El tratamiento para la prostatitis puede variar, dependiendo si es aguda o crónica, siendo la más común la prostatitis aguda de origen bacteriano, siendo en estos casos recomendado el uso de antibióticos, como ciprofloxacina, levofloxacino o doxiciclina, por ejemplo.
Dependiendo del estado de salud de la persona, el tratamiento indicado por el médico puede realizarse por vía oral o por vía intravenosa, siendo en este último caso que la persona se mantenga internada durante el tratamiento. En casos más graves, puede ser recomendado un procedimiento quirúrgico para retirar parte o toda la próstata.
La prostatitis es una condición en el que se inflama la próstata, ocasionando síntomas como fiebre, escalofríos, ardor al orinar, aumento de la frecuencia urinaria y dolor al orinar o después de hacerlo, por ejemplo. Ante la presencia de estos síntomas, es importante acudir al urólogo para que realice una evaluación e indique el tratamiento más adecuado.
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El tratamiento debe ser recomendado por el urólogo y se realiza de acuerdo al tipo de prostatitis, como se indica a continuación:
1. Prostatitis bacteriana aguda
La prostatitis bacteriana aguda es tratada con antibióticos por vía oral, como ciprofloxacina, levofloxacino o doxiciclina, por ejemplo, recetados por el urólogo, durante al menos 2 semanas.
En los casos de prostatitis bacteriana aguda grave, el médico podrá decidir hospitalizar a la persona para recibir fluídos de hidratación y antibióticos por vía intravenosa. Una vez que la persona es dada de alta, puede ser recomendado la ingesta de antibióticos por vía oral durante 2 a 4 semanas.
Además de la medicación, también se recomienda evitar alimentos que irriten la vejiga, como el alcohol, café, alimentos con cafeína, ácidos y picantes, y aumentar el consumo de agua para favorecer la eliminación de la bacteria a través de la orina.
2. Prostatitis bacteriana crónica
El tratamiento de la prostatitis bacteriana crónica también es realizado con antibióticos recetados por el urólogo. No obstante, estos medicamentos suelen prescribirse en una dosis más baja y durante un período prolongado, 6 meses aproximadamente, de manera de prevenir infecciones recurrentes. Al igual que en la prostatitis bacteriana aguda, también se recomienda aumentar el consumo de líquidos y evitar los alimentos que irriten la vejiga, como el alcohol, café, alimentos con cafeína, ácidos y picantes.
Además, en los casos donde el hombre presente retención urinaria, es decir, que no pueda vaciar por completo su vejiga, el médico puede indicar otros medicamentos, como los alfabloqueadores, como la alfuzosina, doxazosina, prazosina, silodosina, tadalafil o tamsulosina, por ejemplo, para ayudar a relajar los músculos de la vejiga y la próstata, facilitando la micción.
En los casos donde el hombre presente tejido cicatricial en la uretra, el médico podría recomendar la realización de una cirugía para extirpar este tejido y tratar la retención urinaria causada por la prostatitis bacteriana crónica.
3. Prostatitis crónica
El tratamiento de la prostatitis crónica varía de una persona a otra, debido a que las causas pueden ser múltiples, por lo que el urólogo podría indicar:
- Antibióticos, a pesar de que esta prostatitis crónica no es de origen bacteriana, el médico podrá recomendarlos durante 4 a 6 semanas, principalmente las fluoroquinolonas, como levofloxacino, por ejemplo, no tanto por su papel antibacteriano sino antiinflamatorio;
- Antiinflamatorios no esteroideos, como la aspirina, ibuprofeno o naproxeno, para aliviar el dolor y reducir la inflamación;
- Alfabloqueadores, como la alfuzosina, doxazosina, prazosina, silodosina, tadalafil o tamsulosina, por ejemplo, para ayudar a relajar los músculos de la vejiga y la próstata, facilitando la micción;
- Inhibidores de la 5-alfa-reductasa, como la dutasterida y finasterida, los cuales son medicamentos que ayudan a detener el crecimiento de la próstata o la encogen, mejorando el flujo de orina;
- Relajantes musculares, como ciclobenzaprina o clonazepam;
- Neuromoduladores y antidepresivos, como la pregabalina, nortriptilina o amitriptilina, cuando se considera que el problema puede ser neuropático.
Además de la medicación, también pueden recomendarse otros tipos de tratamiento, que incluyen:
- Fisioterapia del suelo pélvico, realizando ejercicios de Kegel o liberación miofascial;
- Realización de baños de asiento;
- Ejercicios de relación;
- Biofeedback;
- Acupuntura o electroacupuntura;
- Uso de algunos suplementos naturales, como la quercetina, polen de abeja y saw palmetto.
También puede ser recomendado, en algunos casos, la realización de una cirugía, conocida como terapia de ablación transuretral por aguja, para ayudar a aliviar el dolor y otros síntomas asociados No obstante, este tipo de cirugía no es curativa.
Lea también: Saw palmetto: para qué sirve y cómo usar tuasaude.com/es/saw-palmettoPosibles complicaciones
Algunas complicaciones de la prostatitis bacteriana aguda son:
- Infección generalizada, conocida como bacteremia, que puede poner en riesgo la vida de la persona;
- Surgimiento de un absceso en la próstata;
- Epididimitis, que es la inflamación del epidídimo;
- Infección que se propaga al hueso pélvico superior o a la parte inferior de la columna.
En el caso de la prostatitis crónica, puede haber ansiedad, depresión, disfunción eréctil o cambios en el esperma que puedan causar infertilidad.