4 medicamentos para la bursitis

Los medicamentos más utilizados para la bursitis son los antiinflamatorios, corticoides, relajantes musculares y/o antibióticos, los cuales deberán ser indicados y usados bajo orientación del ortopedista.

Además de los medicamentos, también pueden ser adoptadas algunas medidas caseras, como mantener en reposo la articulación afectada y aplicar compresas de hielo, esto ayudará a reducir la inflamación, el dolor, la hinchazón y el enrojecimiento, facilitando el movimiento de la articulación.

La bursitis se caracteriza por una inflamación de la bolsa de líquido que amortigua la fricción entre los tendones y huesos o piel en la articulación,  pudiendo ser causada por golpes, esfuerzos repetidos, artritis o infecciones, además de poder suceder debido al empeoramiento de una tendinitis. Vea qué es una tendinitis y cómo identificarla.

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Principales medicamentos

Los medicamentos más indicados que deben ser prescritos por el ortopedista, después de la evaluación y confirmación del diagnóstico, incluyen:

1. Antiinflamatorios

Los antiinflamatorios, como diclofenaco (Voltaren, Cataflam), nimesulida (Nisulid) o ketoprofeno (Profenid) o Sulindaco (Renidac), en comprimido, inyectables o gel, son prescritos por el médico general u ortopedista, ya que ayudan a disminuir la inflamación y el dolor.

Se debe evitar utilizar los antiinflamatorios por el menor tiempo posible y evitar su uso de forma repetitiva, debido a que puede causar efectos secundarios en el organismo, como lesiones en los riñones o úlceras en el estómago, por ejemplo.

Por este motivo, si el dolor persiste, se recomienda acudir nuevamente al médico para solicitar nuevas orientaciones sobre cómo continuar el tratamiento.

Los antiinflamatorios deben ser usados en la fase más aguda para disminuir la inflamación. En caso de dolor persistente, se debe optar por utilizar un analgésico. Al igual que los comprimidos, el uso de pomadas antiinflamatorias no debe realizarse de forma continua, debiendo seguir la orientación del médico.

2. Corticoides

Las inyecciones de corticoides, como metilprednisolona o triamcinolona, por ejemplo, en asociación con lidocaína al 1-2%, suelen ser usadas por el médico en casos de bursitis que no mejora con el tratamiento o en casos de bursitis crónica. Este medicamento es inyectado para tener un efecto más directo dentro de la articulación inflamada, lo que puede ser más eficaz y más rápido que otras formas de tratamiento.

En algunos casos, como en la bursitis aguda, el médico puede recetar un corticoide por vía oral, como la prednisona (Ednapron, Meticorten), durante algunos días, para ayudar a aliviar el dolor. Sin embargo, los corticoides no se consideran como la primera línea de tratamiento, motivo por el cual no deben ser usados de forma repetida y siempre bajo supervisión médica.

3. Relajantes musculares

Los relajantes musculares, como ciclobenzaprina (Yuredol, Yurelax), también son útiles para tratar el malestar causado por la bursitis, en caso de que haya una tensión muscular durante el cuadro, lo que empeora aún más el dolor y la molestia para la movilización de la zona.

4. Antibióticos

En los casos en que existe una infección asociada a la bursitis, el médico puede prescribir un antibiótico, pudiendo ser tomado en casa en forma de comprimido o por vía intravenosa en el hospital.

Opciones de tratamiento casero

Un excelente remedio casero para la bursitis aguda es la aplicación de compresas de hielo en la articulación afectada, durante 15 a 20 minutos, cerca de 4 veces al día, por 3 a 5 días.

Este tratamiento tendrá un mejor efecto en la fase aguda de la inflamación, principalmente cuando hay dolor, hinchazón y enrojecimiento. En esta fase, también es importante guardar reposo, para que el movimiento de la articulación no empeore el cuadro.

Algunos ejercicios de fisioterapia que también pueden realizarse en casa, con orientación de un ortopedista o fisioterapeuta, son los ejercicios de estiramiento y de propriocepción.

Cuándo hacer fisioterapia

Idealmente, la fisioterapia debe ser hecha en todos los casos de bursitis o tendinitis. El tratamiento fisioterapéutico se realiza con técnicas y ejercicios para aumentar la movilidad de la articulación afectada y los estiramientos musculares para mejorar su función, y lo ideal es que se haga al menos 2 veces por semana o diariamente.

Vea también algunos analgésicos naturales que pueden ayudar a complementar el tratamiento:

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