Terapia electroconvulsiva (TEC): qué es, para qué sirve y en qué consiste

Qué es:

La terapia electroconvulsiva o TEC es un tipo de tratamiento que causa alteraciones en la actividad eléctrica del cerebro, regulando los niveles de los neurotransmisores de serotonina, dopamina, noradrenalina y glutamato. Por ello es una terapia que puede usarse en algunos casos más graves de depresión, esquizofrenia y otros trastornos psicológicos.

LA TEC es un método bastante eficiente y seguro, ya que la estimulación cerebral se realiza con el paciente bajo anestesia general, y las convulsiones generadas en el procedimiento son percibidas en el equipo médico de monitoreo, no habiendo riesgos mayores para la persona.

A pesar de tener buenos resultados, la terapia electroconvulsiva no proporciona la cura de la enfermedad, sin embargo, reduce los síntomas y debe realizarse de forma periódica de acuerdo a la recomendación del psiquiatra.

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Principales indicaciones

La terapia electroconvulsiva está indicada principalmente en casos de depresión mayor unipolar o bipolar, así como en todos los subtipos de manía como primera línea de tratamiento. La TEC está indicada también en casos en que el tratamiento no ha sido eficaz o que son resistentes al tratamiento como:

  • Esquizofrenia; 
  • Catatonia no maligna;
  • Enfermedad de Parkinson;
  • Síndrome de Tourette;
  • TOC;
  • Epilepsia;
  • Enfermedad mental grave en el embarazo en que está contraindicado el uso de medicamentos.

Además, la terapia electroconvulsiva también puede realizarse cuando el tratamiento con medicamentos no es recomendado, principalmente durante la lactancia o en caso de personas de la tercera edad.

Cómo funciona

La TEC se realiza en el hospital, pudiendo durar hasta 30 minutos. Para realizar el procedimiento, la persona necesita estar en ayuno de al menos 7 horas, debido a que se utiliza anestesia general, además de que se administran relajantes musculares. Asimismo, se utilizan monitores cardíacos, cerebrales, musculares y de presión arterial.

La terapia electroconvulsiva se realiza bajo supervisión del psiquiatra y del anestesiólogo y consiste en la aplicación de una estimulación eléctrica a partir de los electrodos colocados en la parte frontal o lateral de la cabeza, capaz de inducir una convulsión, que solo es percibida en el monitor de encefalograma. A partir del estímulo eléctrico, los niveles de neurotransmisores en el organismo son regulados, siendo posible reducir los sintomas asociados a trastornos psicóticos y depresivos. Conozca más sobre el encefalograma.

Después del procedimiento, el equipo de enfermería se asegurará que el paciente está bien y listo para regresar a casa. La TEC es un método terapéutico rápido, seguro y eficaz, debiendo realizarse sesiones periódicas de acuerdo al grado del trastorno psicológico y recomendación del psiquiatra, siendo normalmente indicada la realización de 6 a 12 sesiones. Después de cada sesión, el psiquiatra realiza una evaluación del paciente para confirmar el resultado del tratamiento.

Cómo se realizaba anteriormente

Antiguamente la terapia electroconvulsiva era utilizada para el tratamiento de pacientes psiquiátricos, así como un método de tortura. Esto, debido a que el procedimiento no se realizaba bajo anestesia general ni se utilizaban relajantes musculares, lo que causaba fuertes contorsiones durante el procedimiento y múltiples fracturas debido a la contracción muscular, además de la pérdida de memoria que muchas veces se producía.

Con el paso del tiempo, el método se fue mejorando, de modo que actualmente se considera un método seguro y con un un bajo riesgo de fracturas y pérdida de memoria, además del uso de relajantes musculares, anestesia y con el debido monitoreamiento de los signos vitales de la persona.

Posibles complicaciones

La TEC es una técnica segura, sin embargo, después del procedimiento el paciente puede experimentar confusión, pérdida temporal de la memoria que dura menos de 60 minutos, amnesia anterógrada menor a 2 semanas, o sentir malestar, siendo parte del efecto de la anestesia.

Además, pueden surgir síntomas leves, como dolor de cabeza, náuseas, dolores musculares o neumonía por aspiración, que pueden ser tratados con algunos medicamentos.

Contraindicaciones

La terapia electroconvulsiva puede realizarse en cualquier persona, no habiendo contraindicaciones absolutas para este tipo de tratamiento, sin embargo, existen algunas contraindicaciones relativas que el médico debe tomar en cuenta, como presión intracraneal alta, tumor intracerebral, feocromocitoma, aneurisma cerebral, malformaciones en arterias y venas, accidente cerebrovascular en los últimos 3 meses o infarto al miocardio en los últimos 3 meses.