Los síntomas de la gota son causados por la inflamación de la articulación afectada e incluyen dolor, enrojecimiento, calor e hinchazón, que pueden aparecer en los dedos de los pies o de las manos, tobillo, rodilla o codo, por ejemplo.
Aunque los síntomas desaparezcan en algunos días, puede ser necesario el tratamiento de la gota, que puede implicar el uso de medicamentos como analgésicos y corticoides. Además, si no se trata adecuadamente y los niveles de ácido úrico continúan elevados, pueden volver a ocurrir crisis de dolor y la gota puede causar deformidades y nódulos en las articulaciones.
Lea también: Ácido úrico alto: qué es, síntomas y cómo bajarlo tuasaude.com/es/acido-uricoPor lo tanto, en caso de sospecha de gota, es importante consultar a un médico general o reumatólogo para una evaluación, iniciar el tratamiento adecuado y evitar que la enfermedad progrese.
Principales síntomas
Los principales síntomas de la gota son:
- Dolor en la articulación, que surge de manera repentina;
- Enrojecimiento en el lugar del dolor;
- Hinchazón en la región afectada;
- Agravamiento del dolor al tocar la región;
- Sensación de calor en el lugar del dolor;
- Fiebre y malestar general;
- Nódulos en la piel de las articulaciones afectadas;
- Deformidades articulares;
- Dificultad para mover la articulación involucrada.
El dolor en la crisis de gota puede afectar una o más articulaciones del cuerpo, generalmente los dedos de los pies, los tobillos o las rodillas, y tiende a ocurrir por la noche o por la mañana. Además, aunque normalmente no se alivia con analgésicos como el paracetamol o la dipirona, el dolor suele remitir entre 3 y 14 días incluso sin tratamiento.
En caso de sospecha de gota, es importante consultar a un médico general o reumatólogo para una evaluación y comenzar el tratamiento adecuado, ya que, si no se trata, la gota puede causar nuevas crisis de dolor y conducir a deformidades y nódulos en las articulaciones con el tiempo.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico generalmente se confirma mediante la evaluación de un médico general o reumatólogo, teniendo en cuenta los síntomas presentes. Sin embargo, en algunos casos, se puede indicar el análisis del líquido sinovial, que es el fluido dentro de la articulación, ya que permite identificar los cristales que causan la inflamación.
Además, otros exámenes como la ecografía, la tomografía computarizada y la medición de ácido úrico en la sangre también pueden ser indicados. Conozca más sobre las causas y diagnóstico de la gota.
Cómo es el tratamiento
El tratamiento de la crisis de gota generalmente implica el uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroides, como diclofenaco e indometacina, corticosteroides orales o colchicina, que también es un tipo de antiinflamatorio. Además, también se recomienda aplicar compresas de agua fría para ayudar a aliviar los síntomas localizados durante las crisis.
Después de la crisis, pueden indicarse medicamentos para controlar los niveles de ácido úrico, como el alopurinol, y se recomiendan medidas como evitar el consumo de carnes, bebidas alcohólicas y controlar el peso para evitar nuevas crisis de dolor. Conozca más opciones de tratamiento para la gota.