La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa causada por un protozoario llamado Toxoplasma gondii (T. gondii), que se encuentra en las heces del gato, en el agua o en la carne mal cocida, como cerdo o cordero, contaminada con el parásito.
En la mayoría de los casos, la infección no produce síntomas; sin embargo, en las personas con el sistema inmune comprometido o en los bebés nacidos de madres que tuvieron la infección durante la gestación, es posible que se presenten síntomas graves, como dificultad para respirar, mareos o confusión mental, por ejemplo.
A pesar de que no provoca síntomas, es importante que la toxoplasmosis sea diagnosticada y tratada adecuadamente de acuerdo a las indicaciones del médico para evitar complicaciones como ceguera, convulsiones e inclusive hasta la muerte.
Cómo se contagia la toxoplasmosis
Las principales formas de contraer toxoplasmosis son:
- Ingestión de agua contaminada.
- Consumo de alimentos crudos, mal higienizados o poco cocidos, como carne de cerdo, res, cordero o venado, contaminados con T. gondii.
- Ingestión de carne ahumada o embutidos preparados con animales contaminados con el parásito y que no han sido procesados según las condiciones de higiene adecuadas.
- Durante el embarazo, por la transmisión del parásito a través de la placenta.
El contacto con gatos infectados no es suficiente para transmitir la toxoplasmosis; es necesario que la persona entre en contacto con las heces de estos gatos, lo cual puede ocurrir al ingerir accidentalmente el parásito presente en las heces. Por lo tanto, durante la limpieza de la caja de arena de un gato con toxoplasmosis, es importante tomar medidas de protección, como usar guantes y mascarillas, así como lavarse bien las manos después de la limpieza, por ejemplo.
Principales síntomas
Los síntomas de la toxoplasmosis son:
- Inflamación de los ganglios, principalmente en la región del cuello;
- Fiebre;
- Dolor muscular y en las articulaciones;
- Cansancio;
- Dolor de cabeza y de garganta;
- Manchas rojas por el cuerpo;
- Dificultad para ver.
La toxoplasmosis generalmente no presenta síntomas y se manifiesta con mayor frecuencia en personas con un sistema inmunológico debilitado, como aquellos sometidos a tratamientos de quimioterapia, receptores de trasplantes de órganos, personas VIH positivas o mujeres que adquieren la infección durante el embarazo.
En los casos más graves, la toxoplasmosis puede perjudicar el funcionamiento de órganos como los pulmones, el corazón, el hígado y el cerebro, pudiendo causar dificultad para respirar, tos, dolor de cabeza fuerte, mareos, cansancio excesivo, somnolencia, delirios y disminución de la fuerza y de los movimientos del cuerpo.
Tipos de toxoplasmosis
El parásito puede diseminarse a través del torrente sanguíneo y alcanzar uno o más órganos, dando origen a los tipos específicos de toxoplasmosis, estos son:
1. Toxoplasmosis ocular
La toxoplasmosis ocular es cuando la infección alcanza el ojo y afecta la retina, causando una inflamación que puede causar ceguera si no es tratada a tiempo. Esta enfermedad puede afectar los dos ojos, y los daños en la visión pueden ser diferentes para cada ojo, pudiendo haber disminución de la vista, enrojecimiento y dolor en el ojo.
Esta complicación es más común que suceda como consecuencia de la infección durante el embarazo, sin embargo, puede presentarse en personas con el sistema inmune comprometido a pesar de ser poco frecuente.
2. Toxoplasmosis congénita
La toxoplasmosis en el embarazo produce toxoplasmosis congénita, que es cuando el bebé, aún en el útero, se infecta por esta enfermedad. La toxoplasmosis en este periodo puede llevar a consecuencias graves, como malformaciones en el feto, bajo peso al nacer, parto prematuro, aborto o muerte del bebé al nacer.
Las consecuencias para el bebé varían según la edad gestacional que tenía cuando ocurrió la infección, habiendo mayor riesgo de complicaciones cuando la infección sucede cercano al fin del embarazo, existiendo un mayor riesgo de inflamación ocular, ictericia intensa, aumento del hígado, anemia, alteraciones cardíacas, convulsiones y alteraciones respiratorias. Además, puede haber alteraciones neurológicas, retraso mental, sordera, micro o macrocefalia, por ejemplo. Vea más sobre la toxoplasmosis en el embarazo.
3. Toxoplasmosis cerebral o meningoencefálica
Este tipo de toxoplasmosis es más frecuente en personas diagnosticadas con SIDA y generalmente está relacionada con la reactivación de los quistes de T. gondii en personas con infección latente, es decir, que fueron diagnosticadas y tratadas, pero el parásito no fue eliminado del organismo, permitiendo que llegara al sistema nervioso.
Los principales síntomas de este tipo de toxoplasmosis son dolor de cabeza, fiebre, pérdida de la coordinación muscular, confusión mental, convulsiones y cansancio excesivo. Si no se diagnostica y se trata a tiempo la infección puede causar que la persona entre en un coma y colocar en riesgo su vida.
Cómo es realizado el diagnóstico
El diagnóstico de la toxoplasmosis es realizado por el médico general o infectólogo mediante la evaluación de los síntomas y la realización de los análisis de sangre para detectar la presencia de anticuerpos IgG e IgM en el cuerpo, que son producidos para combatir el parásito causante de la enfermedad.
En el caso de las mujeres embarazadas con resultado positivo para los anticuerpos IgG e IgM, el obstetra puede recomendar una amniocentesis luego de 15 semanas de embarazo para confirmar si la enfermedad fue transmitida de madre a hijo. Asimismo, aunque no sirva para diagnosticar la toxoplasmosis en el feto, el médico debe solicitar una ecografía para determinar si el bebé posee alteraciones causadas por esta enfermedad, como hidrocefalia, por ejemplo.
Lea también: Amniocentesis: qué es, procedimiento y riesgos tuasaude.com/es/amniocentesisCómo se realiza el tratamiento
La mayoría de las personas saludables no requiere de tratamiento para la toxoplasmosis, pues el organismo es capaz de combatir el parásito de forma natural. Sin embargo, ante la presencia de síntomas, el tratamiento debe ser realizado con medicamentos indicados por el médico, como la pirimetamina, sulfadiazina y ácido fólico, empleados al mismo tiempo, de acuerdo con las indicaciones médicas.
En las gestantes, dependiendo de la etapa del embarazo, el tratamiento puede ser realizado con el antibiótico espiramicina o con la pirimetamina, sulfadiazina y ácido fólico, según las indicaciones del obstetra.
¿La toxoplasmosis tiene cura?
Sí, la toxoplasmosis generalmente tiene cura y, en muchos casos, la infección no requiere tratamiento específico. La mayoría de las personas infectadas con el parásito Toxoplasma gondii no presentan síntomas o experimentan síntomas leves similares a los de la gripe.
En caso de sospecha de toxoplasmosis, es importante buscar atención médica, especialmente durante el embarazo o en personas con sistemas inmunológicos comprometidos, para recibir el tratamiento adecuado y prevenir complicaciones.
Prevención de la toxoplasmosis
La prevención de la toxoplasmosis se puede realizar a través de los siguientes cuidados:
- Consumir agua potable, filtrada o mineral;
- Cocinar bien las carnes y evitar el consumo de carnes poco cocidas en los restaurantes;
- Lavar bien los utensilios de cocina en agua caliente y jabón, como tablas para cortar y cuchillos, después de condimentar o cortar carne cruda, para evitar la contaminación de otros alimentos;
- Lavar bien las frutas, verduras y vegetales con agua y jabón, o utilizando una solución elaborada con 1 litro de agua y 1 cucharada de bicarbonato de sodio o cloro, y dejar durante 15 minutos aproximadamente;
- Usar guantes al hacer jardinería o al cuidar las plantas;
- Evitar el contacto con heces de gato y usar guantes y mascarilla al limpiar la caja de arena y al recoger las heces;
- Cubrir la caja de arena para niños, para evitar que los gatos la usen para eliminar las heces.
Las personas que tienen animales domésticos deben llevarlos al veterinario para realizar exámenes para identificar el parásito de la toxoplasmosis y así realizar el tratamiento del animal, evitando la posible transmisión de esta y otras enfermedades.