Los síntomas de un quiste en los ovarios incluyen dolor abdominal intenso, que puede ir acompañado de náuseas y vómitos, alteraciones en el ciclo menstrual, dificultades para concebir y dolor lumbar.
Estos síntomas suelen presentarse cuando el quiste crece, se rompe o experimenta torsión. Ante su aparición, es fundamental consultar a un ginecólogo. El especialista realizará los exámenes necesarios para confirmar la presencia y tipo de quiste, y así recomendar el tratamiento adecuado.
El quiste ovárico es un saco lleno de líquido que se forma en el interior o alrededor del ovario. Puede causar dolor, retrasos menstruales y dificultad para quedar embarazada. Para confirmar el diagnóstico, el ginecólogo puede solicitar un ultrasonido tansvaginal o una tomografía computarizada. Conozca más sobre los quistes en los ovarios.

Principales síntomas
Los principales síntomas de quiste en el ovario son:
- Dolor durante el período ovulatorio;
- dolor constante en la región abdominal;
- cólico intenso antes o durante el período menstrual;
- sensación de abdomen hinchado;
- retraso en la menstruación o menstruación irregular;
- menstruación abundante;
- dolor en la espalda;
- dolor o incomodidad durante las relaciones sexuales;
- aumento de la sensibilidad en los senos;
- sangrado fuera del período menstrual;
- dificultad para quedar embarazada;
- aumento de peso;
- sensación frecuente de estómago lleno;
- movimientos intestinales dolorosos;
- aumento de la frecuencia urinaria.
Los síntomas también pueden variar según el tipo de quiste, por lo que es necesario acudir al ginecólogo para que se realicen los exámenes necesarios para diagnosticar la presencia, tamaño y gravedad del quiste.
Test online de síntomas
Para conocer las probabilidades de tener un quiste en el ovario, seleccione los síntomas que presenta en el siguiente test:
Esta prueba de síntomas es una herramienta de orientación; no constituye un diagnóstico ni sustituye la consulta con un ginecólogo.
Confirmación del diagnóstico
El diagnóstico de quiste en el ovario lo realiza el ginecólogo a partir de la evaluación de los síntomas, el examen físico mediante la palpación del abdomen y estudios de imagen como ultrasonido transvaginal, tomografía computarizada o resonancia magnética, que permiten confirmar la presencia del quiste e indicar su tamaño y características.
El médico puede solicitar otros exámenes, como un hemograma completo para verificar la presencia de anemia debido a los sangrados, análisis de orina para descartar infección urinaria o piedras en los riñones, o un análisis microbiológico de las secreciones vaginales para descartar enfermedad inflamatoria pélvica (EPI), que puede presentar síntomas similares a los de un quiste en el ovario.
En algunos casos, el médico puede solicitar una prueba de embarazo, como la beta-HCG, para descartar un embarazo ectópico, que comparte síntomas similares. También puede recomendarse un examen de marcador tumoral, como el CA-125, para ayudar a identificar el tipo de quiste ovárico.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento para el quiste ovárico no siempre es necesario y debe ser determinado por el ginecólogo, quien evaluará el tamaño, las características del quiste, los síntomas y la edad de la paciente para decidir la mejor opción terapéutica.
Cuando el quiste no presenta características malignas ni causa síntomas, generalmente no se requiere tratamiento, pero se recomienda un seguimiento periódico para monitorear su reducción. Conozca más detalles del tratamiento para el quiste de ovario.
En casos donde se presenten síntomas, el ginecólogo puede sugerir el uso de anticonceptivos con estrógeno y progesterona para regular los niveles hormonales, o la extirpación del quiste mediante cirugía. En situaciones más graves, como torsión o sospecha de malignidad, podría ser necesario realizar una extracción total del ovario.