Los primeros signos y síntomas de leucemia generalmente son cansancio excesivo, debilidad, pérdida de peso sin causa aparente e inflamación de los ganglios en el cuello y en la ingle. Sin embargo, los síntomas de leucemia pueden variar ligeramente de acuerdo con la evolución de la enfermedad, el tipo de células afectadas y la edad del individuo.
Por lo general, los síntomas de la leucemia tienden a ser confundidos con una simple gripe o resfriado, especialmente cuando surgen de forma repentina. Además de eso, es muy común que las personas que tienen leucemia sufran de infecciones recurrentes y que no se curan fácilmente, debido a alteraciones del sistema inmunitario característico de esta enfermedad.
El tratamiento para esta enfermedad dependerá de la edad, de la evolución de la enfermedad y tipo de leucemia que el individuo posea y debiendo iniciarse cuanto antes para aumentar las posibilidades de cura. Conozca los diferentes tipos de leucemia y su tratamiento.
Principales síntomas
Los principales signos y síntomas de leucemia son:
- Ganglios inflamados en el cuello, en las axilas y detrás del hueso del codo;
- Aumento del bazo que causa dolor en la región superior izquierda del abdomen;
- Cansancio, palidez y somnolencia;
- Infecciones recurrentes;
- Manchas moradas en la piel;
- Dolor en los huesos y en las articulaciones;
- Sangrado fácil de la nariz, encías o menstruación abundante sin causa aparente:
Otros síntomas pueden ser dolor de cabeza, náuseas o vómitos, además de visión doble y desorientación, que pueden ocurrir cuando se ve afectado el sistema nervioso central.
Test de síntomas de leucemia
Si sospecha que pueda padecer esta enfermedad, seleccione los síntomas que presenta a continuación y conozca el riesgo de padecer esta enfermedad:
El test de síntomas es solo una herramienta para guiar a la persona, no siendo utilizado como diagnóstico o para remplazar la consulta con el médico.
Síntomas de leucemia infantil
Los síntomas en los niños pueden manifestarse en cualquier fase. En este caso, el bebé o el niño pueden parecer siempre cansados, no teniendo ganas de gatear o caminar. También presentan otros síntomas como la aparición de marcas moradas en la piel fácilmente, sangrado nasal y de las encías, pérdida del apetito, infecciones recurrentes, fiebre, sudoración nocturna, dificultad para respirar, dolores de cabeza, mareos, coloración pálida de la piel.
A pesar de asustar a los padres, la leucemia en los niños tiene una buena probabilidad de curación cuando el tratamiento se realiza adecuadamente, por lo que es de suma importancia consultar inmediatamente al pediatra siempre que haya cambios en el comportamiento del niño.
Cómo realizar el diagnóstico correcto
Es importante que el diagnóstico de la leucemia se realice precozmente, evitando así que la enfermedad progrese y mejorar la calidad de vida del individuo. El principal examen para diagnosticar esta enfermedad es la hematología, en donde es posible observar si hay alguna alteración en la cantidad de glóbulos blancos, acompañada o no de una disminución en la cantidad de hematíes y de plaquetas. Además de esto, el médico también podrá solicitar exámenes bioquímicos y pruebas de coagulación.
En caso de que exista alguna alteración en los exámenes mencionados anteriormente, el médico podrá solicitar que se analice una muestra de sangre a nivel microscópico, esto permitirá identificar si hay alteraciones en los glóbulos blancos, que en caso de ser positivo, sería indicativo de que la médula ósea no está funcionando correctamente.
Para confirmar el diagnóstico definitivamente, podrá solicitarse un examen llamado mielograma, este análisis consiste en recolectar una muestra de médula ósea que luego es enviada al laboratorio para su evaluación.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento para esta enfermedad dependerá de la edad del individuo, del tipo de leucemia que el individuo posea y la evolución de la enfermedad, debiendo iniciarse cuanto antes para aumentar las posibilidades de cura.
Los tratamientos más frecuentes que se utilizan para combatir esta enfermedad son la quimioterapia- siendo esta la principal forma de tratamiento-, radioterapia, inmunoterapia, terapia dirigida con medicamentos o trasplante de médula ósea.