Los síntomas de un accidente cerebro vascular (ACV) también conocido como un derrame cerebral, pueden surgir repentinamente y dependiendo de la parte del cerebro que se ve afectada los síntomas se manifiestan de forma diferente.
Sin embargo, existen algunos síntomas que pueden ayudar a identificar esta situación rápidamente como:
- Dolor de cabeza intenso que surge repentinamente. Conozca otras causas de dolor de cabeza tipo punzada;
- Disminución de la fuerza de uno de los lados del cuerpo, siendo visible en el brazo o en la pierna;
- Rostro asimétrico donde puede observarse que la boca está torcida y la ceja caída;
- Dificultad para hablar, hablando lentamente o con un tono de voz muy bajo y muchas veces imperceptible;
- Pérdida de la sensibilidad de una parte del cuerpo, no identificando el frío o el calor, por ejemplo;
- Dificultad en permanecer de pie o de mantenerse sentado ya que el cuerpo se cae hacia uno de los lados, por lo que la persona no consigue caminar con normalidad o arrastra una de las piernas;
- Alteraciones de la visión como pérdida parcial de la visión o visión borrosa;
- Dificultad para levantar el brazo o agarrar un objeto, debido a que el brazo se queda caído;
- Movimientos fuera de lo común o descontrolados como temblores;
- Somnolencia o inclusive pérdida de conciencia;
- Pérdida de memoria y confusión mental por lo que pueden presentar un comportamiento agresivo o no ser capaces de ejecutar ordenes simples como abrir los ojos. También es posible que puedan estar desubicados en tiempo y espacio por lo que no saben indicar qué día de la semana es, la fecha o su nombre, por ejemplo;
- Náuseas y vómitos.
A pesar de esto, el ACV también puede ocurrir sin generar cualquier síntoma perceptible, siendo descubierto en exámenes de rutina o que son realizados por otros motivos. Las personas que poseen mayor probabilidad de sufrir de un ACV son aquellas que tienen la presión alta, exceso de peso o diabetes y, por esto, deben realizar consultas regulares al médico para evitar este tipo de complicación.
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En caso de sospechar que una persona está sufriendo de un ACV se debe realizar una prueba rápida que consiste en:
- Pedirle a la persona que sonría: durante un ACV la boca está torcida;
- Pedirle un abrazo: la persona probablemente tendrá dificultad para levantar los 2 brazos;
- Pedirle a la persona que cante: por lo general el ACV hace con que la víctima no hable con claridad.
Por lo general las personas que están sufriendo de un ACV no consiguen ejecutar acciones que son pedidas en este test. En presencia de estos síntomas debe llamar al número de emergencia y solicitar una ambulancia, mientras tanto debe acostar a la víctima de lado en un sitio seguro, verificando frecuentemente que la víctima continua respirando con normalidad.
En caso la víctima deje de respirar se debe iniciar el masaje cardíaco o RCP básico hasta que la ambulancia acuda al sitio y el equipo de salud se haga cargo.
Cuáles pueden ser las secuelas del ACV
Después de un ACV el individuo puede quedar con una serie de secuelas que pueden ser temporarias o muy graves como la pérdida de fuerza en el brazo y/o pierna del lado afectado pudiendo impedirle caminar, vestirse o comer por si solo.
Además de esto, otras consecuencias del ACV incluyen dificultad para comunicarse o en comprender ordenes, pueden atragantarse frecuentemente, sufrir de incontinencia, pérdida de visión o inclusive pueden presentar confusión mental y agresividad. Toda esta situación dificulta la relación tanto con la familia como con los amigos, pudiendo limitar su vida diaria.
Es muy importante saber que existen tratamientos que ayudan a disminuir las secuelas del ACV como: la realización de varias sesiones de fisioterapia para ayudar a recuperar poco a poco los movimientos de los miembros afectados; sesiones de terapia del lenguaje que ayudan a recuperar el habla y mejorar la comunicación y; sesiones de terapia ocupacional que ayudan a mejorar la calidad de vida y el bienestar del individuo.
Para evitar estas secuelas lo más importante es impedir que el ACV ocurra, por lo que se deben adoptar medidas para reducir el riesgo de sufrir uno como mantener un peso adecuado, llevar una alimentación equilibrada, realizar actividad física, evitar el cigarrillo, entre otros. Conozca cómo prevenir el riesgo de padecer un ACV.