Qué es:
El sistema linfático es un conjunto de órganos, tejidos, vasos y canales que se distribuyen por el cuerpo para ayudar a filtrar y remover el exceso de líquidos e impurezas del organismo.
Además, el sistema linfático también contribuye para la formación de las células de defensa del organismo, como los linfocitos, que son responsables de la defensa y combate de microorganismos que pueden causar enfermedades.
Evitar el contacto con productos químicos como agrotóxicos o productos de limpieza, beber bastante aguda y mantener un estilo de vida saludable, así como una alimentación balanceada y la práctica de actividad física regular, son medidas importantes que ayudan a mantener el sistema linfático saludable y prevenir enfermedades.
Funciones y anatomía del sistema linfático
La principal función del sistema linfático es recolectar y filtrar el exceso de líquido del cuerpo a través de la linfa, y después transferirlo a la sangre. Otras funciones del sistema linfático incluyen:
- Absorber grasa del intestino y transportarlo a la sangre, contribuyendo a la producción de linfocitos y el desarrollo de la inmunidad;
- Transportar y remover residuos y células "defectuosas" del organismo.
El sistema linfático es una parte importante del sistema inmunológico, produciendo y liberando linfocitos y otras células de defensa que combaten bacterias, virus, parásitos y hongos, ayudando a la prevención de varios tipos de enfermedades, como cáncer, gripe y resfriado.
1. Linfa
Es un líquido transparente formado por agua, nutrientes y sustancias producidas por las células, como hormonas y enzimas, el cual recorre a través de la circulación linfática.
Función: la linfa ayuda a drenar el exceso de agua y residuos del organismo, además de transportar los glóbulos blancos hacia todo el cuerpo, ayudando a combatir infecciones.
2. Capilares y vasos linfáticos
Los capilares son pequeños vasos linfáticos finos que colectan la linfa, y a medida que recorren el camino para llevarla al corazón, aumentan de tamaño y forman los vasos linfáticos.
Función: los capilares y los vasos linfáticos colectan y llevan la linfa para ser filtrada en los nódulos linfáticos. Al final del trayecto y filtración, los vasos linfáticos liberan la linfa en los ductos torácicos, estructuras que van desde el abdomen al cuello.
3. Conductos linfáticos
Son grandes canales linfáticos, conocidos como conducto torácico y conducto linfático derecho, donde drena la circulación linfática antes de llegar al torrente sanguíneo.
Función: el conducto torácico recolecta y conduce la mayor parte de la linfa del cuerpo para la sangre, ayudando a mantener el volumen sanguíneo y la presión arterial normales, además de evitar la acumulación de líquido, conocido como edema.
4. Órganos linfáticos
Son órganos distribuidos a lo largo del trayecto de los vasos linfáticos, los cuales presentan diversos tamaños, estructuras y funciones, que pueden ser estimulados siempre que haya una infección o inflamación. Los principales son:
- Médula ósea: es una estructura localizada dentro de ciertos huesos, los cuales tienen la función de formar diversas células que componen la circulación del cuerpo, incluyendo los linfocitos, que son las células de defensa del sistema linfático.
- Timo: es una glándula localizada en la parte superior del tórax, que tiene la función de desarrollar y proliferar los linfocitos T procedentes de la médula ósea para luego dirigirse a otros tejidos linfoides, donde se vuelven activos para la respuesta inmune.
- Bazo: es un órgano linfático situado en la parte superior izquierda del abdomen, responsable por el almacenamiento y maduración de linfocitos, además de filtrar la sangre, eliminando microorganismos y células envejecidas.
- Apéndice: el apéndice contiene tejido linfoide que ayuda a combatir a las bacterias antes de que lleguen al intestino. Además, se cree que el apéndice también almacena bacterias benéficas, ayudando a equilibrar la flora intestinal después de una infección.
Existen las amígdalas y las adenoides, que son aglomerados de nódulos linfáticos situados en la boca, región inferior de la lengua y faringe, además de las placas de Peyer, las cuales están situadas en el intestino y también son responsables por producir células del sistema inmune y de ayudar en la protección contra microorganismos.
5. Nódulos linfáticos
Los nódulos linfáticos son pequeñas glándulas que se encuentran en regiones como la axila, ingles y cuello, que son responsables de filtrar la linfa, removiendo bacterias, virus y células cancerígenas, además de producir y almacenar linfocitos y otras células del sistema inmunológico que combaten los microorganismos presentes en la linfa.
Para qué sirve el drenaje linfático
El drenaje linfático es un procedimiento que consiste en realizar un masaje con movimientos suaves, el cual tiene como objetivo estimular y facilitar la circulación de la linfa por sus vasos y llegar de forma más rápida al torrente sanguíneo.
Como el sistema linfático no tiene un bombeo, como el realizado por el corazón en el torrente sanguíneo, este masaje podría ayudar a retornar la linfa, principalmente en personas que sufren de fragilidad de estos vasos y que tienen una tendencia a acumular líquidos en los tejidos. Este procedimiento, cuando se realiza con la técnica correcta, puede ser útil para eliminar cualquier tipo de hinchazón en el rostro o en el cuerpo.
Vea cuáles son los beneficios del drenaje linfático y cuándo está indicado.
Principales enfermedades del sistema linfático
Algunas situaciones pueden provocar alteraciones en el funcionamiento del sistema linfático, resultando en enfermedades, como:
1. Filariasis
La filariasis, también conocida como elefantiasis, es una de las principales enfermedades del sistema linfático causada por el parásito Wuchereria bancrofti, que es contagiado a la personas por medio de la picadura del mosquito del género Culex sp.
En esta enfermedad, el parásito lesiona los vasos linfáticos y bloquea el flujo de la linfa, causando inflamación del órgano que tuvo obstrucción en la circulación.
2. Cáncer
Algunos tipos de cáncer pueden presentarse en los vasos y órganos de la circulación linfática, como el linfoma, un tipo de cáncer en el que la multiplicación de los linfocitos está aumentada, comprometiendo la circulación linfática y dando como resultado la formación del tumor, pudiendo llevar a síntomas, como malestar, comezón y pérdida de peso. Conozca otros síntomas y las principales causas de linfoma.
Además, algunos tipos de cáncer también pueden bloquear los canales linfáticos, alterando la circulación de la linfa.
3. Alergias
Las alergias son reacciones del organismo contra sustancias, como polvo, polen y humo de cigarro, pudiendo causar situaciones como rinitis alérgica, asma, conjuntivitis y dermatitis.
Las alergias se producen cuando el organismo aumenta la producción de las células de defensa para intentar combatir las sustancias, produciendo inflamación y síntomas como estornudos, escurrimiento nasal, nariz tapada o dificultad para respirar.
4. Nódulos linfáticos aumentados
Los nódulos linfáticos aumentan debido a infecciones como faringitis, mononucleosis o infección por VIH, e incluso pueden estar aumentados debido a una infección o cáncer.
La linfadenitis es una inflamación causada por microorganismos en los nódulos o glándulas linfáticas que hacen que se inflamen y tengan una textura blanda.
5. Malformación del sistema linfático
Malformaciones del sistema linfático también pueden causar alteraciones en la circulación de la linfa, pudiendo suceder debido a alteraciones en los vasos o ganglios. Al perjudicar la circulación de la linfa hacia el torrente sanguíneo, estas situaciones pueden causar linfedema, que es la hinchazón generada por la acumulación de linfa y líquido en el cuerpo.
6. Lesiones en órganos del sistema linfático
Lesiones en órganos del sistema linfático, como la médula ósea, bazo y nódulos linfáticos, causadas por golpes o como consecuencia de tratamientos con medicamentos también pueden alterar la circulación linfática.
Mujeres que en tratamiento de cáncer de mama con radioterapia o remoción de los ganglios linfáticos de la región axilar, por ejemplo, pueden presentar alteraciones en la capacidad de drenaje linfático.
Cuándo acudir al médico
Es importante procurar la orientación de un médico al presentar cansancio extremo o signos como hinchazón por mucho tiempo, sin causa aparente o que dificulte las actividades diarias, hasta pérdida de peso o fiebre.