El sarcoma es un grupo de tumores malignos raros que afectan la piel, los huesos, los órganos internos y los tejidos blandos, como músculos, tendones, ligamentos, grasa, vasos sanguíneos y nervios periféricos, lo que causa síntomas como bulto en la zona, manchas en la piel o fracturas óseas, por ejemplo.
Existen varios tipos de sarcoma, los cuales pueden ser clasificados de acuerdo con la región donde se originan, como el liposarcoma, que afecta el tejido adiposo; el osteosarcoma, que tiene origen en los huesos; o el sarcoma de Kaposi, que afecta los vasos sanguíneos.
El tratamiento del sarcoma es llevado a cabo por el oncólogo y, normalmente, implica cirugía para retirar el tumor y, en ciertos casos, radioterapia y/o quimioterapia, lo que varía según el tipo de sarcoma, el estadio del tumor y la presencia de metástasis.
Síntomas de sarcoma
Los principales síntomas de sarcoma incluyen:
- Bulto bajo la piel o en los músculos, tendones, tejido adiposo o hueso, que generalmente no causa dolor al tacto;
- Aumento de tamaño del bulto con el paso del tiempo, pudiendo causar dolor en estos casos;
- Dolor alrededor de un hueso o fracturas óseas;
- Manchas rojas u oscuras en la piel, principalmente en los pies o en las piernas;
- Dolor abdominal, vómitos o estreñimiento;
- Congestión nasal o sangrado nasal;
- Sangre en la orina o dificultad para orinar;
- Pérdida de peso sin razón aparente.
Estos síntomas pueden variar de acuerdo con el tipo de sarcoma y la región afectada del cuerpo.
De esta forma, es importante consultar al médico general, ortopedista o dermatólogo siempre que surjan síntomas de sarcoma, con la finalidad de que sea diagnosticado e iniciado el tratamiento más adecuado, de acuerdo con la orientación del oncólogo.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico del sarcoma es llevado a cabo por el médico general, dermatólogo u ortopedista a través de la evaluación de los síntomas, antecedentes de salud, examen físico y exámenes de imagen, como ecografía, tomografía computarizada, resonancia magnética o PET-CT.
En caso de que sea verificado algún signo de alteración, el médico puede recomendar la realización de una biopsia, donde es tomada una muestra del sarcoma y enviada al laboratorio para ser analizada.
La observación microscópica del material recolectado permite confirmar el diagnóstico del sarcoma, su tipo y el estadio del tumor.
De esta manera, el médico debe referir al paciente al oncólogo para iniciar el tratamiento más adecuado de acuerdo con el tipo de sarcoma.
Lea también: 6 pruebas genéticas para el cáncer: beneficios y cuándo hacerlas tuasaude.com/es/pruebas-geneticas-cancerPosibles causas
Las causas del sarcoma no son completamente conocidas, pero se sabe que surge debido a alteraciones o mutaciones en el ADN de las células, las cuales se transforman en células malignas y comienzan a multiplicarse de manera descontrolada.
Algunos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar un sarcoma incluyen:
- Enfermedades genéticas, como el síndrome de Li-Fraumeni, la poliposis adenomatosa familiar o la neurofibromatosis del tipo I;
- Infección por VIH o por el virus del herpes humano 8;
- SIDA;
- Linfedema crónico;
- Tratamiento con quimioterapia o radioterapia;
- Exposición a productos tóxicos, como policloruro de vinilo (PVC) o arsénico.
Asimismo, algunos tipos de sarcoma, como el rabdomiosarcoma, por ejemplo, pueden desarrollarse incluso durante el embarazo, de modo que el bebé ya nace con las células malignas, por lo que el tratamiento debe ser iniciado inmediatamente después del nacimiento por el oncólogo pediátrico.
Principales tipos de sarcoma
Existen diversos tipos de sarcoma que son clasificados de acuerdo con su sitio de origen, siendo los principales:
1. Sarcoma de Ewing
El sarcoma de Ewing es un tipo de tumor maligno que puede surgir en los huesos o en los tejidos blandos, y es más frecuente en niños y en adultos jóvenes, hasta los 20 años de edad.
Este tipo de sarcoma es muy agresivo y puede causar metástasis, siendo los síntomas más comunes dolor, rigidez o hinchazón en los huesos, fracturas óseas frecuentes, fiebre y pérdida de peso. Vea qué es el sarcoma de Ewing.
2. Sarcoma da Kaposi
El sarcoma de Kaposi afecta los vasos sanguíneos, lo que ocasiona el surgimiento de síntomas como manchas o lesiones rojas en la piel e hinchazón de las extremidades inferiores o de los ganglios linfáticos cercanos a la región afectada, especialmente en las ingles.
Este tipo de sarcoma es causado por el virus del herpes humano 8 (HHV-8), que afecta principalmente a personas con el sistema inmunitario debilitado, como en los casos de infección por VIH, SIDA o trasplantados. Vea cómo es el tratamiento del sarcoma de Kaposi.
3. Rabdomiosarcoma
El rabdomiosarcoma se desarrolla en los músculos, tendones y tejido conjuntivo, siendo el tipo más común en niños y adolescentes hasta los 18 años de edad.
Este tipo de tumor se origina en las células embrionarias, causando síntomas como sangre en la orina, nariz o vagina, congestión nasal o bultos en los brazos, piernas, ingle, pecho o espalda.
4. Osteosarcoma
El osteosarcoma afecta los huesos, principalmente los huesos largos de las piernas y brazos; sin embargo, también puede afectar cualquier otro hueso del cuerpo. Conozca mejor qué es el osteosarcoma.
Este tipo de sarcoma es más frecuente en niños, adolescentes y adultos jóvenes, y puede diseminarse fácilmente a otro sitio del cuerpo, formando metástasis.
5. Leiomiosarcoma
El leiomiosarcoma se desarrolla en la zonas donde hay músculo liso, pudiendo afectar el tracto gastrointestinal, el aparato urinario, los pulmones, el útero, los vasos sanguíneos, la piel o el cuero cabelludo, por ejemplo.
Este tipo de tumor puede generar síntomas como bulto en la piel, náuseas, tos, vómitos con sangre o dolor en la zona, lo que varía de acuerdo con la localización del tumor.
6. Liposarcoma
El liposarcoma inicia en las zonas del cuerpo donde hay tejido adiposo, siendo más frecuente en los brazos, piernas o abdomen, y ocurre principalmente en personas de edad más avanzada. Conozca más sobre el liposarcoma.
Este tipo de sarcoma puede fácilmente diseminarse a otras partes blandas del cuerpo, como los músculos y la piel, y causar síntomas como bulto debajo de la piel, dolor o molestias abdominales o sangre en las heces, por ejemplo.
7. Sarcoma sinovial
El sarcoma sinovial es un tipo raro de tumor que afecta los tejidos blandos, siendo más común que aparezca en el muslo, pie, brazo o articulaciones.
Este tipo de sarcoma puede no causar síntomas en las fases iniciales, pero a medida que avanza, puede provocar la aparición de un bulto que aumenta con el tiempo, enrojecimiento, sensación de calor o dolor en el área afectada.
Lea también: Dolor en los muslos: 8 causas y qué hacer tuasaude.com/es/mialgia-en-los-muslosCómo es realizado el tratamiento
El tratamiento del sarcoma debe ser llevado a cabo bajo orientación del oncólogo y varía según el tipo de sarcoma y el estadio del tumor.
De esta forma, los principales tratamientos para el sarcoma incluyen:
- Cirugía, que suele ser el tratamiento inicial para la remoción total del sarcoma y de una parte del tejido saludable a su alrededor;
- Radioterapia, que normalmente es realizada después de la cirugía, con el objetivo de garantizar que las células tumorales sean eliminadas, evitando que el tumor vuelva a aparecer;
- Quimioterapia, que suele ser indicada cuando el tumor se diseminó a otras partes del cuerpo, formando metástasis, y tiene como objetivo eliminar las células tumorales;
- Terapia dirigida, que es realizada con medicamentos específicos que ayudan al sistema inmunitario a identificar y atacar específicamente las células del sarcoma, provocando pocos efectos en las células normales del cuerpo.
En ciertos casos, cuando la extensión del sarcoma es grande, la quimioterapia puede ser llevada a cabo antes de la cirugía o de la radioterapia, para reducir el tamaño del sarcoma, o junto con la radioterapia, para mejorar su efecto.