Los tipos de anestesia incluyen anestesia general, regional, local y sedación, donde la aplicación del anestésico es realizada en la vena, en el canal espinal o en la zona que se desea tratar, o incluso puede ser por inhalación, por ejemplo.
La anestesia son medicamentos utilizados con el objetivo de prevenir el dolor o alguna sensación durante una cirugía o procedimiento médico u odontológico, pues bloquea las señales nerviosas, impidiendo la propagación del impulso nervioso hacia el cerebro.
El tipo de anestesia a utilizar depende de la clase de procedimiento médico y del estado de salud de la persona, por lo que es importante informar al anestesiólogo cualquier tipo de enfermedad crónica o alergia para que sea indicado el mejor tipo de anestesia y, de esta forma, evitar riesgos.
Cuáles son los tipos de anestesia
Entre los principales tipos de anestesia se incluyen los siguientes:
1. Anestesia general
La anestesia general es realizada en dos etapas, siendo la primera la aplicación del anestésico por inhalación a través de una mascarilla, como el óxido nitroso, halotano, enflurano, isoflurano, desflurano o sevoflurano, que son utilizados para inducir o mantener la anestesia general.
La segunda etapa consiste en la aplicación del anestésico en la vena, como propofol, midazolam, fentanilo, hidrocodona o succinilcolina, por ejemplo.
En algunos casos, puede no ser necesario el uso del anestésico por inhalación o pueden ser utilizados más de un tipo de anestésicos, provocando sedación profunda, relajación muscular y ausencia de dolor durante toda la cirugía. Conozca más sobre la anestesia general.
Indicaciones: cirugías que no pueden ser realizadas bajo anestesia local o regional, riesgo de grandes pérdidas de sangre durante la cirugía, cirugías donde la respiración se ve afectada o cuando la persona no coopera incluso en procedimientos menores.
Riesgos: mareos, vómitos, dolor de cabeza y alergias al medicamento anestésico. Asimismo, pueden surgir complicaciones como paro respiratorio, paro cardíaco o incluso secuelas neurológicas en personas con un estado de salud debilitado debido a desnutrición o a problemas cardíacos, pulmonares o renales, por ejemplo.
Aunque sea muy raro, puede ocurrir que la anestesia tenga un efecto parcial, como quitar la conciencia, pero permitir que la persona se mueva, o que la persona no pueda moverse, pero sienta lo que ocurre a su alrededor.
2. Anestesia local
La anestesia local es realizada aplicando una crema o aerosol en una pequeña región de la piel o mucosa, o inyectando el medicamento anestésico en el tejido a tratar, como la lidocaína, la bupivacaína o la benzocaína, por ejemplo.
Este tipo de anestesia involucra un área muy específica del cuerpo y no afecta la conciencia.
Indicaciones: normalmente es utilizada en cirugías menores, como procedimientos dentales, cirugía de los ojos, nariz o garganta, o en conjunto con otra anestesia, como anestesia regional o sedación.
Riesgos: cuando es usada correctamente, la anestesia local es segura y casi no presenta efectos secundarios; sin embargo, en dosis altas puede tener efectos tóxicos, pudiendo afectar el corazón y la respiración, o comprometer la función cerebral, pues las dosis elevadas pueden alcanzar el torrente sanguíneo.
3. Anestesia raquídea
La anestesia raquídea es un tipo de anestesia regional donde el anestésico local es administrado con una aguja fina en el líquido que rodea la médula espinal, conocido como líquido cefalorraquídeo.
En este tipo de anestesia, el medicamento se mezcla con el fluido espinal y bloquea los nervios, generando una pérdida de sensibilidad de los miembros inferiores y de la zona inferior del abdomen.
La anestesia raquídea, también conocida como subaracnoidea o bloqueo neuroaxial, no afecta la conciencia.
Indicaciones: cirugías que requieren anestesia del ombligo para abajo, involucrando la parte inferior del abdomen, la pelvis, el perineo y las piernas.
Riesgos: la anestesia raquídea puede causar dolor de cabeza, reducción de la presión arterial o de la temperatura corporal, situación conocida como hipotermia, además de temblores, sensación de hormigueo e irritación en la zona donde fue aplicada.
Lea también: Dolor de cabeza después de la anestesia: causas y cómo quitar tuasaude.com/es/dolor-de-cabeza-despues-de-la-anestesia4. Anestesia peridural
La anestesia peridural, también conocida como epidural, bloquea el dolor y las sensaciones únicamente de una región del cuerpo, por lo general de la cintura para abajo.
En este tipo de anestesia, el anestésico local es administrado a través de un catéter, que es colocado en el espacio epidural que se encuentra alrededor del canal espinal, ocasionando la pérdida de sensibilidad de los miembros inferiores y del abdomen. Vea más sobre la anestesia epidural y efectos secundarios.
Indicaciones: cirugías abdominales, pélvicas, en las piernas o tórax, por ejemplo, cuando no existe necesidad de relajación muscular, como cesárea, histerectomía o cirugía de piedra en los riñones, por ejemplo.
Riesgos: sudoración excesiva, infección en la zona de la inyección, toxicidad sistémica, problemas cardíacos y pulmonares, fiebre, daños en los nervios y perforación de la duramadre, que es la membrana que protege la médula espinal, lo que puede causar paraplejia.
5. Bloqueo de nervios periféricos
El bloqueo de nervios periféricos es otro tipo de anestesia regional, la cual es realizada con la aplicación del anestésico alrededor de los nervios responsables por la sensibilidad y por el movimiento de la extremidad donde va a ser realizada la cirugía.
Los grupos de nervios, conocidos como plexos o ganglios, que transmiten la sensación de dolor a un órgano o región del cuerpo específicos, son bloqueados, generando la anestesia de áreas del cuerpo como cara, nariz, paladar, cuello, hombro, brazo, entre otros.
Indicaciones: el bloqueo de nervios periféricos es indicado para el alivio del dolor crónico, como en los casos de neuropatía periférica, neuralgia posherpética, dolor de ciática o dolor en las articulaciones, o cirugías ortopédicas.
Riesgos: los principales riesgos del bloqueo de nervios periféricos son lesión del nervio, que puede ser leve o grave, daños en los vasos sanguíneos o inflamación del nervio.
6. Anestesia regional intravenosa
La anestesia intravenosa es un tipo de anestesia regional donde se coloca un catéter en una vena de una extremidad para que el anestésico local sea administrado, y es colocado un torniquete al mismo tiempo encima del área para que la anestesia permanezca en el lugar.
La sensibilidad es recuperada cuando se retira el torniquete.
Indicaciones: procedimientos quirúrgicos simples que involucran extremidades y que necesitan anestesia durante un máximo de 1 hora, como luxación, túnel carpiano, desbridamiento de quemaduras, remoción de cuerpos extraños o drenaje de infecciones.
Riesgos: intoxicación por el anestésico, que generalmente es lidocaína, isquemia o molestias debido al uso del torniquete, o metahemoglobinemia.
7. Sedación
La sedación es administrada por vía intravenosa y generalmente es utilizada junto con una anestesia regional o local, con el objetivo de aumentar la comodidad de la persona.
La sedación puede ser leve, donde la persona está relajada, pero despierta y puede responder a preguntas del médico, o moderada, donde la persona normalmente duerme durante el procedimiento, pero puede despertarse fácilmente cuando se le hace una pregunta.
Además, la sedación también puede ser profunda, donde la persona duerme durante todo el procedimiento y no recuerda lo que ocurrió desde que fue administrada la anestesia.
Este tipo de anestesia, ya sea leve, moderada o profunda, se realiza junto con un suplemento de oxígeno. Vea más sobre la sedación.
Riesgos: aunque sean raras, pueden ocurrir reacciones alérgicas, dificultades respiratorias, alteración en el ritmo cardíaco, náuseas, vómitos, delirio, sudoración e infección en la zona de la inyección.
Para qué sirve
La anestesia sirve para reducir el dolor y las molestias durante cirugías, procedimientos médicos o tratamientos odontológicos.
La anestesia es realizada por el anestesiólogo mediante el uso de medicamentos anestésicos, de acuerdo con el tipo de cirugía que será realizada, pudiendo ser inhalados, intravenosos, aplicados alrededor de los nervios o en el espacio fuera de la médula espinal, o aplicados en forma de colirio, por ejemplo.