El trastorno bipolar es una condición mental seria caracterizada por períodos de cambios de humor que abarcan desde la depresión, marcada por una profunda tristeza, hasta la manía, que implica una euforia extrema, o la hipomanía, una forma más leve de la manía.
Conocido también como enfermedad bipolar o trastorno maníaco-depresivo, afecta tanto a hombres como a mujeres, pudiendo manifestarse al final de la adolescencia o al comienzo de la adultez. Por lo general, requiere tratamiento a largo plazo.
Es crucial entender que no todos los cambios de humor indican un trastorno bipolar. Para un diagnóstico preciso, es necesario someterse a una evaluación por parte de un psiquiatra o psicólogo, quienes analizarán cómo afectan estas fases a la vida cotidiana de la persona.
Síntomas de trastorno bipolar
Los síntomas del trastorno bipolar son:
Síntomas de episodio maníaco
- Agitación, euforia e irritabilidad;
- Falta de concentración;
- Creencia poco realista en sus habilidades;
- Comportamiento poco usual;
- Tendencia al abuso de drogas;
- Habla muy rápida;
- Falta de sueño;
- Negación de que alguna cosa está errada;
- Deseo sexual aumentado;
- Comportamiento agresivo.
Síntomas de episodio depresivo
- Mal humor, tristeza, ansiedad y pesimismo;
- Sentimiento de culpa, inutilidad y desamparo;
- Pérdida de interés por cosas que antes disfrutaba;
- Sensación de fatiga;
- Dificultad de concentración;
- Irritabilidad y agitación;
- Dormir demasiado o falta de sueño;
- Alteraciones en el apetito y el peso;
- Dolores crónicos;
- Pensamientos suicidas y de muerte.
Los síntomas en el trastorno bipolar dependerán del tipo que la persona presente, pudiendo variar entre los de un episodio maníaco, depresivo o ambos. Además, pueden estar presentes desde semanas hasta meses o años y pueden manifestarse todo el día, todos los días. Vea más detalles sobre los síntomas del trastorno bipolar.
Test online de trastorno bipolar
Si cree que puede estar padeciendo de trastorno bipolar, responda las preguntas a continuación:
Este test de síntomas no debe ser visto como un diagnóstico definitivo, sino solo como una herramienta de orientación, debiendo consultar al psicólogo y/o psiquiatra para una evaluación.
Tipos de trastorno bipolar
Existen 3 tipos del trastorno bipolar, los cuales se diferencian por lo tipos de síntomas presentados por la persona y el tiempo, teniendo que ser evaluado por un psicólogo o psiquiatra, estos son:
1. Trastorno bipolar tipo 1
Este tipo de trastorno bipolar se caracteriza principalmente por períodos de manía, en que la persona presenta un humor excesivamente feliz, con extrema euforia, sensación de energía, agitación, delirios de grandeza y poca necesidad para dormir. También puede haber irritabilidad, agresividad o delirios paranoicos, por lo que puede ser confundido con esquizofrenia.
Lea también: Trastorno bipolar tipo 1: qué es, síntomas, causas y tratamiento tuasaude.com/es/trastorno-bipolar-tipo-1Para identificar un episodio de manía, al menos 3 o 4 de los síntomas deben durar por lo menos 1 semana. Estos síntomas causan muchos problemas a la persona, pues interfieren en sus relaciones y en su vida diaria, siendo la principal causa de internamiento en individuos con esta enfermedad. Conozca más detalles sobre la manía bipolar.
Aunque los episodios de manía sean más frecuentes, la persona tiende a presentar episodios alternados de depresión y manía.
Lea también: Labilidad emocional: qué es, causas, síntomas y tratamiento tuasaude.com/es/labilidad-emocional2. Trastorno bipolar tipo 2
Este tipo de bipolaridad se caracteriza por episodios depresivos e hipomaníacos sin embargo, son más leves y no interfieren por completo en el día a día de la persona. Suele haber más charla, sociabilidad, impulsividad, menor necesidad de dormir, mayor capacidad de iniciativa, energía para actividades e impaciencia.
Cuando el individuo posee episodios alternados entre depresión e hipomanía, sin haber un cuadro de manía, la enfermedad es clasificada como trastorno bipolar tipo 2.
3. Trastorno ciclotímico
Se caracteriza por presentar síntomas hipomaníacos y depresivos persistentes, pudiendo ser una forma leve de trastorno bipolar. Estos síntomas permanecen por más tiempo, pudiendo persistir por al menos 2 años sin embargo, muchas personas terminan siendo tratadas por depresión en lugar de trastorno bipolar.
Cómo se realiza el tratamiento
El trastorno bipolar no tiene cura, pero puede ser controlado con con varias estrategias como psicoterapia o el uso de medicamentos prescritos por el psiquiatra o incluso complementarlo con otros métodos naturales.
Las principales formas de tratamiento incluyen:
1. Uso de medicamentos
Para el éxito del tratamiento del trastorno bipolar, los medicamentos y las dosis deben estar siempre orientadas por el psiquiatra, y estar en constante supervisión médica, ya que alguna falla en el cumplimiento del tratamiento puede comprometer el pronóstico de la enfermedad:
- Estabilizadores del humor, los cuales controlan los episodios maníacos, como el litio, ácido valproico o carbamazepina;
- Antipsicóticos, que son utilizados en caso de que los síntomas de depresión y manía persistan, e incluyen olanzapina, risperidona, aripiprazol o quetiapina. Conozca los principales efectos secundarios de la quetiapina;
- Antidepresivos, para ayudar a controlar la depresión, como fluoxetina, que debe estar asociado a un antipsicótico para evitar episodios de manía;
- Ansiolíticos, que ayudan a reducir la ansiedad y mejorar el sueño, como las benzodiazepinas.
La toma de medicamentos puede estar asociada a sesiones de psicoterapia, haciendo el tratamiento más eficaz.
2. Sesiones de psicoterapia
La psicoterapia es muy importante en el tratamiento de la bipolaridad y puede realizarse de forma individual, en familia o en grupos.
Existen varios tipos, como la terapia interpersonal y de ritmo social que consiste en establecer una rutina diaria para dormir, comer y hacer ejercicio, con el objetivo de reducir los cambios de humor, o la terapia psicodinámica, que busca el significado y la función simbólica de comportamientos característicos de la enfermedad, de forma que se hagan conscientes y puedan ser prevenidos.
Otro ejemplo de psicoterapia es la terapia cognitivo conductual, que ayuda a identificar y sustituir sentimientos y comportamientos negativos que no son saludables, por positivos y aprender estrategias que ayudan a reducir el estrés y a lidiar con situaciones desagradables. Además, estimular a la familia a aprender sobre el desorden bipolar puede ayudarlo a lidiar mejor con la situación, así como identificar problemas o prevenir episodios.
3. Fototerapia
Otra forma menos común de tratar los episodios de manía es por medio de la fototerapia, que es una terapia especial que utiliza diversas luces coloridas para modificar el humor del individuo. Esta se indica especialmente en casos de depresión leve.
4. Métodos naturales
El tratamiento natural para el trastorno bipolar es complementario, pero no sustituye el tratamiento clínico, y tiene como objetivo evitar el estrés y ansiedad, haciendo que la persona se sientas más equilibrada, evitando nuevas crisis.
De esta forma, las personas con trastorno bipolar deben practicar ejercicio regular como yoga, pilates o hacer caminatas relajantes, tener una actividad de ocio, como ver películas, leer pintar, cuidar del jardín o tener una alimentación saludable, evitando consumir productos industrializados.
Además, también puede ayudar el consumir bebidas con propiedades calmantes, como té de hierba de San Juan y pasiflora, manzanilla o toronjil, por ejemplo, o realizar masajes relajantes con cierta frecuencia para disminuir la tensión.
Cómo prevenir las crisis
Para que la persona con trastorno bipolar pueda vivir controlando su enfermedad sin presentar síntomas, debe tomar de forma regular los medicamentos en la hora y dosis prescrita por el médico, evitar consumir bebidas alcohólicas y drogas.
Las complicaciones del trastorno bipolar surgen cuando el tratamiento no se realiza de forma adecuada e incluyen la depresión profunda, que puede resultar en un intento de suicidio, o una alegría excesiva que puede llevar a tomar decisiones impulsivas y gastar todo el dinero, por ejemplo. En estos casos, puede ser necesario el internamiento de la persona para estabilizar las crisis de humor y controlar la enfermedad.