La extracción de un diente es una cirugía odontológica indicada cuando el diente presenta caries graves o cuando está roto, agrietado o fracturado en la raíz o la corona, haciendo imposible su recuperación.
Tras la extracción de un diente, es común experimentar síntomas como sangrado, hinchazón en el rostro y dolor en la zona afectada. Por ello, es importante seguir ciertos cuidados, como aplicar una gasa en el lugar de la extracción, usar compresas frías en el rostro y tomar los medicamentos recomendados por el dentista para aliviar el malestar.
Lea también: Exodoncia: qué es, cuándo está indicada y cómo se realiza tuasaude.com/es/exodonciaLa extracción de un diente, también conocida como exodoncia, es realizada por un dentista en el consultorio bajo anestesia local. Después del procedimiento, la persona puede regresar a casa, pero debe descansar, mantenerse en posición reclinada con la cabeza elevada y mantener una buena higiene oral.
Cuándo está indicada
La extracción de un diente está recomendada en las siguientes situaciones:
- Caries grave que hace imposible la recuperación del diente.
- Diente agrietado, fracturado o roto en la raíz o la corona.
- Muela del juicio cuando no hay suficiente espacio para su erupción, presenta caries o está en una posición incorrecta.
- Traumas en el diente que afectan la raíz.
- Dientes con tratamiento de conducto que no tuvieron éxito.
Además, la extracción de un diente puede estar indicada para la remoción de un diente de leche, corregir una maloclusión dental o para el tratamiento con aparatos dentales, por ejemplo.
Cómo se realiza
La extracción de un diente la lleva a cabo un dentista, periodoncista o cirujano buco-maxilofacial en el consultorio, con la aplicación de anestesia local.
Para realizar la extracción, el dentista debe seguir algunos pasos:
- Aplicar anestesia local para evitar el dolor durante el procedimiento;
- Separar la encía del diente o realizar un pequeño corte en la encía;
- Aflojar el diente o dividirlo en partes para facilitar su extracción.
- Retirar el diente afectado, limpiar y desinfectar el alvéolo dental.
- Suturar la zona donde se realizó la extracción.
Además, el dentista coloca un apósito en la zona para evitar hemorragias y favorecer la formación de un coágulo, fundamental para la cicatrización.
¿Cuántos días de reposo después de la extracción de un diente?
Después de la extracción de un diente, el dentista puede recomendar de 1 a 3 días de reposo, dependiendo de la complejidad de la cirugía.
Síntomas después de la extracción de un diente
Los principales síntomas tras la extracción de un diente incluyen:
- Dolor en el área de la extracción;
- Hinchazón en el rostro, del lado donde se extrajo el diente;
- Sangrado;
- Dificultad para abrir la boca;
- Mal aliento.
Además, en algunos casos, puede haber una infección en el lugar, acompañada de fiebre, dolor intenso o la presencia de secreción o pus.
Cómo higienizar la boca después de la extracción de un diente
Para limpiar la boca tras la extracción de un diente, se recomienda:
- Lavar la boca con agua fría, evitando hacer enjuagues bruscos.
- No cepillar el área donde se extrajo el diente.
En algunos casos, el dentista puede sugerir el uso de enjuagues bucales específicos, los cuales solo deben usarse entre 24 y 48 horas después de la extracción.
Cuidados después de la extracción de un diente
Después de la extracción de un diente, es importante seguir algunos cuidados para aliviar el dolor y reducir el sangrado:
- Colocar un trozo de gasa en el lugar donde se realizó la extracción y morder suavemente para detener el sangrado:
- Aplicar compresas frías en el rostro, en la zona del diente extraído, para reducir la inflamación;
- Evitar enjuagar la boca con fuerza o escupir, ya que esto puede desplazar el coágulo;
- No tocar la zona del diente extraído, ni con los dedos ni con la lengua;
- Masticar con el lado opuesto de la boca para evitar que restos de comida interfieran con el coágulo;
- Evitar alimentos duros o calientes y bebidas calientes, como café o té, ya que podrían disolver el coágulo;
- No fumar, usar pajillas para beber ni sonarse la nariz, ya que estas acciones pueden generar diferencias de presión y desplazar el coágulo;
- Hacer enjuagues suaves con agua tibia y sal 2 o 3 veces al día, después de 24 horas de la cirugía, para reducir el exceso de bacterias.
Estos cuidados son especialmente importantes durante las primeras 24 horas tras la extracción, pero pueden mantenerse durante los primeros 3 días para asegurar una mejor cicatrización.