Infección intestinal: síntomas y qué debe comer

La infección intestinal suele surgir tras el consumo de alimentos o agua contaminados por bacterias, parásitos o virus, pudiendo ocasionar el surgimiento de algunos síntomas como fiebre, dolor abdominal, vómitos y diarreas frecuentes, siendo más común en personas que tienen un sistema inmunitario más débil, como es el caso de los niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.

En la mayoría de los casos, la infección intestinal se combate únicamente con reposo, ingesta de líquidos y con una dieta de fácil digestión, sin embargo es importante consultar al médico si los síntomas no desaparecen al cabo de 2 días, en el caso de los niños, o a los 3 días en el caso de los adultos.

Es posible evitar la infección intestinal mejorando los hábitos de higiene, tanto personal como alimentario, por lo que se recomienda lavarse las manos después de ir al baño y lavar bien los alimentos antes de ingerirlos.

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Principales síntomas

Los principales síntomas de una infección intestinal son:

  • Cólicos y dolor abdominal;
  • Diarrea, pudiendo presentar sangre en las heces;
  • Vómitos;
  • Dolor de cabeza;
  • Aumento de gases;
  • Pérdida del apetito;
  • Náuseas;
  • Fiebre.

Es importante recordar que los síntomas de infección intestinal son más graves y preocupantes en niños y adultos mayores, ya que tienen un sistema inmunológico más frágil, lo cual puede favorecer una proliferación más rápida del microorganismo y hacer que la infección sea más grave, aumentando el riesgo de pérdida de peso y de deshidratación.

Estos síntomas de infección intestinal pueden surgir después del consumo de alimentos contaminados o hasta 3 días después, variando de acuerdo al tipo de microorganismo, gravedad de la infección, edad y estado de salud de la persona.

Qué puede causar una infección intestinal

La infección intestinal puede ocurrir por la presencia de microorganismos en los alimentos o el agua, siendo los principales:

  • Bacterias: Salmonella spp., Escherichia coli, Listeria spp., Bacillus cereus, Clostridium perfringens, Staphylococcus aureus;
  • Parásitos: Giardia lamblia, Entamoeba histolytica, Toxoplasma gondii;
  • Virus: virus de la hepatitis A, rotavirus, norovirus.

Las personas con un sistema inmunitario débil, como los pacientes de sida o en tratamiento contra el cáncer, los niños, las mujeres embarazadas y los adultos mayores tienen más probabilidades de tener una infección intestinal, ya que tienen un sistema inmunitario debilitado, por lo que el agente infeccioso puede proliferar más fácilmente.

Además, las personas que tienen gastritis o acidez estomacal o que usan medicamentos para controlar la acidez del estómago, como el Omeprazol, tienen mayor riesgo de tener una infección intestinal, ya que la acidez del estómago se reduce y es más difícil combatir los virus y las bacterias.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la infección intestinal tiene como objetivo aliviar los síntomas, y se recomienda que la persona permanezca en reposo, beba abundantes líquidos y se realice una dieta ligera y de fácil digestión. 

Además, no se recomienda que la persona tome medicamentos para la diarrea sin orientación del médico, ya que esto evita que se elimine el agente infeccioso, lo que puede prolongar los síntomas y ocasionar complicaciones.

En algunos casos, el médico puede indicar el uso de medicamentos para aliviar el dolor abdominal y el malestar general; así como antibióticos en los casos donde la infección haya sido causada por una bacteria. También puede estar indicado el uso de medicamentos probióticos para restaurar la flora bacteriana y así regular el funcionamiento del intestino y combatir la infección. Conozca más sobre el tratamiento para una infección intestinal.

Dieta para la infección intestinal

A continuación se indican que alimentos puede ingerir o debe evitar durante la infección intestinal:

Qué se debe comer en una infección intestinal

Los alimentos que se deben incluir en la dieta para mejorar la infección intestinal deben ser de fácil digestión, como:

  • Frutas cocidas, sin semillas y sin piel, como manzana, pera, banana verde, plátano macho verde, durazno y maracuyá, pudiendo ser cocidas, machacadas, en puré, compotas o en forma de jugo; 
  • Vegetales cocidos o al vapor y sin cáscara, como la zanahoria, el calabacín, la calabaza, el chayote y ejote sin hilos, pueden consumirse cocidos, machacados, en puré o en sopa;
  • Cereales no integrales, como el arroz blanco, pastas, pastina, cuscús, galletas de agua y sal bajas en grasas, tostadas, pan blanco y preparaciones con harina de trigo o de maíz;
  • Carnes bajas en grasa, como el pollo, pavo y pescados blancos como el merluza o lenguado, debiendo prepararse a la plancha o hervidos y cortarse en pequeños trozos o consumirse desmenuzado;
  • Tés calmantes como el de manzanilla, tilo o toronjil sin azúcar;
  • Lácteos como yogur natural y quesos blancos como ricotta o requesón, ya que son bajos en grasa y de fácil digestión.

A medida que la infección intestinal va pasando, es posible ir incorporando otros alimentos de forma progresiva y según la tolerancia de cada persona.

También es importante mantenerse hidratado, por lo que debe ser ingerido abundantes líquidos, como agua de coco, sueros de rehidratación oral o suero casero. Vea cómo preparar el suero casero.

Qué alimentos no se deben comer

Mientras la diarrea dure se debe evitar el consumo de vegetales, verduras y frutas con cáscara y semillas, ya que ellos son ricos en fibras que irán a aumentar el tránsito intestinal y favorecerán la diarrea, debiendo irse incorporando nuevamente en la dieta de forma progresiva según la tolerancia de cada persona. También deben ser evitados los alimentos picantes, bebidas con cafeína como el café, té negro, verde y mate, la pimienta y cualquier tipo de salsa tipo ketchup o mayonesa, por ejemplo.

Asimismo, se debe evitar el consumo de alimentos ricos en grasas, como las carnes rojas, mantequilla, leche, quesos amarillos o ricos en grasas, tocino, salchichas y alimentos procesados, ya que el exceso de grasa también facilita el tránsito intestinal y dificulta la digestión.

Además de esto, se deben evitar alimentos que favorezcan la formación de gases como el repollo, frijoles, lentejas, garbanzos, maíz, guisantes, brócoli, repollo, col de bruselas, coliflor, cebolla, ajo, espárragos postres ricos en azúcar, jugos pasteurizados, bebidas gasificadas y avena, pues podrían empeorar los cólicos abdominales.

¿Puedo comer huevo si tengo infeccion estomacal?

Los huevos podrían causar malestar abdominal en algunas personas, por lo que si este es su caso, debe evitar su ingestión. Además, los huevos favorecen la producción de sulfato de hidrógeno por las bacterias intestinales, una sustancia responsable por hacer que los gases sean más olorosos.

Cómo prevenir infecciones intestinales

Para prevenir infecciones intestinales es importante tener un buen cuidado de la higiene personal y de los alimentos, como por ejemplo:

  • Lavarse bien las manos después de ir al baño o tocar animales domésticos;
  • Lavarse bien las manos antes y después de agarrar cualquier alimento;
  • Evitar el consumo de carnes, pescados y huevos crudos o que no estén bien cocidos;
  • Consumir agua filtrada o hervida.

En cuanto a que los síntomas de la infección alimentaria estén presentes, es importante evitar preparar alimentos para otras personas, para prevenir que ellas también se enfermen. Además de esto se debe evitar consumir alimentos que más causan infecciones intestinales como sushi o huevos mal cocidos. Vea algunos alimentos que pueden causar dolor abdominal

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