El sarpullido es una erupción en la piel que provoca enrojecimiento, picazón o irritación, y puede ser un síntoma común de diversas condiciones médicas. Entre las posibles causas de un sarpullido se incluyen picaduras de insectos, infecciones bacterianas o virales, reacciones alérgicas, sudoración excesiva y dermatitis.
Este puede presentarse en forma de manchas rojas o pequeños bultos y, dependiendo de su causa, puede estar localizado en una zona específica o ser difuso, abarcando todo el cuerpo. El sarpullido puede tardar desde unas horas hasta varios días en desaparecer.
El tratamiento puede incluir el uso de hidratantes, geles de baño, cremas con cortisona, antihistamínicos, antibióticos, entre otros. Es fundamental seguir el tratamiento indicado por el médico de manera adecuada para evitar que el sarpullido empeore.

Posibles causas
Las posibles causas para la aparición de un sarpullido son:
1. Sarpullido por calor
El sarpullido por calor, también llamado sudamina o miliaria, es una respuesta del organismo frente al exceso de calor y sudor.
Esto ocurre porque las glándulas sudoríparas se obstruyen y el cuerpo transpira más de lo normal. En ambientes húmedos, el calor no puede evaporarse fácilmente, lo que provoca inflamación en los poros y, como consecuencia, la aparición del sarpullido.
Este sarpullido aparece en forma de ampollas rojas pequeñas y elevadas que comienzan generalmente en el cuello, pecho, ingle o en los pliegues del codo, y se pueden desparramar por el resto del cuerpo. Conozca más sobre la miliaria y sus síntomas.
Cómo tratar: En el caso de los sarpullidos por calor, se recomienda mantener la piel seca (puede utilizarse talco) y permanecer en lugares frescos para permitir que los poros se desinflamen y las glándulas sudoríparas funcionen correctamente.
Además, evitar el uso de ropa ajustada o de materiales sintéticos que puedan generar más sudoración, y optar por prendas sueltas de algodón, puede ayudar a prevenir la irritación adicional.
2. Picadura de insectos
El sarpullido por picadura de insecto puede variar según el tipo de insecto y la reacción del cuerpo ante la picadura. En casos donde la persona no tenga una reacción severa, el sarpullido aparecerá únicamente en el área de la picadura.
Los síntomas más comunes de una picadura de insecto incluyen la aparición de manchas rojas con bordes elevados y, en algunos casos, ampollas llenas de líquido.
Cómo tratar: para ayudar a mejorar la picazón e incomodidad que genera la picadura de insecto es importante lavar la zona con agua y jabón, y luego se puede aplicar cremas con hidrocortisona, cremas o gel de calamina y uso de compresas frías locales. Es importante evitar el rascado.
3. Dengue
El sarpullido es un síntoma común en las personas diagnosticadas con dengue. Sin embargo, debe ir acompañado de otros síntomas como fiebre, dolor detrás del ojo y dolores articulares.
Este sarpullido se caracteriza por la aparición de manchas rojas y bultos en la piel que persisten a la digitopresión, es decir, que no desaparecen al presionar la piel. Se distribuye principalmente en el tronco y las extremidades, y a menudo viene acompañado de picazón. Conozca los síntomas y tratamientos del dengue.
Cómo tratar: en casos de diagnóstico precoz el médico puede indicar reposo, hidratación y el uso de paracetamol para controlar la fiebre y el dolor.
En caso de embarazo, diabetes, personas en tratamiento con anticoagulantes o inmunosupresores, adultos mayores o menores de 5 años, se evaluará la necesidad de ser hospitalizados. El tratamiento inicial será igual al antes mencionado, pero deben permanecer en observación para evitar posibles complicaciones.
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El sarpullido causado por una reacción alérgica se conoce como dermatitis alérgica de contacto. Esta condición se caracteriza por la aparición de manchas rojas, escamosas, e incluso costrosas en la piel, que pueden causar picazón e incomodidad.
El sarpullido suele ser provocado por el contacto directo con sustancias a las que el cuerpo es alérgico, como el níquel presente en algunas joyas, los tintes para el cabello, el caucho o ciertas plantas venenosas, como la hiedra venenosa. Es importante evitar el contacto con estos elementos para prevenir la irritación y los síntomas asociados.
Cómo tratar: en estos casos el médico puede indicar el uso de antihistamínicos orales, o inclusive en casos más graves de reacciones alérgicas será necesario acudir a urgencias médicas para el uso de una inyección de adrenalina.
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Las infecciones bacterianas pueden generar un sarpullido caracterizado por llagas rojas, que generalmente van acompañadas de picazón, enrojecimiento e inflamación. Estas infecciones ocurren cuando las bacterias ingresan al cuerpo a través de una herida abierta o por infecciones en los folículos pilosos.
Las infecciones virales presentan sarpullidos muy diferentes dependiendo de la enfermedad. Las principales características de algunas de ellas son:
- Varicela: pequeñas ampollas llenas de líquido, que se convierten en costras. El sarpullido generalmente comienza en la cara, el pecho y la espalda, y luego se extiende a otras partes del cuerpo.
- Sarampión: manchas rojas que se extienden por todo el cuerpo. A menudo empieza en la cara y detrás de las orejas. Este sarpullido suele ir acompañado de fiebre alta, tos y secreción nasal.
- Rubeola: manchas rosadas o rojas que empiezan en la cara y se extienden hacia el resto del cuerpo. A menudo va acompañado de fiebre leve y malestar general.
- Virus de las manos, pies y boca: pequeñas manchas rojas, a veces con ampollas, en las manos, los pies y dentro de la boca.
- Escarlatina: sarpullido rojo y rugoso que comienza en el cuello, el pecho y las axilas, extendiéndose por todo el cuerpo. La piel puede parecer como papel de lija.
Existen otras infecciones virales, como el herpes zóster que causa ampollas dolorosas y es una reactivación del virus latente de la varicela.
Cómo tratar: ante la aparición de sarpullido es importante consultar con su médico para que se realice un diagnóstico y tratamiento. El tratamiento en caso de infecciones bacterianas puede incluir reposo, uso de analgésicos para aliviar los síntomas y antibióticos para combatir a la bacteria.
En las infecciones virales, el médico puede recetar medicamentos para aliviar los síntomas, como los antipiréticos. El uso de cremas también puede ser indicado para disminuir la picazón y mejorar el aspecto del sarpullido.
Síntomas del sarpullido
Los síntomas de los sarpullidos son muy variados y dependen de la causa que los origina. Los signos más comunes incluyen enrojecimiento de la piel, picazón intensa, erupciones o manchas de diferentes colores y tamaños, hinchazón o inflamación, y, en algunos casos, la aparición de ampollas o pápulas (protuberancias).
En el caso de infecciones bacterianas o virales, los sarpullidos pueden ir acompañados de dolor y sensación de ardor o quemazón.
Es fundamental que, si el sarpullido persiste o empeora, consulte a un médico para determinar la causa y evaluar la necesidad de tratamiento.
Sarpullido en bebés
El sarpullido en menores de un año puede tener diversas causas. Durante los meses de verano, es común que los bebés presenten pequeñas ampollas rojas en la piel debido a que las glándulas sudoríparas aún no se han desarrollado por completo, lo que provoca una sudoración excesiva. Esta sudoración puede obstruir los poros y generar un sarpullido.
Otra causa frecuente de sarpullido en bebés es la dermatitis atópica, que se caracteriza por erupciones en la cara, interior de los codos, detrás de las rodillas, en las manos y los pies. A diferencia del sarpullido por calor, la dermatitis atópica provoca una notable sequedad en la piel.
El sarpullido en bebés también puede deberse a reacciones alérgicas, picadura de insectos e infecciones virales y bacterianas, por lo que se recomienda consultar con el pediatra ante la aparición de un sarpullido.