El síndrome metabólico es un conjunto de condiciones que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, infarto y otros problemas de salud. Esta condición también es conocida como síndrome de resistencia a la insulina.
Para diagnosticarlo, se han establecido ciertos criterios, que incluyen la medición de la cintura, la presión arterial, los niveles de glucosa en ayunas, el colesterol HDL y los triglicéridos. Para confirmar el diagnóstico, es necesario que la persona presente al menos tres de estos criterios.
El tratamiento del síndrome metabólico debe ser indicado por un médico general, cardiólogo y/o endocrinólogo, pudiendo implicar el uso de medicamentos para controlar los niveles de colesterol, glucosa y la presión arterial. Además, es importante acudir a un nutricionista para realizar cambios en los hábitos alimentarios.
Principales síntomas
Los síntomas del síndrome metabólico varían según la condición presente, como se indica a continuación:
- Acantosis nigricans: presencia de manchas oscuras alrededor del cuello y en los pliegues de la piel;
- Obesidad: acumulación de grasa abdominal, cansancio, dificultad para respirar y dormir, dolor en las rodillas y tobillos;
- Diabetes tipo 2: boca seca, sed excesiva, cansancio, orina en exceso y pérdida de peso sin causa aparente;
- Presión alta: visión borrosa,dolor de cabeza, mareos, pérdida de equilibrio y zumbidos en los oídos;
- Colesterol y triglicéridos altos: surgimiento de bolitas de grasa en los párpados, bolitas de grasa en la piel y aumento de la circunferencia abdominal.
Es importante mencionar que los síntomas presentes pueden variar de una persona a otra, pues estos dependerán de la o las condiciones presentes, siendo importante acudir al médico para que realice una evaluación y se inicie el tratamiento lo más pronto posible.
Causas de síndrome metabólico
El síndrome metabólico está principalmente relacionado con la obesidad, especialmente la obesidad central o abdominal, y la inactividad física. La acumulación de grasa en la zona abdominal y la falta de ejercicio regular son factores que contribuyen a la resistencia a la insulina, un problema en el cual el cuerpo no utiliza eficazmente la insulina para regular el azúcar en sangre.
Lea también: Resistencia a la insulina: qué es, valores normales y tipos de exámenes tuasaude.com/es/resistencia-a-la-insulinaAdemás, factores genéticos y enfermedades crónicas como la hipertensión y la diabetes también juegan un papel significativo en el desarrollo del síndrome metabólico. Además, la realización de una dieta poco saludable, rica en calorías, grasas saturadas y azúcares, agrava estos riesgos.
Asimismo, algunos medicamentos también pueden ocasionar resistencia a la insulina y aumentar el riesgo, como los corticoesteroides, algunos medicamentos para la presión arterial y tratamientos contra el HIV, por ejemplo.
Criterios del síndrome metabólico
Los criterios del síndrome metabólico son:
- Glucemia en ayunas > 100 mg/dL o si está tomando medicación para el azúcar alto en la sangre;
- Circunferencia abdominal > a 102 cm en los hombres y > a 88 cm en mujeres, medición que se debe hacer en la cintura;
- Triglicéridos altos, por encima de 150 mg/dL, o si está tomando;
- Presión alta por encima de 130/85 mmHg o si está tomando medicación para bajar la presión arterial;
- Colesterol HDL bajo, en mujeres menos de 50 mg/dL y en hombres menos de 40 mg/dL, o si está tomando medicación para subirlo.
Para confirmar el diagnóstico del síndrome metabólico es necesario que la persona posea al menos 3 o más de los criterios mencionados anteriormente.
El síndrome metabólico se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y otros problemas de salud graves. La identificación y el manejo de estos factores son cruciales para reducir el riesgo de estas complicaciones.
Cómo se realiza el diagnóstico
Aparte de estos criterios mencionados anteriormente, el médico también toma en cuenta los antecedentes familiares y el estilo de vida, como los hábitos alimentarios y tabáquicos, así como la frecuencia con que se practica actividad física.
En ciertos casos, también puede indicarse la realización de otros análisis como los niveles de creatinina, ácido úrico, microalbuminuria, proteína C reactiva (PCR) y prueba de tolerancia a la glucosa, también conocido como PTG. Vea cuáles son los valores normales de la prueba de tolerancia a la glucosa.
Tratamiento para el síndrome metabólico
El tratamiento del síndrome metabólico debe ser prescrito por un médico general, endocrinólogo y/o cardiólogo, pues este deberá ser personalizado para abordar las enfermedades específicas de cada persona.
Por este motivo, el tratamiento puede incluir solo cambios en el estilo y hábitos de vida, inicialmente, y/o la ingesta de medicamentos, como se indica a continuación:
1. Cambios en el estilo de vida
El tratamiento inicial del síndrome metabólico implica cambios en la alimentación, debiendo realizar una dieta equilibrada y saludable, en el que se le de prioridad al consumo de alimentos ricos en fibras, como las frutas, vegetales y cereales integrales. También es importante incluir alimentos ricos en grasas monoinsaturadas, omega 3 y 6, como salmón, frutos secos y aceite de oliva, por ejemplo.
Además, se debe evitar el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas y azúcares simples, como galletas, embutidos, pasteles, refrescos, frituras, salsas, helados, snacks, comidas rápidas y comidas congeladas o precocidas como nuggets, lasañas y pizzas, por ejemplo.
Lea también: Dieta Mediterránea: qué es, en qué consiste y cómo hacer tuasaude.com/es/dieta-mediterraneaAsimismo, se debe mantener un peso saludable, debiendo realizar actividad física moderada de forma regular, 2 a 3 veces por semana durante 45 a 60 minutos; dormir adecuadamente, al menos entre 7 a 9 horas al día; beber alrededor de 2L de agua al día; evitar el consumo de bebidas alcohólicas y el tabaquismo, así como controlar el estrés.
2. Uso de medicamentos
Los medicamentos que pueden ser indicados para el síndrome metabólico son:
- Bajar la presión arterial, como losartán, candesartán, enalapril o lisinopril;
- Disminuir la resistencia a la insulina y reducir el azúcar en la sangre, como metforina o glitazonas;
- Reducir el colesterol y los triglicéridos, como la rosuvastatina, atorvastatina, simvastatina, ezetimiba o fenofibrato;
- Favorecer la pérdida de peso, en el que se incluyen los inhibidores del apetito, como la liraglutida, lorcaserina o fentermina, así como los inhibidores de la absorción de grasas a nivel intestinal, como el orlistat.
Estos medicamentos son prescritos por el médico cuando la persona no logra perder peso y controlar los valores alterados de glucosa, colesterol y presión arterial con los cambios en el estilo de vida.
3. Cirugía bariátrica
En algunos casos, principalmente de obesidad, el médico podría recomendar la realización de una cirugía bariátrica. Esta es un conjunto de procedimientos quirúrgicos diseñados para ayudar a las personas con obesidad severa a perder peso y mejorar su salud.
Estas intervenciones son consideradas cuando otros métodos, como cambios en la dieta y el ejercicio, no han sido efectivos y el IMC de la persona es igual o superior a 40 kg/m2 o igual o superior a 35 kg/m2 con condiciones médicas relacionadas con la obesidad. Conozca qué es, los tipos de cirugía bariátrica y sus riesgos.