Varicela: qué es, síntomas y tratamiento

La varicela, también llamada viruela loca, es una enfermedad causada por el virus varicela-zóster, que provoca síntomas y signos como manchas rojas en el cuerpo, ampollas con líquido, picazón intensa, costras en la piel y fiebre.

Los síntomas de la varicela generalmente aparecen entre 4 y 16 días después del contacto con alguien que tiene la enfermedad, afectando especialmente a los niños, pero también puede afectar a adultos de todas las edades.

Cuando aparezcan los primeros síntomas indicativos de varicela, es importante consultar al médico general o pediatra para que se realice el diagnóstico e inicie el tratamiento lo antes posible, que incluye el uso de medicamentos orales, pomadas y algunos cuidados personales.

Principales síntomas

Los principales síntomas de la varicela son:

• Fiebre;
• Surgimiento de manchas rojas y/o pequeñas ampollas que pueden contener líquido;
• Surgimiento de heridas en la piel;
• Cansancio;
• Falta de apetito;
• Malestar general.

Las ampollas de la varicela pueden aparecer primero en el pecho, la espalda y la cara, y luego extenderse por todo el cuerpo, como en la boca, los párpados o el área genital. Generalmente, toma aproximadamente una semana para que las ampollas se transformen en costras.

Síntomas de varicela en bebés

Los síntomas de la varicela en el bebé son los mismos citados anteriormente, pero también puede surgir tos y secreción nasal antes del surgimiento de las ampollas. En bebés menores de 1 año de edad, normalmente los síntomas son leves, provocando solo pocas ronchas en la piel.

Varicela en el embarazo  

Cuando se contrae en las primeras 28 semanas de embarazo, la varicela puede aumentar el riesgo de que el bebé desarrolle el síndrome de varicela congénita.

Este síndrome se caracteriza por el bajo peso del bebé al nacer, cicatrices, engrosamiento y enrojecimiento de la piel en diversas partes del cuerpo, y desarrollo incompleto o atrofia de algunos dedos de las manos y/o pies.

El bebé con síndrome de varicela congénita también puede presentar problemas oculares y en el sistema nervioso central. Sin embargo, la forma en que el bebé será afectado varía según el período del embarazo en que la mujer adquirió la varicela.

Cómo se realiza el diagnóstico  

El diagnóstico de la varicela lo realiza el pediatra o médico general, mediante la evaluación de los síntomas y signos que presenta la persona.

Para confirmar el diagnóstico, el médico también puede solicitar pruebas serológicas como el test ELISA, aglutinación por látex, inmunofluorescencia indirecta y reacción en cadena de la polimerasa (PCR).

Cómo se contagia la varicela

El contagio de la varicela se produce a través del contacto con gotitas de saliva, tos o estornudo del individuo que esté infectado y con el contacto directo con el líquido de las ronchas.

El individuo es capaz de transmitir el virus alrededor de 1 a 2 días antes de que surjan las ronchas hasta que todas las ampollas se revienten y formen una costra. En este período se debe mantener la distancia de otras personas y evitar espacios públicos.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento para la varicela puede realizarse con el uso de medicamentos orales, pomadas, cremas o lociones y cuidados personales.

1. Medicamentos orales  

Medicamentos orales como paracetamol y dipirona pueden ser indicados por el médico para el tratamiento de la fiebre. Además, los antialérgicos orales pueden ser prescritos para aliviar la picazón en la piel.

Asimismo, para personas con riesgo de agravamiento de la varicela, el médico puede indicar el tratamiento con aciclovir, un antiviral que debe ser administrado por vía intravenosa en las primeras 24 horas después del inicio de los síntomas.

Personas con riesgo de desarrollar complicaciones con la varicela también pueden recibir inmunoglobulina intramuscular contra varicela-zóster para ayudar a prevenir la enfermedad.

2. Pomadas, cremas o lociones  

Aplicar pomadas, cremas o lociones, como povidona, antialérgico o clorhexidina en las ampollas, ayuda a evitar infecciones, aliviar la picazón y facilitar la cicatrización.

Lociones y geles de calamina también pueden ser recomendados para refrescar la piel y aliviar la picazón.

3. Cuidados personales  

Algunos cuidados personales, como beber mucha agua, tomar baños con agua fría, mantener las uñas bien cortas, lavarse las manos varias veces al día y evitar alimentos salados y ácidos, ayudan a evitar agravar las lesiones en la piel, calmar la picazón y reducir el riesgo de infección de las ampollas.

Algunos médicos también recomiendan el baño con permanganato de potasio, un medicamento antiséptico que ayuda a secar la piel, aliviar la picazón y facilitar la cicatrización de las heridas.

Durante el tratamiento de la varicela, es importante evitar al máximo el contacto con otras personas para disminuir el riesgo de transmisión.

Vacuna contra la varicela

La vacuna contra la varicela atenúa el virus y previene la forma más grave de la enfermedad. Por lo que si el individuo se encuentra vacunado y se contagia con el virus, desarrollará una forma mucho más leve de la enfermedad, presentando menos ampollas típicas de la varicela, hasta el punto de que a veces ni siquiera se le llega a diagnosticar.

La vacuna puede ser administrada a partir de los 12 meses de edad y una segunda dosis entre los 15 y 24 meses de edad. La vacuna de la varicela forma parte del calendario básico de vacunación de los niños, ofrecida por el sistema de salud y debe ser aplicada generalmente a los 15 meses de edad.

Posibles complicaciones

Las posibles complicaciones de la varicela son infección bacteriana en la piel, neumonía, encefalitis y celulitis.

Las complicaciones de la varicela pueden surgir principalmente en bebés, adolescentes, adultos, mujeres embarazadas y personas con el sistema inmunológico comprometido, como en el caso de personas con VIH/SIDA, cáncer, que han recibido trasplantes, están en tratamiento de quimioterapia o usan medicamentos inmunosupresores o esteroides.

¿Quién tuvo varicela puede tener herpes zóster?  

Sí, quien tuvo varicela puede tener herpes zóster, pudiendo surgir principalmente cuando el sistema inmunológico de la persona está debilitado, debido a situaciones como estrés, enfermedades autoinmunes o el uso de algunos medicamentos, por ejemplo. Conozca más sobre la culebrilla.