El temblor esencial es una alteración del sistema nervioso que provoca temblores en cualquier parte del cuerpo, especialmente en las manos y en los brazos. Estos temblores ocurren cuando se intentan realizar tareas simples como agarrar una taza, cepillarse los dientes o atarse los cordones de los zapatos, por ejemplo.
El temblor esencial no suele ser un problema grave ya que no está causado por ninguna otra enfermedad, aunque a menudo se puede confundir con la enfermedad de Parkinson debido a su similitud con los síntomas.
El temblor esencial no tiene cura, sin embargo, se puede controlar con el uso de algunos medicamentos prescritos por el neurólogo o a través de la realización de sesiones de fisioterapia para fortalecer los músculos.
Principales síntomas
Los principales síntomas del temblor esencial son:
- Temblores en las manos al moverlas;
- Dificultad para realizar actividades con las manos, como agarrar un vaso, escribir o amarrarse los cordones;
- Movimientos rítmicos e involuntarios de la cabeza;
- Voz temblorosa.
El temblor esencial puede aparecer a cualquier edad, sin embargo, es más común en personas entre los 40 y 50 años. Los primeros signos pueden afectar a un solo lado del cuerpo, pero con el tiempo es común que evolucione a ambos lados.
Aunque no se considera una condición de salud grave, el temblor esencial puede disminuir la calidad de vida de la persona, ya que podría interferir con la vida social o laboral, por ejemplo.
Diferencia entre el temblor esencial y párkinson
La enfermedad de Parkinson es una de las principales enfermedades neurológicas en las que se observan temblores; sin embargo, a diferencia del temblor esencial, el temblor de párkinson tiende a aparecer incluso cuando la persona está en reposo. Además, la enfermedad de Parkinson también provoca muchas otras alteraciones, como cambios en la postura, disminución en la velocidad del movimiento y rigidez muscular, por ejemplo.
En cambio, en el temblor esencial, los temblores ocurren cuando la persona inicia el movimiento, no provoca cambios en el cuerpo y es más común observarlos en las manos, la cabeza y la voz.
Aun así, la mejor manera de asegurarse de que los temblores no son consecuencia de la enfermedad de Parkinson es consultar a un neurólogo, de manera que indique la realización de pruebas diagnósticas que permitan identificar el problema e iniciar el tratamiento adecuado. Vea cómo identificar la enfermedad de Parkinson.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de temblor esencial lo realiza el neurólogo mediante el análisis de los antecedentes de salud y familiares, los síntomas, además del examen físico y neurológico, para verificar alteraciones en el funcionamiento del sistema nervioso.
Asimismo, el médico puede solicitar análisis de sangre u orina para descartar otras condiciones que puedan ocasionar temblores, como es el caso del hipertiroidismo, trastornos metabólicos o la enfermedad de Wilson, por ejemplo.
Posibles causas
La causa del temblor esencial no se conoce por completo, pero se cree que es un cambio en la actividad eléctrica del tálamo, una parte del cerebro responsable de coordinar los movimientos musculares del cuerpo.
Algunos factores pueden contribuir al desarrollo del temblor esencial, como las alteraciones genéticas, que pueden ser heredadas de un padre con esta enfermedad, en cuyo caso se conoce como temblor esencial familiar, o incluso debido a la edad, siendo más frecuente a partir de los 40 años.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento del temblor esencial debe ser orientado por un neurólogo y generalmente solo se inicia cuando los temblores impiden la realización de las tareas diarias. Los tratamientos más utilizados incluyen:
1. Medicamentos para el temblor esencial
Los medicamentos que suelen ser indicados por el médico para el tratamiento del temblor esencial son:
- Antihipertensivos, como propranolol, que ayudan a reducir el surgimiento de temblores;
- Antiepilépticos, como primidona, que alivian los temblores cuando los antihipertensivos no fueron eficaces;
- Ansiolíticos, como clonazepam, que permiten aliviar los temblores que son agravados por situaciones de estrés y ansiedad.
Además, se puede inyectar botox en algunas raíces nerviosas para disminuir los temblores, esto suele ser indicado cuando la acción de los medicamentos y el control del estrés no son suficientes para reducir los síntomas.
2. Fisioterapia
La fisioterapia está recomendada para todos los casos de temblor esencial, pero especialmente para los casos más graves, en los que los temblores dificultan la realización de algunas actividades cotidianas, como comer, atarse los cordones o peinarse, por ejemplo.
En las sesiones de fisioterapia, el terapeuta además de realizar ejercicios para fortalecer la musculatura, también enseña y entrena diferentes técnicas para realizar las actividades que le resultan difíciles, pudiendo utilizar diferentes equipos adaptados.
3. Cirugía
La cirugía puede ser recomendada por el médico en caso de temblor esencial severo, cuando el tratamiento farmacológico o la fisioterapia no han sido eficaces para controlar los síntomas.
Las principales cirugías para el temblor esencial que puede realizar un neurólogo son la terapia de estimulación cerebral profunda, en la que se implanta en el cerebro un dispositivo similar a un marcapasos, o la cirugía de talamotomía mediante ultrasonido focalizado, que consiste en destruir el tálamo, que es el región del cerebro responsable de producir temblores.