La rodilla se hincha cuando se produce cuando aumenta la cantidad de líquido sinovial, que es un líquido que sirve para mantener la lubricación de esta articulación. Esta inflamación puede ser provocada por accidentes, como golpes y caídas o al practicar algunos deportes, como fútbol, baloncesto o carreras, pudiendo lesionar alguno de los ligamentos o el menisco, por ejemplo.
Además de eso, la inflamación de la rodilla puede ser causada por algunas enfermedades como la artrosis, artritis o una infección, inclusive por la formación de un pequeño bulto detrás de la rodilla, llamado quiste de Baker.
Es importante informar al médico o fisioterapeuta de cómo comenzó el dolor en la rodilla, si hubo una caída, en qué posición estaba la rodilla o si existe alguna otra enfermedad asociada. De esta manera, dependiendo la causa de la inflamación de rodilla, el médico podrá indicar el tratamiento más adecuado, que puede ser realizar reposo, colocar compresas frías o colocar pomadas antiinflamatorias para aliviar el dolor y reducir la inflamación.
Algunas situaciones pueden causar inflamación en la rodilla son:
1. Traumatismo directo
Después de una caída o trauma directo o indirecto en la rodilla, esta puede quedar inflamada o adolorida, lo que normalmente indica una contusión, esguince o sinovitis traumática aguda, que puede presentarse cuando hay una inflamación en la membrana sinovial, que recubre la parte interior de las articulaciones. Esta situación sucede cuando la persona ha caído de rodillas y estas quedan hinchadas durante la noche, lo más probable es que sea una sinovitis traumática aguda, que puede contener la acumulación de sangre dentro de la articulación de la rodilla, que deja a esta articulación adolorida y morada.
Qué hacer: colocar una compresa helada puede aliviar el dolor, pero también se recomienda reposo con la pierna elevada y se puede aplicar una pomada para traumatismo, como diclofenaco, por ejemplo.
Conozca más sobre la sinovitis en la rodilla.
2. Artrosis
La artrosis puede dejar la rodilla aparentemente hinchada, debido a las deformidades que la enfermedad produce, que deja la rodilla más grande, más ancha y menos redonda de lo normal. Esta alteración es muy común en ancianos, pero puede afectar a personas más jóvenes, como aquellas cerca de los 40 años de edad.
Qué hacer: se recomienda hacer fisioterapia, con aparatos electrónicos para el alivio del dolor, técnicas de manipulación articular, ejercicios de estiramiento y fortalecimiento. Otras medidas que pueden ayudar son modificaciones en la vida diaria como, perder peso, evitar hacer esfuerzos, preferir usar tenis o calzado muy cómodo que caminar de sandalias o descalzo, por ejemplo.
3. Artritis
La artritis en la rodilla puede ser causada por una caída, exceso de peso, desgaste natural de la articulación o debido a una alteración en el sistema inmune, como es el caso de la artritis reumatoide, que deja a la rodilla hinchada y adolorida. Pero existe una posibilidad de una artritis reactiva, que causa inflamación y dolor en la rodilla debido a otras enfermedades como gonorrea en los genitales, infección intestinal por salmonella o parásitos.
Qué hacer: se recomienda decir al médico si presenta otros síntomas o está con alguna otra enfermedad o en tratamiento. En caso de artritis se recomienda el uso de medicamentos antiinflamatorios recetados por el médico y fisioterapia. Además, también son reconocidos cambios en el estilo de vida, donde se prevé evitar esfuerzos físicos. La dieta también debe ser rica en antiinflamatorios y pobre en alimentos industrializados, como salchichas y tocino.
4. Infección en la rodilla
Cuando la rodilla permanece roja e hinchada puede estar sucediendo un proceso inflamatorio o infeccioso en esta articulación:
Qué hacer: en este caso, se aconseja siempre acudir al médico, especialmente si la rodilla estuviera muy caliente, permaneciera inflamada por más de 7 días, el dolor impide el movimiento de la pierna o surgen otros síntomas como fiebre por arriba de 38º.
5. Quiste de Baker
El quiste de Baker es un pequeño bulto que se forma detrás de la rodilla, pudiéndola dejar ligeramente hinchada, siendo común el dolor y la rigidez en la zona, que empeoran con el movimiento de extensión de la rodilla y durante la actividad física.
Cómo tratar: la fisioterapeuta se recomienda para combatir el dolor y el malestar, pero no elimina el quiste, aunque pueda facilitar la vivencia como él.
Conozca más sobre el tratamiento del quiste de Baker.
6. Lesión en los ligamentos
Una ruptura del ligamento cruzado anterior sucede de forma repentina, durante un juego de fútbol, por ejemplo. Es posible escuchar una crepitación fuerte en el momento de la ruptura, lo que ayuda al diagnóstico. La sensación de que la rodilla está hinchada o hay crepitación también es común.
Qué hacer: se debe acudir al ortopedista porque son necesarios exámenes para aliviar el nivel de ruptura del ligamento, y evaluar la posibilidad de fisioterapia y/o cirugía.
Conozca cómo tratar una lesión en los ligamentos de la rodilla.
7. Lesión en el menisco
La rodilla no siempre se inflama en caso de lesión en el menisco, pero una pequeña hinchazón en el lateral de la rodilla puede sugerir esa lesión. Otros síntomas comunes son el dolor en la rodilla al caminar, subir y bajar escaleras.
Qué hacer: una consulta con el ortopedista está indicada porque pueden ser necesarios exámenes como resonancia para comprobar la lesión. Para tratarla está indicado hacerle una fisioterapia, y en algunos casos, la cirugía puede ser una opción para eliminar definitivamente el dolor.
8. Luxación de la rótula
Una caída o accidente brusco puede dislocar la rótula provocando una luxación o fractura rotular. En este caso, además de dolor y de la hinchazón, se puede observar que la rótula se encuentra dislocada para un lado.
Qué hacer: se debe acudir al servicio de urgencias para realizar exámenes como rayos X para verificar la gravedad de la situación, el ortopedista podrá reposicionar la rótula con las manos, o por medio de una cirugía. Colocar una compresa congelada en la rodilla puede aliviar el dolor mientras se espera por la consulta. Si el dolor permanece después de cerca de 3 semanas, también se recomienda hacer fisioterapia.
9. Bursitis
La bursitis de rodilla es la inflamación de un saco o bolsita pequeña que se encuentra cerca de la articulación de la rodilla. Esta bolsita tiene un líquido adentro que ayuda a reducir la fricción y amortigua los puntos de presión entre los huesos y tendones, músculos y la piel.
La bursitis de rodilla ocasiona dolor y puede restringir tu movilidad. Las causas generalmente son una sobrecarga fuerte, un golpe importante sobre la rodilla o ser parte de una complicación relacionada con otras enfermedades como artrosis, artritis o gota, por ejemplo.
Qué hacer: el tratamiento debe ser orientado por el médico y depende de la causa de la bursitis. Cuando los síntomas de dolor empiezan a aparecer, generalmente se los puede aliviar descansando la rodilla, aplicando hielo varias veces al día o elevando la rodilla. Además de eso, el médico puede indicar para tomar medicamentos antiinflamatorios, como Diclofenaco y Ketoprofeno o relajantes musculares como la Ciclobenzaprina, por ejemplo. Cuando la causa de la bursitis está asociada a una infección, el médico puede recetar antibióticos. Conozca más sobre el tratamiento para la bursitis.
Dolor e hinchazón en la rodilla en el embarazo
La rodilla hinchada en el embarazo es normal y ocurre debido a la hinchazón natural de las piernas, debido al efecto de las hormonas progesterona y estrógeno, que causan dilatación de las venas. El aumento de la barriga y del peso de la embarazada también pueden provocar hinchazón en las piernas debido a la acumulación de líquido y a la inflamación de los tejidos de la rodilla.
Qué hacer: reposar con las piernas elevadas, usar calzado bajo y cómodo, como un tenis suave se recomienda. Además, puede ser útil la aplicación de chorros de agua fría en las rodillas con las piernas elevadas, en el borde de una piscina, por ejemplo. No se recomienda tomar medicamentos, ni aplicar pomadas sin la prescripción de un obstetra.
Cómo se realiza el tratamiento
Cuando la rodilla está hinchada se aconseja descansar la pierna afectada y aplicar una compresa fría en las primeras 48 horas para reducir la hinchazón. Sin embargo, si el dolor y la hinchazón se mantienen por más de 2 días, se recomienda consultar a un ortopedista para diagnosticar el problema e iniciar el tratamiento adecuado.
En caso de rodilla hinchada, lo que se puede hacer para tratar el problema en casa incluye:
- Mantener el reposo, apoyando la pierna en una superficie más alta;
- Aplicar una compresa fría en las primeras 48 horas para reducir la hinchazón;
- Aplicar una compresa tibia a partir de las 48 horas para aliviar el dolor muscular;
- Tomar medicamentos antiinflamatorios y analgésicos, como Paracetamol o Ibuprofeno, de 8 en 8 horas y bajo la orientación de un médico.
Sin embargo, si el dolor y la hinchazón se mantienen por más de 7 días, se aconseja consultar a un ortopedista, ya que puede ser necesario hacer tratamiento con fisioterapia, retirar el exceso de líquido de la rodilla con aguja o, en los casos más graves, hacer cirugía de la rodilla.
Conozca cómo tratar una lesión de rodilla.