9 síntomas de esclerosis lateral amiotrófica (y cómo tratar)

Algunos de los posibles síntomas de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) incluyen contracciones musculares, calambres, rigidez muscular, habla arrastrada, dificultad para masticar o tragar, y pérdida del equilibrio.

La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una enfermedad neurodegenerativa que provoca la destrucción de los neuronas motoras en el cerebro y la médula espinal. Aunque sus causas no están completamente comprendidas, se cree que factores genéticos y ambientales pueden aumentar el riesgo de esta enfermedad.

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Los síntomas de la esclerosis lateral amiotrófica deben ser tratados por un equipo multidisciplinario que incluye médicos, enfermeros, psicólogos, nutricionistas y fonoaudiólogos. El tratamiento puede incluir el uso de medicamentos, fisioterapia, psicoterapia, dieta personalizada y fonoaudiología.

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Principales síntomas

Los principales síntomas de la esclerosis lateral amiotrófica son:

  • Contracciones musculares en brazos, piernas, hombros o lengua.
  • Calambres.
  • Tensión y rigidez muscular.
  • Debilidad muscular en brazos, piernas o cuello.
  • Habla arrastrada y nasal.
  • Dificultad para masticar o tragar.
  • Fatiga persistente.
  • Pérdida de masa muscular.
  • Falta de equilibrio.

A medida que la enfermedad progresa, la persona puede experimentar otros síntomas como dificultades para hablar o formar palabras, dificultad para comer y tragar, dificultad respiratoria, estreñimiento, salivación excesiva, risa y llanto involuntarios, limitación en el movimiento, confusión mental, depresión y ansiedad.

¿Cómo es el dolor en la ELA?

El dolor en la esclerosis lateral amiotrófica es neuropático y puede sentirse como choques, quemazón, punzadas o dolor persistente. Conozca cómo es el dolor neuropático.

Este dolor puede aparecer en algunas personas en forma de calambres y contracciones musculares. Asimismo, también puede deberse a la inmovilidad, especialmente cuando no se realizan ejercicios diarios y/o fisioterapia.

¿Qué enfermedades se pueden confundir con la ELA?

Algunas enfermedades que pueden confundirse con la ELA debido a síntomas similares son la miastenia gravis, esclerosis múltiple, mielopatía cervical, neuropatía motora multifocal, poliomielitis o síndrome post-polio y síndrome de Lambert-Eaton.

Cómo se confirma el diagnóstico

 El diagnóstico de la esclerosis lateral amiotrófica lo realiza el neurólogo evaluando los síntomas y signos presentados, así como el historial médico familiar y personal.

Para confirmar el diagnóstico, el médico generalmente solicita análisis de orina y sangre, así como electromiografía, un examen neurológico para evaluar la función de nervios y músculos.

Además, pueden solicitarse estudios de imagen como resonancia magnética y, en algunos casos, la realización de una punción lumbar, un procedimiento para obtener una muestra de líquido cefalorraquídeo mediante la inserción de una aguja en la columna lumbar. Vea qué es y cómo se realiza una punción lumbar.

Cómo es el tratamiento

El tratamiento de la esclerosis lateral amiotrófica puede incluir:

  • Medicamentos como riluzol y gabapentina para reducir la rigidez muscular, prevenir la muerte de neuronas motoras, retardar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida;
  • Terapia ocupacional para mejorar la calidad de vida;
  • Sesiones de fonoaudiología para mejorar la capacidad de hablar y comunicarse, así como la dificultad para comer o tragar;
  • Actividades físicas de bajo impacto como caminata, natación o bicicleta estática para mantener la fuerza y función muscular;
  • Sesiones de fisioterapia para mejorar la circulación sanguínea y respiratoria, reducir el riesgo de caídas y dolores articulares, y aumentar la independencia de la persona;
  • Dieta adaptada en cuanto a tipo, consistencia y calorías para prevenir la pérdida de peso y masa muscular;
  • Sesiones de psicoterapia para ayudar a aliviar la ansiedad y la depresión.

Los tratamientos deben ser prescritos por un equipo multidisciplinario que incluya médicos, fisioterapeutas, nutricionistas, psicólogos y fonoaudiólogos, y ayudan a retrasar la progresión de la enfermedad, mejorar la calidad de vida y prolongar la supervivencia de la persona. Vea más detalles sobre el tratamiento de la ELA.