La tartamudez es una alteración neurobiológica que interfiere en el habla, de modo que la persona repite sonidos y sílabas o interrumpe involuntariamente el habla. Como consecuencia de esta alteración, es común que las personas con tartamudez tengan mayor dificultad para interactuar.
Es común que niños entre los 2 a los 5 años de edad presenten episodios pasajeros de tartamudez, los cuales pueden durar algunos meses. Esto ocurre porque los niños piensan mucho más rápido de lo que hablan, pues su sistema fonético aún no está completamente apto. Esta tartamudez tiende a empeorar cuando el niño se encuentra nervioso o muy excitado, pudiendo también ocurrir cuando este dice una frase con muchas palabras nuevas para él.
En caso de que se observe que el niño, aparte de tartamudear, haga otros gestos como parpadear, golpear el suelo con el pie o cualquier otro tic, esto puede sugerir la necesidad de un tratamiento, pues indica que el niño ya notó que tiene dificultad para hablar de forma fluida, y si no es tratado pronto tenderá a aislarse y evitar hablar.
Posibles causas
Las principales situaciones que pueden favorecer la tartamudez incluyen:
- Factores emocionales, como nerviosismo e inseguridad al hablar;
- Factores físicos, como poco desarrollo de los músculos del habla;
- Genética, de modo que los hijos de personas con tartamudez tienen mayores probabilidades de desarrollar esta alteración;
- Alteraciones neurológicas.
Es importante que la causa de la tartamudez sea identificada para que pueda evaluarse la posibilidad de realizar el tratamiento para aliviar la tartamudez y promover una mejor comunicación, lo que puede ser llevado a cabo con ejercicios indicados por el fonoaudiólogo.
Ejercicios para tratar la tartamudez
Algunos ejercicios que se pueden hacer para mejorar la tartamudez incluyen:
- Relajar los músculos que tienden a tensarse en el momento en que la persona habla;
- Reducir la velocidad del habla, pues intensifica la tartamudez;
- Entrenar leyendo un texto en frente del espejo y después comenzar a leerlo a otras personas;
- Aceptar la tartamudez y aprender a lidiar con ella, pues mientras más se tome en cuenta y más cause vergüenza, más evidente se volverá.
En caso de que estos ejercicios no ayuden a mejorar el habla, lo ideal es hacer terapia para la tartamudez con un fonoaudiólogo.