El síndrome serotoninérgico es un efecto secundario grave y potencialmente mortal del uso de medicamentos serotoninérgicos, que provoca síntomas como aumento de la temperatura corporal, temblores, espasmos musculares, delirio, alucinaciones, convulsiones o pérdida del conocimiento.
Este síndrome es causado por un cambio en la dosis del medicamento, interacción farmacológica o sobredosis por el uso de medicamentos que aumentan la serotonina en el cuerpo, como fluoxetina, citalopram, escitalopram, sertralina o ácido valproico, por ejemplo.
El tratamiento del síndrome serotoninérgico debe realizarse en el hospital, lo más rápidamente posible, ya que se trata de una urgencia médica, y normalmente se realiza con la aplicación de suero intravenoso, suspender el uso del medicamento que provocó la crisis y utilizar medicación para aliviar los síntomas.
Sintomas del síndrome serotoninérgico
Los principales síntomas del síndrome serotoninérgico son:
- Temblores;
- Espasmos musculares o rigidez muscular;
- Ansiedad, agitación o irritabilidad;
- Confusión mental, desorientación, delirio o alucinaciones;
- Hipertermia, con temperatura corporal mayor a 38ºC;
- Pupilas dilatadas;
- Náuseas y diarrea;
- Aumento de la presión arterial y de los latidos cardíacos.
En casos más graves y si no se trata con urgencia, el síndrome serotoninérgico puede provocar síntomas más graves, como latidos cardíacos irregulares, pérdida del conocimiento, convulsiones, coma y muerte.
Los síntomas del síndrome serotoninérgico generalmente se desarrollan rápidamente, entre 1 y 6 horas o hasta 24 horas, después de usar el medicamento serotoninérgico.
Si aparecen síntomas del síndrome serotoninérgico, se debe acudir inmediatamente a urgencias para iniciar el tratamiento, ya que es una urgencia médica que puede poner en peligro la vida si no se trata rápidamente.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico del síndrome serotoninérgico lo realiza el médico general en el hospital mediante la evaluación de los síntomas, el historial de salud y el historial de medicación serotoninérgica, así como la realización de un examen físico.
No existe una prueba específica para el síndrome serotoninérgico, sin embargo, el médico puede solicitar pruebas adicionales para descartar afecciones con síntomas similares, como síndrome neuroléptico maligno, hipertermia maligna, meningitis o encefalitis, por ejemplo.
Por esto, el médico podrá solicitar un hemograma completo, electrolitos en sangre, pruebas de coagulación sanguínea, creatinina, transaminasas hepáticas, análisis de orina y toxicología, tomografía computarizada o resonancia magnética cerebral o una punción lumbar, por ejemplo. Vea cómo se realiza una punción lumbar.
Qué causa el síndrome
El síndrome serotoninérgico es causado por el uso inadecuado de medicamentos que aumentan la cantidad de serotonina en el cuerpo.
Esto puede ocurrir al iniciar el tratamiento con uno de estos medicamentos, aumentar la dosis, tomar más de la dosis recomendada, sufrir una sobredosis o interactuar con otros medicamentos que estimulan los receptores de serotonina.
Mezclar medicamentos con otras sustancias que potencian la acción de la serotonina, como fármacos, también puede provocar este síndrome.
El aumento de la actividad de la serotonina en el sistema nervioso central puede afectar el cerebro, los músculos y los órganos del cuerpo, pues este neurotransmisor se encarga de regular el estado de ánimo, el sueño, el apetito, la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal y las funciones cognitivas. Vea más funciones de la serotonina.
Medicamentos que aumentan la serotonina
Los principales medicamentos que aumentan la serotonina en el organismo son:
- Antidepresivos, tales como imipramina, clomipramina, amitriptilina, nortriptilina, fluoxetina, paroxetina, citalopram, escitalopram, sertralina, fluvoxamina, venlafaxina, duloxetina, nefazodona, trazodona, bupropión, mirtazapina, tranilcipromina y moclobemida;
- Medicamentos para la migraña del grupo de los triptanos, como zolmitriptán, naratriptán o sumatriptán;
- Medicamentos para la tos que contienen dextrometorfano, que es una sustancia que actúa sobre el sistema nervioso central para inhibir la tos;
- Opioides utilizados para tratar el dolor, como codeína, morfina, fentanilo, meperidina, oxicodona y tramadol;
- Medicamentos para las náuseas y los vómitos, como metoclopramida y ondansetrón;
- Anticonvulsivos, como ácido valproico y carbamazepina;
- Medicamentos para la enfermedad de Parkinson, como levodopa;
- Antibióticos, antifúngicos y antivirales, como eritromicina, ciprofloxacina, fluconazol y ritonavir;
- Drogas ilícitas como cocaína, anfetaminas, LSD y éxtasis.
Algunos suplementos naturales, como el triptófano, la hierba de San Juan y el Panax ginseng, cuando se combinan con antidepresivos, también pueden inducir el síndrome serotoninérgico.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento del síndrome serotoninérgico debe ser realizado lo antes posible, en el hospital, por un médico de cabecera y varía según la gravedad y los tipos de síntomas presentados.
Generalmente, en los casos más leves, suspender el uso del medicamento o sustancia que causó el síndrome suele ser suficiente para aliviar los síntomas.
En casos moderados a graves, la persona es monitoreada y puede recibir líquidos por vía intravenosa, oxigenoterapia, medicamentos benzodiazepínicos para tratar la rigidez muscular, convulsiones o agitación, como diazepam o lorazepam, o medicamentos para controlar la presión arterial, como esmolol, fenilefrina, norepinefrina. o epinefrina, por ejemplo.
En casos más graves, puede ser necesario tomar medicamentos que bloqueen la acción de la serotonina, como la ciproheptadina. Vea para qué sirve la ciproheptadina.
Además, la medicación que toma la persona debe ser revisada y reajustada por el médico, así como las dosis prescritas.