Serotonina: qué es, función y cómo producirla

La serotonina es un neurotransmisor producido en el cerebro y en el sistema digestivo que regula el comportamiento, las emociones, el sueño, la motilidad intestinal, los procesos metabólicos y el desarrollo reproductivo y nervioso.

Su síntesis depende del triptófano, un aminoácido esencial presente en los alimentos, y puede aumentarse con medicamentos inhibidores de la recaptación de serotonina, como fluoxetina, sertralina o citalopram, que deben ser indicados por un médico.

Cuando la producción de serotonina se altera, pueden surgir afecciones como trastornos del estado de ánimo, enfermedades neurológicas y problemas periféricos, como hipertensión arterial y arritmias.

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Funciones y para qué sirve

La serotonina desempeña múltiples funciones en el organismo, entre las que se encuentran:

1. Regular el comportamiento y las emociones

La serotonina actúa como un neurotransmisor clave que participa en el control del humor, la ansiedad, el estrés y otros comportamientos adaptativos.

Además, interviene en funciones como la memoria, el sueño y la percepción del dolor, lo que contribuye de manera indirecta al equilibrio emocional.

Durante años se pensó que niveles bajos de serotonina causaban depresión; sin embargo, revisiones recientes muestran que no existe evidencia consistente de que la depresión se deba directamente a una disminución de serotonina, aunque este neurotransmisor sigue siendo importante en los procesos que influyen en el estado de ánimo.

2. Regular el sueño

La serotonina también estimula las regiones en el cerebro que controlan el sueño y el despertar.

3. Actuar en los movimientos del intestino

La serotonina se encuentra en gran cantidad en el estómago y en el intestino, ayudando en el control de la función y de los movimientos del intestino.

4. Regular las náuseas

La producción de serotonina aumenta para ayudar a eliminar las sustancias tóxicas del intestino, por ejemplo en casos de diarrea, y este aumento estimula también una región del cerebro que controla las náuseas.

5. Alterar la función sexual

La serotonina participa en los mecanismos relacionados con el placer y la función sexual.

Aunque existe una relación entre este neurotransmisor y la libido, la evidencia disponible muestra que mayormente los efectos ocurren cuando la serotonina aumenta de forma artificial, como sucede con los medicamentos ISRS, los cuales pueden provocar disfunciones sexuales, incluyendo eyaculación retardada o dificultad para alcanzar el orgasmo.

6. Participar en la coagulación de la sangre

Las plaquetas de la sangre liberan serotonina para ayudar a cicatrizar heridas, pues esta hormona causa vasoconstricción, facilitando así la coagulación de la sangre.

7. Modula los procesos metabólicos

La serotonina funciona como una neurohormona que coordina procesos clave del metabolismo, desde la regulación de la glucosa y las grasas hasta el manejo digestivo de los nutrientes.

Contribuye a aumentar la secreción de insulina, favorecer la captación de glucosa por los músculos, estimular la formación y almacenamiento de lípidos y regular la motilidad gastrointestinal, actuando así como un mediador central del uso y almacenamiento de energía en el organismo.

8. Participa en el desarrollo reproductivo y neuronal

La serotonina participa en etapas clave del desarrollo al favorecer la maduración de los ovocitos y guiar la formación de las redes neuronales embrionarias.

Además, ayuda a preparar los ovocitos para la fertilización y regula procesos precisos en el sistema nervioso que permiten una correcta maduración neuronal.

Serotonina y dopamina

La serotonina y la dopamina son neurotransmisores que actúan como mensajeros químicos que transportan, impulsan y equilibran las señales entre las neuronas y las células del organismo. 

Estos neurotransmisores se diferencian en que son producidos a partir de distintos aminoácidos, la serotonina es producida a partir de un aminoácido llamado triptófano, mientras que la dopamina es producida a partir de la tirosina.

Además, la dopamina está relacionada con algunas emociones, como el aumento de la líbido y la euforia, mientras que la serotonina está relacionada con la calma o el descanso. Conozca qué es la dopamina y cuáles son sus funciones.

Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina

Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) son medicamentos para tratar depresión y ansiedad. Aumentan la serotonina disponible en el cerebro al bloquear su recaptación, lo que mejora la comunicación entre neuronas y, con el uso continuo, ajusta receptores que refuerzan su efecto.

Incluyen fluoxetina, sertralina, citalopram, escitalopram, paroxetina y fluvoxamina. También pueden usarse en trastorno obsesivo-compulsivo y algunos trastornos alimentarios.

Sus efectos secundarios más comunes son náuseas, mareos, dolor de cabeza, somnolencia y cambios en la función sexual. En raros casos pueden aumentar la presión ocular, desencadenar manía en personas con trastorno bipolar o causar síndrome serotoninérgico si hay exceso de serotonina. Suspenderlos de forma abrupta puede generar síntomas de abstinencia.

Cómo producirla

La serotonina puede producirse de manera natural dentro del organismo o mediante intervenciones que aumentan su disponibilidad.

En ambos casos, el proceso depende de nutrientes clave, de reacciones químicas específicas y de los tejidos donde ocurre su síntesis.

La producción natural inicia con el triptófano, un aminoácido que debe obtenerse a través de los alimentos. A partir de esta sustancia, el cuerpo forma serotonina mediante dos pasos químicos, primero transforma el triptófano en 5-HTP y después convierte el 5-HTP en serotonina. Conozca otros alimentos con triptófanos.

Para completar estas reacciones, el organismo necesita vitaminas como B6 y ácido fólico, que funcionan como cofactores esenciales. La “fábrica” principal se encuentra en el intestino, donde se produce la mayor parte de la serotonina.

Una porción menor se fabrica en el cerebro, donde participa en la regulación del ánimo y otras funciones.

También es posible aumentar la disponibilidad de serotonina a través de métodos artificiales, como medicamentos que evitan su recaptación y elevan su concentración en las neuronas.

Cómo aumentarla

Existen algunos alimentos ricos en triptófano, un aminoácido que participa en la formación de serotonina en el organismo, ayudando a aumentarla, estos son:

  • Chocolate negro;
  • Huevo;
  • Plátano;
  • Piña;
  • Tomates;
  • Carnes baja en grasa;
  • Leche;
  • Cereales integrales;
  • Legumbres, como el garbanzo;
  • Espinacas;
  • Espárragos.

Además, los alimentos ricos en omega-3, como el salmón, sardina, trucha y los frutos secos, son fuentes importantes de serotonina. Se recomienda que estos alimentos sean incluidos en la dieta diaria, en pequeñas porciones y varias veces al día. 

También es posible utilizar suplementos que contenga con triptófano en la composición. Conozca otros alimentos con serotonina y vea otras estrategias para aumentar la serotonina.

Síntomas de serotonina baja

La serotonina baja en el organismo puede causar la aparición de:

  • Mal humor por la mañana;
  • Somnolencia durante el día;
  • Alteraciones a nivel del deseo sexual;
  • Ganas de comer dulces;
  • Comer a cara rato;
  • Dificultad en el aprendizaje;
  • Trastornos de memoria y de concentración;
  • Irritabilidad.

Además de esto, la persona puede sentirse cansada y quedarse sin paciencia fácilmente, lo que puede indicar que el cuerpo necesita más serotonina en el torrente sanguíneo.

Una dieta alta en azúcares y harinas refinadas, junto con el estrés, puede causar inflamación que activa la enzima IDO. Esta enzima convierte el triptófano en quinurenina en lugar de serotonina, reduciendo su disponibilidad y aumentando el riesgo de síntomas depresivos.

Como consecuencia, la producción de serotonina se reduce y sus niveles en el cuerpo disminuyen.

Asimismo, el estrés, dormir poco y el envejecimiento natural del cuerpo son situaciones que también disminuyen la serotonina, por lo que podría ser necesario su sustitución a través de medicamentos prescritos por el neurólogo en casos graves. 

Enfermedades relacionadas con la falta de serotonina

Cuando la actividad de la serotonina es baja o no funciona adecuadamente, pueden aparecer alteraciones como:

1. Trastornos del estado de ánimo

La serotonina influye en el ánimo, el miedo y el estrés, y tradicionalmente, se ha asociado su baja actividad con depresión y ansiedad, que se manifiestan con tristeza, pérdida de interés, tensión y preocupación excesiva.

Sin embargo, estudios recientes indican que no hay evidencia concluyente de que estos trastornos sean causados por niveles bajos de serotonina.

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2. Trastornos obsesivo-compulsivos y de estrés

Alteraciones en la señal de serotonina también afectan trastornos como el obsesivo-compulsivo y el estrés postraumático.

En el TOC, los cambios en serotonina contribuyen a pensamientos repetitivos y conductas compulsivas.

En el TEPT, esta alteración favorece respuestas exageradas al estrés y dificultades para manejar emociones de manera equilibrada.

3. Enfermedades neurológicas

La serotonina participa en el funcionamiento de enfermedades neurodegenerativas. En Parkinson y Alzheimer, los cambios en receptores y vías serotoninérgicas afectan la memoria, el aprendizaje y los movimientos automáticos.

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En la esclerosis lateral amiotrófica, la disminución de serotonina se asocia con problemas en la maduración de las neuronas motoras, afectando la función muscular y la coordinación. Conozca más sobre la esclerosis lateral amiotrófica.

4. Trastornos periféricos

En el sistema gastrointestinal, aumenta la motilidad, la secreción intestinal y el tono del colon, por lo que niveles elevados pueden causar diarrea, como ocurre en el síndrome carcinoide o el síndrome serotoninérgico.

Niveles bajos, en cambio, se asocian a una reducción de la motilidad, generando estreñimiento.

En el sistema cardiovascular, la serotonina influye en el ritmo cardíaco y el tono vascular, y su exceso puede provocar taquiarritmias y hipertensión, mientras que su déficit no se vincula directamente con estas alteraciones, según la evidencia disponible.

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