La sífilis congénita es una infección causada por la bacteria Treponema pallidum, que se transmite de la madre al bebé, y puede provocar síntomas y signos como heridas en el cuerpo, sordera, ceguera, parto prematuro, piel y ojos amarillos, abortos espontáneos y, en más casos severos, muerte.
La transmisión de la sífilis congénita al bebé puede ocurrir en cualquier momento durante el embarazo o el parto, siendo más común en mujeres que tienen sífilis y que no han recibido tratamiento o no lo reciben correctamente.
Lea también: Cómo se contagia la sífilis (y cómo prevenirla) tuasaude.com/es/como-se-contagia-la-sifilisPor ello, si se sospecha sífilis congénita en un bebé, se recomienda consultar al pediatra para realizar una valoración completa del niño e indicar, si es necesario, el tratamiento adecuado, que se realiza principalmente con inyecciones de penicilina.
Síntomas de la sífilis congénita
Los principales síntomas de la sífilis congénita son:
- Heridas en la piel;
- Piel amarillenta;
- Fiebre;
- Irritación y grietas alrededor de la boca, genitales y ano;
- Bajo peso y/o altura;
- Aumento del tamaño del hígado o del bazo;
- Cambios óseos;
- Coriza.
En el caso de la sífilis congénita tardía, el niño puede experimentar dificultad para escuchar, sordera, ceguera, retraso mental, hidrocefalia, convulsiones, dientes deformes, mucosidad alrededor del ano y la vagina, así como cicatrices alrededor de la boca, los genitales y el ano.
Según la edad en la que comienzan los síntomas, la sífilis congénita se puede clasificar en temprana, cuando los síntomas aparecen poco después del nacimiento o hasta los 2 años, y tardía, cuando aparecen después de los 2 años.
Cómo se realiza el diagnóstico
El diagnóstico de sífilis congénita lo realiza un obstetra o pediatra, mediante la evaluación del historial médico y los síntomas que presentan la madre y el bebé.
Además, para confirmar el diagnóstico, el médico también podrá solicitar algunas estudios, que incluyen: estudio del líquido cefalorraquídeo, examen microscópico de los mucosidad de la nariz del bebé, radiografía de tórax y de los huesos largos, serología para anticuerpos treponémicos y la prueba VDRL, siendo esta última indicada específicamente para el diagnóstico de la sífilis.
Sin embargo, diagnosticar la sífilis congénita en bebés puede resultar difícil porque puede haber resultados positivos debido al paso de anticuerpos de la madre al bebé. Por lo tanto, el diagnóstico definitivo debe realizarse mediante la evaluación del historial de salud de la madre y el tratamiento al que se sometió, así como de los exámenes clínicos, de laboratorio y de imagen del recién nacido.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento para la sífilis congénita varía según la edad del bebé y el tratamiento de la madre, como se indica a continuación:
1. Recién nacido de madre con sífilis no tratada o tratada inadecuadamente
Este tipo de tratamiento está indicado cuando la mujer no ha sido tratada por sífilis o ha sido tratada de forma inadecuada. En estos casos, el tratamiento se realiza de una de las siguientes formas:
- Con VDRL positivo y/o cambios clínicos, radiológicos y/o hematológicos, pero sin problemas neurológicos: inyección de 50.000 UI/Kg de penicilina acuosa cristalina cada 12 horas durante 7 días, seguido de 50.000 UI/Kg de penicilina acuosa cristalina cada 8 horas después de la primera semana o con penicilina procaína 50.000 unidades/kg/dosis cada 24 horas, por vía intramuscular durante 10 días;
-
Con alteración del líquido cefalorraquídeo o si no fue posible obtener líquido cefalorraquídeo: administrar inyección de penicilina cristalina durante 10 días, en dosis de 50,000 unidades/kg/dosis cada 12 horas en la primera semana de vida y cada 8 horas después de la primera semana.
Para el recién nacido con VDRL negativo, sin alteraciones clínicas, radiológicas, hematológicas y de líquido cefalorraquídeo, se indica una única inyección de 50,000 unidades/kg de penicilina benzatina.
2. Recién nacido de madre con sífilis tratada adecuadamente
Cuando la madre recibe un tratamiento adecuado, el tratamiento indicado para el recién nacido incluye lo siguiente:
- Si el VDRL es positivo y es mayor que el de la madre, y no hay alteraciones en el líquido cefalorraquídeo: se trata con inyecciones de penicilina cristalina durante 10 días, en una dosis de 50,000 unidades/kg/dosis cada 12 horas durante la primera semana de vida y luego cada 8 horas después de la primera semana. O se puede tratar con 50,000 unidades/kg/dosis de penicilina procaína cada 24 horas durante 10 días. Si el líquido cefalorraquídeo está alterado, solo se debe usar penicilina cristalina;
- Si los exámenes son normales, no hay síntomas y el VDRL es negativo, igual o menor que el de la madre: solo necesita seguimiento médico. Cuando no sea posible mantener el seguimiento médico, se puede aplicar una sola inyección de penicilina benzatina en una dosis única de 50,000 unidades/kg.
En cualquiera de los casos, si se interrumpe el tratamiento durante más de 24 horas, se recomienda reiniciar todo el tratamiento.
3. Bebés con más de 28 días
El tratamiento de bebés mayores de 28 días, con síntomas y prueba serológica sugestiva de sífilis congénita, se realiza con inyecciones de penicilina G cristalina, cada 4 horas y a dosis de 50.000 UI/kg, durante 10 días, o con inyecciones. de 50.000 UI/kg de penicilina G procaína cada 12 horas.
¿La sífilis congénita tiene cura?
Sí, la sífilis congénita tiene cura. El tratamiento adecuado puede combatir esta enfermedad dentro de los 12 a 15 meses posteriores al inicio del tratamiento.
Cómo evitar la sífilis congénita
Para evitar la sífilis congénita es fundamental acudir periódicamente a consultas prenatales, donde se debe solicitar un test de sífilis en el 1º y 3º trimestre del embarazo o en situaciones de riesgo.
Además, es importante que las mujeres utilicen preservativo durante las relaciones sexuales. Las mujeres embarazadas con sífilis deben ser tratadas y monitorizadas adecuadamente, al igual que sus parejas sexuales, para evitar la reinfección de la mujer después del tratamiento.