Rotavirus: qué es, síntomas y tratamiento

La infección por rotavirus se caracteriza por causar diarrea y vómitos, principalmente en bebés y niños pequeños entre los 6 meses y 2 años de edad. os síntomas suelen surgir de forma repentina y duran cerca de 8 a 10 días.

Como hay diarrea y vómitos, es importante que se adopten medidas para evitar la deshidratación en el niño, especialmente aumentando el consumo de líquidos. Además no se recomienda darle al niño alimentos o remedios que estriñan antes de los primeros 5 días de la diarrea, ya que es necesario que el virus sea eliminado a través de las heces, caso contrario podría agravarse la infección.

La diarrea causada por el rotavirus es muy ácida pudiendo dejar la región íntima del bebé muy enrojecida y con mayor facilidad de rosaduras. De esta manera, en cada episodio de diarrea lo más adecuado es quitar el pañal para eliminar el exceso de heces y luego lavar las partes íntima del bebé con agua y jabón hidratante para luego colocar un nuevo pañal.

Imagem ilustrativa número 1

Síntomas principales

Los síntomas de infección por rotavirus suelen manifestarse de forma repentina y se agravan mientras más pequeño es el niño, debido a la inmadurez del sistema inmunológico. Los síntomas más característicos incluyen:

  • Vómitos;
  • Diarrea intensa, con olor a huevo podrido, y en algunos casos puede presentarse con sangre. Vea otras causas de diarrea con sangre;
  • Fiebre alta, entre 39 y 40ºC.

En algunos casos puede haber solo vómitos o solo diarrea, no obstante, el tratamiento debe ser iniciado lo más pronto posible porque tanto uno como el otro favorecer la deshidratación del niño en pocas horas, originando el surgimiento de la aparición de otros síntomas como boca seca, labios resecos y ojos hundidos.

Vea cuáles son los signos de deshidratación.

Cómo se confirma el diagnóstico

El diagnóstico de esta infección es realizada por medio de técnicas moleculares y serológicas, siendo generalmente solicitada una muestra de heces del niño para realizar las pruebas de diagnóstico.

Cómo se transmite este virus

La transmisión del rotavirus ocurre de manera muy fácil, por lo que el niño infectado puede transmitirle el virus a otros niños, incluso antes de presentar síntomas y hasta 2 meses después de la infección haber sido controlada, siendo la principal vía de contagio el contacto con las heces del niño. El virus puede sobrevivir varios días fuera del huésped y es muy resistente a jabones y desinfectantes.  

Además, de la transmisión oro-fecal, el rotavirus puede ser transmitido por medio del contacto entre una persona contaminada y otra saludable, por el contacto de superficies contaminadas o a través de la ingestión de agua o alimentos contaminados por el rotavirus.

Existen muchos tipos o cepas de rotavirus y los niños pueden, hasta los 3 años de edad, presentar varias veces la infección, aunque las recaídas suelen ser menos severas. Incluso hasta los niños que son vacunados pueden sufrir de esta enfermedad, sin embargo, en una fase clínica más leve puede haber vómitos y diarrea.

La vacuna contra el rotavirus, no forma parte del calendario básico de vacunación del Ministerio de Salud en algunos países, pero puede ser administrada bajo la prescripción del pediatra. Esta vacuna es muy eficaz y protege al bebé y al niño de muchas cepas de rotavirus. 

Tratamiento para la infección por Rotavirus

El tratamiento para la infección por rotavirus, se puede realizar con medidas simples que eviten la deshidratación en el niño, porque no existe un tratamiento específico para esta virosis. Para bajar la fiebre y aliviar los síntomas el pediatra podría recetar Paracetamol o Ibuprofeno en dosis intercaladas.

Los padres deben cuidar del niño ofreciéndole agua, jugos de fruta, tés y comidas de fácil digestión como sopas, arroz blanco con zanahoria, pollo a la plancha, por ejemplo, para garantizar que el niño reciba las vitaminas, nutrientes y sales minerales para una recuperación más rápida. Sin embargo, es importante ofrecerle los líquidos y los alimentos en pequeñas porciones y varias veces al día, para evitar que el niño vomite. 

Es importante también adoptar medidas para reducir el riesgo de infección, como: lavarse siempre las manos después de usar el baño y antes de preparar los alimentos, así como tener cuidados de higiene personal y domésticos; no utilizar aguas de ríos o pozos que estén posiblemente contaminados y; proteger los alimentos y áreas de cocina de los animales. 

Vea en el vídeo a continuación cómo preparar suero casero en casa para mantener al niño hidratado:

Cómo hacer SUERO CASERO | Tratamiento para la diarrea, vómitos y deshidratación

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Signos de mejoría

Los signos de mejoría generalmente surgen después del 5º día, cuando los episodios de diarrea y vómito comienzan a disminuir. Poco a poco el niño comienza a verse más activo y tiene más interés por jugar y conversar, lo cual puede indicar que la concentración del virus disminuye y la cura se está alcanzando.

El niño puede regresa a la escuela o guardería pasadas 24 h de alimentarse con normalidad, sin ningún episodio de diarrea o vómito. 

Cuándo acudir al médico

Es importante que el niño sea llevado con el pediatra cuando presente:

  • Diarrea o vómito con sangre;
  • Mucha somnolencia;
  • Rechaza cualquier tipo de líquido o alimento;
  • Escalofríos;
  • Convulsiones debido a fiebre alta.

Además, se recomienda llevar al niño al médico cuando se confirmen signos y síntomas de deshidratación, como boca y piel seca, no hay datos de sudoración, ojeras, fiebre baja constante y disminución de los latidos cardíacos. 

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