SARS: qué es, síntomas y tratamiento

Qué es:

El SARS es una enfermedad viral respiratoria que ocasiona un tipo de neumonía grave y cuyas siglas significan síndrome respiratorio agudo grave (SRAG), ocasionando síntomas parecidos con los de la gripe común, surgiendo inicialmente fiebre, dolor de cabeza, dolores en el cuerpo y malestar general.

Esta enfermedad puede ser causada por virus como el coronavirus (Sars-CoV) o por el virus de la influenza H1N1, así como por bacterias como el Streptococcus pneumoniae o Legionella sp. siendo fácilmente transmitida de una persona a otra por el aire, debido a que se propaga a través de pequeñas gotas de saliva.

El SARS debe tratarse lo más pronto posible, debido a que puede evolucionar de forma acelerada a una insuficiencia respiratoria grave, la cual puede causar la muerte. 

Imagem ilustrativa número 2

Principales síntomas

Los síntomas del SARS son:

  • Fiebre superior a 38ºC;
  • Escalofríos;
  • Dolor en el cuerpo;
  • Tos seca y persistente;
  • Falta de aire;
  • Dolor de garganta;
  • Congestión nasal;
  • Sibilancias en el pecho;
  • Pérdida de apetito;
  • Sudoración nocturna;
  • Diarrea;
  • Cansancio excesivo;
  • Malestar general;
  • Deshidratación.

Por ser una enfermedad que empeora de forma rápida, alrededor de 10 días después de los primeros síntomas, pueden surgir otros de gravedad como dificultad respiratoria, aumento de la frecuencia respiratoria o dedos y boca azulados o morados, debido a la baja oxigenación de la sangre. 

Por lo tanto, es importante consultar rápidamente a un médico general o acudir a la sala de emergencias del hospital más cercado, para que se pueda hacer el diagnóstico e iniciar el tratamiento más adecuado, que muchas veces se hace hospitalización a la persona en la UCI, para recibir oxígeno a través del catéter nasal o utilizar respiradores, como ECMO, por ejemplo, en los casos más graves. Vea en qué consiste y los tipos de oxigenoterapia.

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico de SARS lo realiza el médico general o neumólogo, a través de la evaluación de los síntomas, antecedentes de salud, antecedentes de contacto con personas enfermas y radiografía de tórax o tomografía computarizada.

Además, el médico puede solicitar análisis de sangre, como un hemograma completo y niveles de lactato deshidrogenasa (LDH) y alanina aminotransferasa (ALT), que pueden estar elevados.

Otras pruebas que el médico puede ordenar son la oximetría de pulso, que mide la cantidad de oxígeno en la sangre, los hemocultivos, el cultivo de esputo y la prueba de antígeno neumocócico, por ejemplo.

En caso de sospecha de infección por SARS-Cov, el médico también debe solicitar la prueba RT-PCR para identificar el coronavirus.

Posibles causas

El síndrome respiratorio agudo puede ser causado por infecciones virales o bacterianas que incluyen:

  • Virus de influenza A, como H1N1;
  • Adenovirus;
  • Hantavirus;
  • SARS-CoV;
  • SARS-CoV-2;
  • Virus sincitial respiratorio;
  • Virus del dengue;
  • Streptococcus pneumoniae;
  • Legionella sp;
  • Leptospirosis.

El contacto con estos microorganismos puede dar lugar a una respuesta exagerada y descontrolada del sistema inmunitario, con la liberación de sustancias inflamatorias, como las citocinas, que provocan graves daños en los pulmones, lo que conduce a la aparición de los síntomas.

Cómo se transmite el SARS

El SARS se transmite de la misma forma que la gripe común, a través del contacto directo con la saliva o las secreciones nasales que liberan las personas enfermas, al toser o estornudar, especialmente durante el período en que se manifiestan los síntomas. El virus demora entre 2 a 7 días en incubarse, pero puede llegar hasta 10 días.

Además, el SARS también se transmite a través de los besos y, por tanto, se debe evitar el contacto muy estrecho con otras personas enfermas, sobre todo si hay intercambio de saliva.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la SARS debe ser orientado por el médico general o neumólogo y depende de la gravedad de los síntomas. Por tanto, si son leves, la persona puede quedarse en casa, descansar, realizar una dieta equilibrada y beber agua para fortalecer el organismo y combatir el agente infeccioso responsable de la enfermedad, además de evitar el contacto con personas que no estén enfermas o que no hayan recibido la vacuna de la gripe H1N1.

Asimismo, el médico puede indicar el uso de medicamentos analgésicos y antipiréticos, como paracetamol o dipirona, para aliviar las molestias y facilitar la recuperación, y el uso de medicamentos antivirales, como oseltamivir (Tamiflu) o zanamivir (Relenza), para reducir la carga viral y tratar de controlar la infección.

En los casos en que el SARS haya sido causado por una infección bacteriana, el médico puede indicar el uso de antibióticos, que varían según el tipo de bacteria.

En los casos más graves, donde la respiración se ve muy afectada, puede ser necesaria la hospitalización para administrar los medicamentos directamente en una vena y recibir ayuda de dispositivos para respirar mejor. Conozca algunos remedios caseros para aliviar los síntomas durante la recuperación

Cómo prevenir

Para prevenir el SARS se recomienda:

  • Evitar permanecer en espacios cerrados o con mucha gente y con poca circulación de aire durante mucho tiempo, como centros comerciales o gimnasios;
  • Evitar el contacto con personas enfermas;
  • Lavarse bien las manos cuando entra en contacto con personas enfermas o lugares donde hayan estado estas personas;
  • Limpiarse las manos con alcohol en gel con frecuencia;
  • Usar máscaras protectoras para evitar la transmisión del virus;
  • Evitar tocar superficies y llevarse las manos a los ojos, la boca o la nariz;
  • No tocarse la boca ni los ojos con las manos sucias;
  • Evitar compartir objetos personales que puedan estar en contacto con gotas de saliva o secreciones respiratorias, como cubiertos, vasos y cepillos de dientes;
  • Cubrirse siempre la nariz y la boca al toser o estornudar, utilizando la ropa o un papel desechable;
  • Colocarse la vacuna contra la gripe anualmente. Vea qué es la vacuna de la influenza.

Además, debe lavarse las manos regularmente, con agua y jabón neutro, durante al menos 20 segundos antes de enjuagarse, para prevenir infecciones y evitar la transmisión de la enfermedad.

Vea cómo lavarse las manos de forma correcta en el video a continuación:

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