Los estafilococos son bacterias grampositivas de forma redondeada que se agrupan en racimos, similar a un racimo de uvas. Estas bacterias pueden encontrarse de manera natural en la piel y las mucosas, sin causar ningún tipo de enfermedad.
Sin embargo, cuando el sistema inmunológico está poco desarrollado, como en el caso de los recién nacidos, o está debilitado, debido al tratamiento de quimioterapia o a la vejez, por ejemplo, las bacterias del género Staphylococcus pueden ingresar al cuerpo y causar enfermedades.
Las especies de estafilococos se pueden clasificar en dos grupos según la presencia o ausencia de la enzima coagulasa. Las especies que poseen esta enzima se denominan estafilococos coagulasa positivos, siendo Staphylococcus aureus la única especie de este grupo. Por otro lado, las especies que no la poseen se denominan estafilococos coagulasa negativos, entre las cuales destacan Staphylococcus epidermidis, Staphylococcus saprophyticus y Staphylococcus haemolyticus.
Especies de estafilococos
Las principales especies de estafilococos son:
1. Staphylococcus aureus
El Staphylococcus aureus, o S. aureus, se encuentra normalmente en la piel y las mucosas de las personas, principalmente en la boca y la nariz, sin causar enfermedades. Sin embargo, cuando el sistema inmunológico está debilitado, S. aureus puede ingresar al organismo y provocar infecciones que van desde leves, como la foliculitis, hasta graves, como la sepsis, que pueden poner en riesgo la vida.
S. aureus puede entrar en el organismo a través de heridas o agujas, especialmente en personas hospitalizadas, aquellas que usan drogas inyectables o que necesitan administrarse penicilina regularmente. También puede transmitirse de persona a persona por contacto directo o por gotitas en el aire al toser o estornudar.
Principales síntomas: los síntomas de la infección por S. aureus varían según el tipo de infección, la forma de contagio y la condición de la persona. Así, cuando la bacteria prolifera en la piel, pueden aparecer dolor, enrojecimiento e hinchazón. Por otro lado, síntomas como fiebre alta, dolor muscular, dolor de cabeza y malestar general suelen indicar que la bacteria ha entrado en el torrente sanguíneo.
Cómo es el tratamiento: el tratamiento de la infección por Staphylococcus aureus varía de acuerdo con su perfil de sensibilidad a los antibióticos, los cuales pueden variar según la persona y el hospital en el que se encuentre, si este fuera el caso. Asimismo, el médico toma en cuenta el estado de salud de la persona y los síntomas que presenta, aparte de otras infecciones que puedan existir.
Normalmente, el médico recomienda el uso de meticilina, vancomicina u oxacilina de 7 a 10 días.
2. Staphylococcus epidermidis
El Staphylococcus epidermidis, o S. epidermidis, normalmente está presente en la piel y no provoca ningún tipo de infección. Sin embargo, S. epidermidis puede considerarse oportunista, ya que es capaz de provocar enfermedades cuando el sistema inmunológico está debilitado o poco desarrollado, como en el caso de los recién nacidos, por ejemplo.
S. epidermidis es uno de los principales microorganismos aislados de pacientes hospitalizados, ya que está presente de forma natural en la piel, y su aislamiento muchas veces se considera como contaminación de la muestra. Sin embargo, se ha relacionado con una gran cantidad de infecciones en ambientes hospitalarios debido a su capacidad para colonizar dispositivos intravasculares, grandes heridas, prótesis y válvulas cardíacas.
Principales síntomas: los síntomas de la infección por S. epidermidis normalmente surgen cuando la bacteria se encuentra en el torrente sanguíneo, pudiendo haber fiebre alta, dolor de cabeza, malestar, falta de aire o dificultad para respirar y disminución de la presión arterial.
Cómo es realizado el tratamiento: el tratamiento de la infección por S. epidermidis varía de acuerdo con el tipo de infección y las características del microorganismo aislado. En caso de que la infección esté relacionada con la colonización de dispositivos médicos, por ejemplo, es indicado el cambio del dispositivo, eliminando así la bacteria.
Cuando la infección es confirmada, el médico también puede indicar el uso de antibióticos, como vancomicina y rifampicina, por ejemplo.
3. Staphylococcus saprophyticus
El Staphylococcus saprophyticus, o S. saprophyticus, así como el S. epidermidis, es considerado un estafilococo coagulasa negativo, razón por la que es necesaria la realización de otros exámenes para diferenciar estas dos especies, como por ejemplo la prueba de la novobiocina, que es un antibiótico al que el S. saprophyticus normalmente presenta resistencia y el S. epidermidis presenta sensibilidad.
Esta bacteria puede encontrarse naturalmente en la piel y en la región genital sin causar ningún tipo de síntomas. No obstante, cuando hay un desequilibrio en la microbiota de la región genital, el S. saprophyticus puede causar infección urinaria, principalmente en mujeres, pues esta bacteria es capaz de adherirse a las células del sistema urinario en mujeres en edad reproductiva.
Principales síntomas: los síntomas de la infección por S. saprophyticus son los mismos de una infección urinaria, presentándose dolor y dificultad para orinar, orina turbia, sensación de no poder vaciar por completo la vejiga y fiebre baja persistente.
Cómo es realizado el tratamiento: el tratamiento de la infección por S. saprophyticus es realizado mediante antibióticos, como por ejemplo el trimetoprima. Sin embargo, el tratamiento con antibióticos solo debe ser indicado por el médico ante la presencia de síntomas, pues en caso contrario puede favorecer al surgimiento de bacterias resistentes.
4. Staphylococcus haemolyticus
El Staphylococcus haemolyticus pertenece al grupo de estafilococos coagulasa negativos y se encuentra de forma natural en la piel, sin representar un riesgo para la salud en condiciones normales. Sin embargo, cuando el sistema inmunológico está debilitado, como en pacientes hospitalizados, S. haemolyticus puede proliferar de manera anormal, provocando infecciones y complicaciones.
La causa más común de estas infecciones está relacionada con la contaminación de dispositivos médicos, como marcapasos, catéteres para diálisis peritoneal, prótesis de válvulas cardíacas o catéteres venosos. Estas infecciones pueden ser especialmente graves en pacientes con dispositivos implantados, ya que el estafilococo aprovecha estas superficies para adherirse y multiplicarse.
En estos casos, S. haemolyticus puede desarrollar una capa protectora (biofilm) que lo hace resistente a los antibióticos de uso común, dificultando el tratamiento y prolongando la duración de la infección. Esto aumenta el riesgo de complicaciones graves, sobre todo en procedimientos postquirúrgicos, como cirugías cardíacas y torácicas, y en casos de infección del pie diabético.
Lea también: Pie diabético: qué es, síntomas y tratamiento tuasaude.com/es/pie-diabeticoPrincipales síntomas: los síntomas de la infección por S. haemolitycus dependerán del material protésico infectado, pudiendo encontrarse, salida de pus, enrojecimiento, dolor, sensibilidad aumentada en el lugar donde se encuentra la prótesis y fiebre.
Cómo es realizado el tratamiento: el tratamiento de la infección por S. haemolyticus se lleva a cabo mediante el uso de antibióticos a los que la bacteria aún no ha desarrollado resistencia. Entre los medicamentos efectivos se incluyen linezolid, rifampicina, trimetoprim con sulfametoxazol y vancomicina. La selección del antibiótico y la dosis adecuada dependen de la evaluación médica, tomando en cuenta la gravedad de la infección.
Dado que la contaminación de dispositivos médicos es una causa frecuente de infección, el tratamiento se enfoca en la retirada del material o dispositivo posiblemente infectado, y el médico evaluará la necesidad de reemplazarlo. Sin embargo, debido a los riesgos y la complejidad de este procedimiento, en algunos casos se opta por tratar la infección con antibióticos, dejando la posibilidad de una segunda intervención para el futuro si es necesario.