el fortalecimiento del sistema inmunitario.
Por ejemplo, los antioxidantes como la vitamina C y E, el selenio, cobre y zinc, son muy importantes para neutralizar el daño potencial causado por los radicales libres en las células, además de participar en la formación de las células T, linfocitos y otros componentes importantes de sistema inmune. En el caso de la vitamina A y D, cuando se encuentran en cantidades por debajo de lo normal, están relacionadas con un aumento del número de infecciones y de fallas a nivel del sistema inmune.
Con respecto a las vitaminas del complejo B, los valores bajos pueden causar la reducción de la respuesta antigénica y la reducción en la formación de anticuerpos y linfocitos, que son esenciales para el buen funcionamiento del sistema inmunitario.
Qué hacer: con la finalidad de evitar la insuficiencia de nutrientes importantes para el sistema inmune, se debe adoptar una dieta equilibrada, rica en vegetales y frutas, frutos secos, semillas, pescado, carne y huevos. Conozca cuáles son los alimentos y suplementos que refuerzan el sistema inmunitario.
Vea en el video a continuación cómo preparar algunos jugos para aumentar las defensas:
3 Recetas para Aumentar la Inmunidad
04:15 | 33.649 visualizações3. Mala calidad del sueño
El insomnio y la mala calidad del sueño también pueden debilitar el sistema inmunitario y tornar más susceptible a infecciones al organismo. Esto ocurre porque las noches en las que se duerme mal pueden causar perturbaciones en el equilibrio entre el cortisol y la melatonina, haciendo con que el organismo entre en un proceso de estrés crónico, perjudicando el buen funcionamiento del sistema inmunitario.
Asimismo, trastornos del sueño, como el insomnio y la apnea de sueño, ocasionan un aumento de la actividad del sistema nervioso, comprometiendo aún más la inmunidad.
Qué hacer: es muy importante intentar crear una rutina de sueño saludable. Para hacer esto, debe respetar la hora en que se acuesta todos los días, crear un ambiente relajante en su habitación y evitar actividades estimulantes, como mirar televisión o jugar en su teléfono celular. Además, también hay tés de hierbas y suplementos naturales que pueden ayudarlo a relajarse y dormir mejor, como la valeriana o la pasiflora. En casos de insomnio que duran varios días o apnea del sueño, se debe consultar a un especialista en trastornos del sueño.
4. Obesidad
La obesidad y el sobrepeso son otros factores muy importantes para el funcionamiento del sistema inmunitario, ya que el exceso de células grasas afecta la integridad de los tejidos linfoides y la distribución de los glóbulos blancos, dejando al cuerpo en un estado de inflamación generalizada y crónica, aumentando las posibilidades de desarrollar infecciones e incluso enfermedades crónicas o metabólicas, como diabetes y dislipidemia.
Qué hacer: para controlar la obesidad, es importante consultar un nutricionista, el cual deberá elaborar un plan de dieta adaptado a las necesidades de la persona. Asimismo, la práctica regular de ejercicios físicos también contribuye a la pérdida de peso, así como a mejorar la inmunidad. Vea más sobre cómo prevenir la obesidad.
5. Uso de medicamentos
El uso de algunos medicamentos, especialmente inmunosupresores y corticosteroides, puede contribuir en gran medida a la disminución del sistema inmunitario, ya que actúan directamente sobre la inmunidad, disminuyendo la respuesta del organismo.
Además, otros medicamentos, como antibióticos, antiinflamatorios y descongestionantes nasales, aunque no tienen un impacto inmediato en el sistema inmunitario, cuando se usan durante mucho tiempo o muy a menudo también pueden terminar reduciendo las defensas naturales del cuerpo.
Qué hacer: es muy importante evitar la automedicación, debiendo utilizar los medicamentos bajo la supervisión de un médico. Además de esto, se recomienda informar al médico sobre cualquier síntoma que pueda surgir durante el tratamiento con cualquier medicamento, de modo que, en casos justificables, se pueda suspender o cambiar este medicamento, reduciendo el impacto en la inmunidad.
6. Consumo de alcohol, drogas y cigarrillo
El consumo de alcohol en exceso es perjudicial para la salud, puesto que puede causar daños en el hígado, hipertensión y problemas cardíacos, así como aumentar la susceptibilidad a enfermedades infecciosas, como neumonía, por ejemplo. Los efectos del alcohol en el sistema inmunitario involucran varios tipos de células inmunes y las interacciones entre estas células.
El uso del cigarro, así como la exposición al humo, aumentan el riesgo de desarrollo de enfermedades respiratorias, como asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), tornando al organismo más susceptible a infecciones. Asimismo, el uso del cigarro puede causar daños celulares e inflamación, alterando la microbiota nasal, que es el responsable por prevenir la entrada de virus y bacterias en el organismo.
Qué hacer: se debe evitar o reducir el consumo de bebidas alcohólicas y de cigarrillo.
7. Mala higiene
La mala higiene, principalmente la de las manos, puede facilitar la entrada de virus, hongos y bacterias, cuando entran en contacto con las mucosas de los ojos, nariz y boca, facilitando la entrada de microorganismos que pueden causar infecciones.
Qué hacer: con la finalidad de evitar la contaminación y transmisión de enfermedades, es importante mantener una buena higiene, dando especial atención al lavado de las manos.
8. Falta de actividad física
La falta de actividad física también puede debilitar el sistema inmunológico, pues la realización de actividad física de forma regular estimula la inmunidad celular.
No obstante, la realización de ejercicio de alta intensidad, de forma prolongada y sin el descanso adecuado puede provocar también la disminución del sistema inmunológico, aumentando la propensión a enfermedades infecciosas.
Qué hacer: se debe incluir el hábito de realizar actividad física de intensidad media y de forma regular. Sin embargo, en los casos de realizar actividad física intensa, es importante acudir con un entrenador profesional que indique una rutina adecuada, así como realizar una buena alimentación y dormir al menos 8 horas diarias para que el cuerpo se recupere de forma adecuada.
Observe el video a continuación y conozca cómo debe lavarse las manos correctamente: