Quiste en el cerebro: qué es, síntomas y tratamiento

El quiste en el cerebro es una acumulación anormal de líquido dentro o alrededor del cerebro, que en su interior puede contener líquido, sangre, aire, pus o tejidos. Por lo general, este tipo de quiste suele ser congénito, es decir que la persona ya nace con él, pero también puede desarrollarse a lo largo de la vida.

Estos quistes suelen ser asintomáticos y se desarrollan silenciosamente, identificándose en algún examen de imagen de rutina, como una tomografía computarizada, por otros motivos. Sin embargo, también existen casos en los que el quiste termina por presionar regiones del cerebro, haciendo que surjan síntomas como alteraciones en la vista, dolor de cabeza o mareos. 

Después de la identificación del quiste, el neurólogo realiza el acompañamiento con exámenes de imagen, como una tomografía o resonancia magnética, de forma periódica para verificar si el quiste aumenta de tamaño. Cuando el quiste tiene un gran volumen o produce síntomas, el médico puede indicar su extirpación a través de una cirugía.

Resonancia magnética que muestra un quiste en el cerebro

Principales síntomas

Los síntomas de un quiste en el cerebro son:

  • Dolor de cabeza;
  • Crisis convulsivas;
  • Mareos;
  • Náuseas o vómitos;
  • Alteraciones del sueño;
  • Pérdida de la fuerza;
  • Desequilibrio;
  • Cambios en la visión;
  • Confusión mental.

Generalmente, el quiste en el cerebro es asintomático, pero dependiendo de su localización y de su tamaño puede comprimir algunas estructuras del cerebro y causarlos. Además, también hay mayor riesgo de padecer hidrocefalia, que es la acumulación de líquido en el cerebro, ya que el quiste puede obstruir el drenaje del líquido que circula en la región. Conozca qué es la hidrocefalia.

Qué puede causar un quiste

La principal causa de quiste cerebral es congénita, es decir, se forma durante el desarrollo del niño en el útero de la madre.

Sin embargo, existen otras causas que pueden contribuir a la formación del quiste, como lo es un golpe en la cabeza, después de sufrir un ACV o de una enfermedad degenerativa, como el Alzheimer, e incluso por infecciones del cerebro.

En otros casos, puede haber vínculos entre un quiste cerebral y un tumor no canceroso o un tumor canceroso.

Tipos de quiste cerebral

Existen algunos tipos de quiste, que se forman en diferentes localizaciones del cerebro:

  • Quiste aracnoideo: es un quiste congénito, es decir, que está presente en el recién nacido, y está formado por la acumulación de líquido entre las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal;
  • Quiste epidermoide y dermoide: son tipos semejantes de quiste, también formados por alteraciones durante el desarrollo del feto en el útero de la madre, y están formados por células de los tejidos que forman el cerebro;
  • Quiste coloide: este tipo de quiste se localiza dentro de los ventrículos cerebrales, que son lugares donde se produce el líquido que envuelve el cerebro. Un síntoma común de este tipo de quiste es el surgimiento de dolor de cabeza en determinadas posiciones;
  • Quiste pineal: es el quiste que se forma en la glándula pineal, una glándula importante que controla la función de diversas hormonas del cuerpo, como las producidos en los ovarios y tiroides.
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Generalmente, los quistes son benignos, pero en algunos casos pueden ocultar un cáncer. Para evaluar esta posibilidad, se realizan exámenes de resonancia para el seguimiento y los análisis de sangre para evaluar la inflamación en el cuerpo.

Cómo se realiza el diagnostico

El diagnóstico de un quiste cerebral se realiza mediante estudios de imagen, como la resonancia magnética, la tomografía computarizada o la ecografía cerebral. En muchos casos, el quiste es detectado de manera incidental durante un examen de rutina indicado por otros motivos.

Además de estas pruebas de imagen, el médico puede llevar a cabo una evaluación neurológica completa para identificar posibles síntomas, como dolores de cabeza, mareos, problemas de coordinación o alteraciones en la visión.

Tratamiento del quiste en el cerebro

El tratamiento para el quiste cerebral dependerá de su tamaño, ubicación, tipo de quiste y de si está o no provocando síntomas.

Cuando el quiste es pequeño, no crece y no provoca síntomas o molestias, el neurólogo realiza un seguimiento mediante exámenes anuales para monitorear su evolución.

En caso de que aparezcan síntomas, se puede intentar controlarlos con medicamentos analgésicos, anticonvulsivos o para el mareo y las náuseas, siempre bajo prescripción médica.

Sin embargo, si los síntomas persisten o son intensos, el neurólogo podría recomendar un tratamiento quirúrgico. Este puede consistir en la extirpación del quiste, su drenaje, o la colocación de una derivación, que es un tubo que desvía el líquido del quiste hacia otra parte del cuerpo.