El síndrome del pensamiento acelerado (SPA), o taquipsia, es una alteración identificada por Augusto Cury, en la que la mente se ve constantemente invadida por pensamientos, estando completamente saturada durante todo el tiempo en que la persona permanece despierta. Esto dificulta la concentración, incrementa la ansiedad y afecta negativamente la salud física y mental.
El problema de este síndrome no radica en el contenido de los pensamientos, que suelen ser interesantes, cultos y positivos, sino en la cantidad y la velocidad con la que se suceden en el cerebro.
Este síndrome se presenta comúnmente en personas que deben mantenerse constantemente alertas, productivas y bajo presión, lo que lo hace frecuente en ejecutivos, profesionales de la salud, escritores, profesores y periodistas. Sin embargo, también se ha observado que incluso los niños pueden experimentar este trastorno.
Principales síntomas
Las principales características de una persona con síndrome del pensamiento acelerado incluyen:
- Ansiedad;
- Dificultad para concentrarse y pequeños lapsos de memoria;
- Cansancio excesivo;
- Dificultad para conciliar el sueño;
- Irritabilidad fácil e insatisfacción constante;
- Inquietud;
- Intolerancia a ser contrariado;
- Cambios de humor repentinos;
- Síntomas psicosomáticos, como dolor de cabeza, en los músculos, caída del cabello y gastritis, entre otros.
Además, es común la sensación de que las 24 horas del día no son suficientes para hacer todo lo que se desea.
Estos síntomas son comunes en estudiantes que pasan muchas horas en el aula y trabajadores que viven bajo presión, siempre en busca de mejores resultados y ser reconocidos como los mejores en su campo. Vea algunos consejos sobre cómo controlar la ansiedad y el nerviosismo.
Cómo se diagnostica
El diagnóstico de este síndrome es realizado por el psicólogo o psicoanalista con base en los síntomas y relatos de la historia que la persona refiere.
Principales causas
El síndrome del pensamiento acelerado se origina principalmente como resultado de factores asociados al estilo de vida moderno y a la sobrecarga mental. Estas son las principales causas relacionadas con este síndrome:
- Información excesiva, por el acceso constante a las redes sociales y noticias, así como la velocidad en que se consume la información, que no da tiempo para reflexionar o descansar de ella;
- Estilo de vida acelerado, en el que se trabaja excesivamente y con falta de pausas;
- Alta exigencia personal y profesional, pues las demandas en el trabajo, académicas o sociales hacen presión para cumplir los objetivos en plazos cortos;
- Hacer diversas tareas al mismo tiempo, hace que la mente pase de una cosa a otra muy rápido, causando fatiga mental;
- Sobrecarga emocional por problemas familiares, personales e incluso financieros.
Además, la dificultad para manejar el estrés y la ansiedad, así como no dedicar tiempo a actividades relajantes, por ejemplo, también puede intensificar el flujo contínuo de pensamientos.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento para el síndrome del pensamiento acelerado debe ser orientado por un profesional especializado, como un psicólogo o psiquiatra.
En general, se recomienda hacer una adaptación de los hábitos de vida, incorporando varias pausas durante el día, realizando actividad física con frecuencia o dedicando pequeños momentos para escuchar música o leer un libro sin pensar en otras actividades.
También es aconsejable evitar las largas jornadas de trabajo, realizando las tareas laborales solo durante el horario de trabajo, y tomar vacaciones breves de manera más frecuente.
Además, en algunos casos, el psiquiatra puede recomendar el uso de medicamentos que ayuden a aliviar los síntomas, como ansiolíticos y/o antidepresivos. Conozca algunas estrategias sobre cómo manejar el estrés y la ansiedad.