Qué es:
El sonambulismo es un trastorno que se produce durante la fase más profunda del sueño. La persona que es sonámbulo parece que está despierta porque se está moviendo y tiene los ojos abiertos, pero continúa dormida y no puede controlar exactamente lo que hace, y cuando se despierta, por lo general no recuerda nada de lo que pasó.
El sonambulismo tiene un factor familiar involucrado y todos los adultos que se ven afectados presentaron inicio de los síntomas en la infancia, entre los 3 y los 7 años de edad, durante el período escolar.
Normalmente, el sonambulismo se cura solo, desapareciendo en la adolescencia; sin embargo, en ciertas personas pueden aparecer episodios más tarde, pudiendo ser necesario consultar a un especialista del sueño o a un psicólogo para identificar una posible causa e iniciar el tratamiento más adecuado.
Posibles causas
Las causas del sonambulismo aún no se conocen totalmente, pero se sabe que puede estar relacionado con una cierta inmadurez del sistema nervioso, siendo por esta razón más común en niños y adolescentes.
Asimismo, el sonambulismo también parece ser más frecuente en personas con los siguientes factores de riesgo:
- No dormir al menos 7 horas al día;
- Estar atravesando por un período de mucho estrés;
- Uso de algunos tipos de medicamentos, especialmente antidepresivos;
- Tener otro trastorno del sueño, como apnea del sueño.
La mayoría de las veces, la persona tiene pocos episodios de sonambulismo en la vida, pero cuando el padre, la madre y los hermanos también se ven afectados, el individuo puede tener episodios más frecuentes que perduran en la vida adulta.
Síntomas de sonambulismo
Difícilmente la misma persona descubrirá que es sonámbulo, pues aunque parezca estar despierta, continúa dormida y no es consciente de sus acciones. Por lo general, son otros miembros de la familia que descubren que hay un sonámbulo en la casa, porque ya lo han encontrado medio despierto sentado, hablando o rondando por las habitaciones de la casa.
Los signos que pueden ayudar a identificar a un sonámbulo, además de caminar durante el sueño, incluyen:
- Hablar durante el sueño, pero sin lograr responder lo que se le pregunta directamente;
- No tener recuerdo de lo que sucedió al despertar;
- Tener comportamientos inapropiados durante el sueño, como orinar en el dormitorio;
- Dificultad para despertarse durante el episodio de sonambulismo;
- Ponerse violento cuando alguien intenta despertarlo.
Como no puede controlar lo que hace, la persona que sufre de sonambulismo puede, en algunas ocasiones, generar riesgos para su propia salud, pudiendo salir a la calle dormida o provocar lesiones a los demás, ya que puede volverse violenta al intentar ser despertada. Así, lo ideal es que el sonámbulo duerma en una habitación con la puerta cerrada y sin objetos peligrosos.
Por lo general, no se necesitan pruebas especiales para confirmar una situación de sonambulismo, ya que el médico especialista del sueño puede llegar al diagnóstico solo con los relatos de los familiares o amigos.
Cómo se realiza el tratamiento
No existe un tratamiento específico para el sonambulismo, por esto, al identificar que una persona es sonámbula, es importante cuidar su seguridad, manteniendo las puertas y las ventanas debidamente cerradas durante la noche, para evitar que salga de la casa sola, y protegiendo los escalones o desniveles de la casa, para evitar caídas y lesiones.
Asimismo, no se recomienda intentar despertar a la persona durante un episodio de sonambulismo, porque esto puede ser difícil y el individuo puede despertarse muy atemorizado, pudiendo presentar dificultad para dormirse nuevamente, por miedo a que el episodio se repita.
La mejor forma de manejar la situación es hablarle con calma al individuo y decirle que es tarde, que es hora de descansar y que debe volver a la cama. Se puede tocar a la persona y cariñosamente llevarla de regreso a su habitación, pues aunque no se despierte, será capaz de cumplir con este pedido y volver a dormirse normalmente.