Los suplementos de hierro son indicados para prevenir y tratar la anemia en personas con grandes necesidades de hierro, como en el caso de bebés, niños, mujeres embarazadas o que se encuentran amamantando.
Asimismo, el suplemento de hierro es también recomendado para prevenir o tratar la anemia en personas con dificultades en la absorción de hierro o con altas necesidades de este mineral, como en los casos de enfermedad renal crónica, quemaduras, algunos tipos de cáncer o menstruación abundante, por ejemplo.
Estos suplementos pueden comprarse en las farmacias convencionales en forma de comprimidos, solución, gotas o inyecciones, con algunos nombres comerciales de Ferricol, Ferrotemp, Hi-Dex, Dunox Pro, Ferranina y Ferrinat, cuya dosis y tiempo de tratamiento varía de acuerdo con la edad de la persona, etapa de la vida, causas de anemia, debiendo ser utilizado bajo orientación del médico.
Cuándo es indicado
Los suplementos de hierro pueden recomendarse para prevenir la deficiencia de hierro en personas que tienen un alto riesgo de anemia ferropénica, como es el caso de bebés, niños, mujeres embarazadas y mujeres que están amamantando. Vea qué es la anemia ferropénica y cómo identificarla.
También pueden recomendar suplementos de hierro para prevenir o tratar la anemia en personas que siguen una dieta pobre en hierro, tienen dificultades para absorber el hierro o tienen altas necesidades de este mineral. Esto puede ocurrir en las siguientes situaciones:
- Enfermedad renal crónica;
- Algunos tipos de cáncer;
- Hemorragia excesiva durante la menstruación o después del parto;
- Quemaduras;
- Infecciones parasitarias;
- Hemorragias;
- Cirugías bariátricas.
La suplementación de hierro varía según la etapa de la vida, la edad de la persona, las posibles causas y la gravedad de la anemia, por lo que debe realizarse solo bajo la recomendación de un médico.
Cómo tomar y por cuánto tiempo
La dosis recomendada de suplementos de hierro y la duración del tratamiento varía de acuerdo a la edad, al peso y la gravedad de la anemia o del problema a tratar. Sin embargo, la dosis de hierro que suele recomendarse es:
- Adultos: 120 mg/día de hierro;
- Personas mayores: 15 mg/día de hierro;
- Niños: 3 a 5 mg de hierro/kg de peso corporal por día;
- Embarazadas: 60 a 120 mg de hierro asociado a 400 mcg de ácido fólico por día.
El uso de suplementos orales de hierro para el tratamiento de la anemia generalmente dura alrededor de 6 meses, después de que se hayan corregido los valores de hemoglobina en la sangre. Por otro lado, el tratamiento de la anemia con inyecciones se realiza de 1 a 3 veces por semana.
Los suplementos de hierro deben ingerirse preferiblemente 1 hora antes o 2 horas después de las comidas, ya que los fosfatos, fitatos y taninos presentes en algunos alimentos pueden dificultar la absorción del hierro. Además, estos suplementos no deben tomarse junto con antibióticos, antiácidos, productos lácteos y bebidas con cafeína, como café, té negro o mate, por ejemplo.
Dado que los alimentos ácidos mejoran la absorción del hierro, se puede tomar este suplemento con medio vaso de jugo de naranja, limón, maracuyá, acerola o caju, por ejemplo. Vea cómo deber ser la dieta para la anemia.
Tipos de suplementos de hierro
El hierro elemental es inestable y se oxida con facilidad, por lo que generalmente se encuentra en forma de complejos, como el sulfato ferroso o el gluconato ferroso, por ejemplo, que hacen que el hierro sea más estable. Además, los suplementos de hierro también pueden encontrarse en combinación con vitaminas como el ácido fólico y la vitamina B12.
Los suplementos de hierro más utilizados para prevenir y combatir la anemia incluyen:
- Sulfato ferroso;
- Hierro quelado;
- Gluconato ferroso;
- Fumarato ferroso.
Por otro lado, la sacarosa de hierro es un suplemento que se administra de forma inyectada y se indica principalmente para personas con intolerancia a los suplementos de hierro por vía oral, como puede ocurrir en los casos de anemia grave o cuando la persona se encuentra en hemodiálisis o realiza quimioterapia, por ejemplo.
Posibles efectos secundarios
El uso de suplementos de hierro puede causar algunos síntomas como un sabor metálico en la boca, acidez estomacal, náuseas, pérdida de apetito, vómitos, diarrea o estreñimiento. Conozca qué hacer para combatir el estreñimiento.
Las náuseas y el malestar gástrico pueden aumentar según la dosis del medicamento y suelen ocurrir entre 30 y 60 minutos después de tomar el suplemento, pero pueden desaparecer después de los primeros 3 días de tratamiento.
Para reducir el estreñimiento causado por el suplemento de hierro, se recomienda aumentar la ingesta de fibra, que se encuentra en cantidades significativas en frutas, verduras, cereales integrales y legumbres. Además, aumentar la ingesta diaria de agua también ayuda a prevenir el estreñimiento.
Contraindicaciones
Los suplementos de hierro están contraindicados en situaciones que impiden la absorción o aumentan la acumulación de hierro en el organismo, como la talasemia, anemia falciforme, anemia hemolítica o hemocromatosis, una condición que aumenta los niveles de hierro en el organismo. Conozca qué es la hemocromatosis.
Además, este complemento tampoco está recomendado para personas con úlceras gástricas, diarrea crónica y colitis ulcerosa.