La resequedad vaginal puede surgir debido a alteraciones hormonales comunes durante la vida de la mujer, como lactancia o menopausia, pero también puede surgir por alergia a productos de higiene para la zona íntima o condiciones de salud, como amenorrea o síndrome de Sjögren, por ejemplo.
Dependiendo de la causa, la resequedad vaginal puede acompañarse de otros síntomas, como sensación de ardor, malestar o dolor durante el contacto íntimo o hasta infecciones urinarias recurrentes o candidiasis de repetición.
Ante la presencia de resequedad vaginal es importante consultar siempre al ginecólogo para diagnosticar la causa y evaluar la presencia de otros síntomas y, de esta forma, orientar el tratamiento más adecuado.
Principales causas
Las principales causas de sequedad vaginal son:
1. Menopausia
La resequedad vaginal es un síntoma que puede surgir en algunas mujeres en la menopausia, debido a la disminución de la producción de estrógeno por los ovarios, lo que resulta en una alteración en el revestimiento del canal vaginal y disminución de la producción de moco, que mantiene la vagina húmeda.
Además de la resequedad vaginal, otros síntomas que pueden surgir son dolor o malestar durante el contacto íntimo, comezón dentro y alrededor de la vagina o ganas frecuentes de orinar.
Qué hacer: se debe consultar al ginecólogo, que puede indicar terapia de reposición hormonal con comprimidos, o el uso de estrógeno vaginal en forma de crema o gel, por ejemplo. Estos tratamientos deben hacerse solo con indicacion del ginecólogo, ya que están contraindicados en mujeres con riesgo aumentado de cáncer de mama, útero u ovarios; o trombosis, por ejemplo. Vea cómo se realiza la terapia de reposición hormonal.
2. Lactancia
La lactancia también puede causar resequedad vaginal en algunas mujeres, debido a las alteraciones hormonales normales durante esta fase de vida de la mujer, como aumento de la hormona prolactina que estimula la leche materna y disminución del estrógeno y de la progesterona.
Qué hacer: la resequedad vaginal durante la lactancia es pasajera, siendo que normalmente la lubricación normal de la zona íntima mejora algunos meses después del parto, cuando la mujer vuelve a ovular sin que sea necesario tratamiento específico.
3. Alergias
Los productos utilizados en el baño y en la zona íntima pueden contener sustancias químicas que, aunque normalmente no son irritantes, pueden provocar alergia a algunas personas, causando sequedad y enrojecimiento en el lugar.
Además, el uso de ropa interior con diferentes telas de algodón también pueden causar este tipo de irritación, provocando sequedad vaginal.
Qué hacer: en el caso de que se haya iniciado el uso de un nuevo producto durante el baño se aconseja interrumpir su uso y observar si los síntomas mejoran. También se aconseja utilizar ropa interior de algodón durante el día, ya que presentan menos riesgo de irritación. En caso de que no haya mejoría, se debe consultar al ginecólogo.
4. Exceso de ansiedad
La ansiedad es un sentimiento natural y muy frecuente durante varias fases de la vida de cualquier persona, sin embargo, cuando esta ansiedad se desarrolla en exceso puede provocar alteraciones en el funcionamiento normal del cuerpo.
Estas alteraciones a menudo provocan una disminución de la libido y del deseo sexual de la mujer, lo que puede llevar a una disminución de la producción de lubricante vaginal, causando la resequedad de las mucosas.
Qué hacer: en estos casos se recomienda utilizar estrategias que ayuden a lidiar con la ansiedad o consultar a un psicólogo para iniciar el tratamiento adecuado, en caso de ser necesario.
5. Falta de estimulación
En estos casos la resequedad vaginal surge principalmente durante el contacto íntimo y provoca incomodidad intensa y hasta dolor. Esto sucede porque la estimulación sexual aumenta la libido de la mujer, mejorando la lubricación vaginal.
Por ello, cuando esto no sucede de forma adecuada algunas mujeres pueden tener más dificultad en producir el lubricante natural, causando sequedad y malestar durante el contacto íntimo.
Qué hacer: una buena estrategia en estos casos consiste en aumentar el tiempo de preliminares antes del contacto íntimo y explorar los deseos de la pareja para aumentar la libido y facilitar la lubricación vaginal.
6. Amenorrea
La resequedad vaginal también puede ser causada por amenorrea hipotalámica, que es una condición en que la mujer no menstrúa debido a una alteración en la producción de la hormonal liberadora de gonadotropina (GnRH), que estimula el estrógeno y progesterona en los ovarios, regulando el ciclo menstrual.
Este tipo de amenorrea puede ser causado por estrés, exceso de actividad física o bajo peso corporal, por ejemplo.
Qué hacer: el tratamiento de la amenorrea hipotalámica debe ser orientada por el ginecólogo, que puede indicar la realización de actividades físicas menos intensas y por menos veces durante la semana, acompañamiento con un nutricionista y/o psicoterapia. Además, el médico puede indicar tratamiento hormonal para regular los niveles hormonales.
7. Uso de medicamentos
Algunos medicamentos utilizados para tratar los resfriados o las alergias que contienen antihistamínicos, así como los medicamentos utilizados para el tratamiento de los síntomas del asma, pueden causar sequedad de las mucosas en todo el cuerpo incluida la región genital.
Qué hacer: se aconseja consultar al médico que recetó este tipo de medicamentos para evaluar la posibilidad de cambiar por otro tipo de medicamento.
8. Síndrome de Sjögren
El síndrome de Sjögren es una enfermedad autoinmune, caracterizada por inflamación de algunas glándulas del cuerpo, pudiendo resultar en resequedad vaginal, además de piel y boca secas, por ejemplo.
Este síndrome puede ser causado por alteraciones de la inmunidad u otras enfermedades autoinmunes, como artritis reumatoide, lupus, esclerodermia, vasculitis o hepatitis crónica.
Qué hacer: el tratamiento debe ser orientado por el reumatólogo, que puede indicar el uso del gel de ácido hialurónico para tratar la resequedad vaginal u otros medicamentos para aliviar los síntomas del síndrome. Vea cómo se realiza el tratamiento del síndrome de Sjögren.
9. Cirugía de remoción de ovarios
La cirugía de remoción de ovarios, conocida como ooforectomía, puede causar el surgimiento de resequedad vaginal, ya que con la ausencia de uno o de ambos ovarios la producción de estrógeno disminuye, causando síntomas semejantes a los de la menopausia.
Esta cirugía puede ser indicada por el médico en los casos de abscesos en el ovario, quistes o alteraciones que indiquen cáncer, pudiendo ser removido uno o ambos ovarios. Conozca cómo es realizada la ooforectomía.
Qué hacer: se debe consultar y llevar un acompañamiento regular con el ginecólogo, el cual puede indicar terapia de reposición hormonal en caso de que la mujer no tenga contraindicaciones para esto.
10. Tratamiento del cáncer
El tratamiento del cáncer, como radioterapia en la zona de la pelvis, quimioterapia u hormonoterapia para el cáncer de mama o de útero, por ejemplo, puede causar resequedad vaginal y otros síntomas como náuseas, vómitos, diarrea, ondas de calor, sangrado o flujo vaginal.
Qué hacer: se debe llevar un acompañamiento con el oncólogo, el cual puede indicar el uso de lubricantes vaginales a base de agua, o estrógeno vaginal en algunos casos.