La arritmia cardíaca puede curarse cuando se identifica y se trata de manera rápida y adecuada por un cardiólogo tan pronto como aparezcan los síntomas, como palpitaciones, latidos cardíacos irregulares o lentos, dolor en el pecho, mareos o desmayos.
El tratamiento de la arritmia cardíaca generalmente implica el uso de medicamentos antiarrítmicos, cirugía o la colocación de un marcapasos, dependiendo del tipo de arritmia. Sepa cómo es realizado el tratamiento de una arritmia.
Sin embargo, la arritmia cardíaca puede ser grave y los síntomas pueden aparecer repentinamente, incluso en personas aparentemente saludables. Por lo tanto, el tratamiento debe iniciarse lo más rápido posible para evitar complicaciones que pueden poner en riesgo la vida, como infarto, accidente cerebrovascular (ACV) o shock cardiogénico.
Cómo curar una arritmia cardíaca
Para curar la arritmia cardíaca, se debe seguir el tratamiento indicado por el cardiólogo, que varía según el tipo de arritmia, la gravedad de los síntomas y la asociación con otras enfermedades cardíacas. El tratamiento incluye:
1. Arritmias benignas
En el caso de las arritmias benignas, las alteraciones en los latidos cardíacos pueden incluso desaparecer espontáneamente y se pueden controlar fácilmente con medicamentos indicados por el cardiólogo y la práctica regular de actividades físicas.
No obstante, la persona debe realizar consultas periódicas con el cardiólogo para que se realicen exámenes cardíacos, se evalúe la actividad del corazón y se determine si es necesario algún tipo de procedimiento quirúrgico.
2. Arritmias malignas
En las arritmias malignas, las alteraciones en los latidos cardíacos no desaparecen espontáneamente y pueden empeorar con el esfuerzo o la práctica de ejercicio físico, pudiendo llevar a la muerte si no se trata rápida y adecuadamente.
La arritmia implica alteraciones en los latidos cardíacos, que pueden volverse más rápidos, más lentos o incluso detener el corazón, lo que lleva a síntomas como fatiga, dolor en el pecho, palidez, sudor frío y dificultad para respirar. Sepa cómo identificar una arritmia cardíaca.
¿Cuándo es grave la arritmia?
En la mayoría de los casos de arritmia, no existe riesgo para la salud. Muchas arritmias desaparecen espontáneamente, generan pocos síntomas y mejoran con algunos cambios en el estilo de vida, como hacer ejercicio regularmente, garantizar buenas noches de sueño, eliminar el consumo de cigarrillos y bebidas, así como evitar el uso de energizantes y estimulantes como el café.
La arritmia puede considerarse grave o maligna cuando surge debido a una alteración en el funcionamiento eléctrico del corazón o cuando el músculo cardíaco está afectado por alguna enfermedad. En estos casos, la causa es más difícil de evitar, por lo que existe un mayor riesgo de que el ritmo cardíaco se altere durante más tiempo, elevando las posibilidades de una parada cardíaca, por ejemplo.
Además, en personas con fibrilación auricular, también existe el riesgo de formación de coágulos, que pueden desprenderse y llegar al cerebro, causando un accidente cerebrovascular (ACV).
Opciones de tratamiento
Las opciones de tratamiento para la arritmia cardíaca varían según los síntomas presentados, siendo más comunes las siguientes conductas:
1. Choque eléctrico
El choque eléctrico al corazón, también conocido como cardioversión eléctrica o desfibrilación, tiene como objetivo reorganizar el ritmo cardíaco en algunos tipos de arritmias más urgentes, como en los casos agudos de flutter atrial, fibrilación atrial y taquicardia ventricular.
2. Implantación de cardiodesfibrilador
La implantación de un cardiodesfibrilador puede ser indicada por el cardiólogo en casos de arritmia compleja cuando hay riesgo de parada cardíaca. Este dispositivo sirve para monitorear los latidos cardíacos de forma continua y detectar cualquier arritmia grave, enviando una carga eléctrica específica al corazón para normalizar su ritmo.
3. Uso de medicamentos
El uso de medicamentos para la arritmia cardíaca puede ser indicado por el cardiólogo, especialmente en casos de aumento de los latidos cardíacos, con el fin de controlar los síntomas y regularizar el ritmo cardíaco. Pueden ser prescritos medicamentos antiarrítmicos o anticoagulantes, por ejemplo.
4. Implantación de marcapasos
La implantación de un marcapasos puede ser indicada principalmente cuando la arritmia cardíaca causa latidos lentos en el corazón. El marcapasos es un dispositivo que contiene una batería de larga duración y tiene la función de tomar el control del ritmo cardíaco según la programación del médico, regulando los latidos y permitiendo que la persona lleve una vida normal.
5. Cirugía de cauterización o ablación
La cirugía de cauterización o ablación por radiofrecuencia es realizada por el cardiólogo en casos de taquiarritmia, donde los latidos cardíacos están acelerados, para prevenir o dificultar nuevas crisis de arritmia. El procedimiento consiste en remover o destruir una vía de señalización eléctrica del corazón que está alterada y dura algunas horas, pudiendo requerir sedación o anestesia general.
6. Cambios en los hábitos de vida
Otras medidas importantes para tratar y evitar la arritmia incluyen cambios en los hábitos de vida. Se debe evitar el consumo de alcohol, drogas, bebidas con cafeína, té negro y cigarrillos.
Además, es importante practicar actividades físicas regulares, indicadas por el cardiólogo, y mantener una alimentación equilibrada.