El tratamiento para la infección estomacal o intestinal debe ser orientado por un médico general o un gastroenterólogo de acuerdo a los signos y síntomas presentados por la persona. En la mayoría de los casos, el tratamiento puede realizarse en casa y tiene como objetivo promover la eliminación del agente infeccioso, aliviar los síntomas y prevenir la deshidratación.
Algunas de las recomendaciones indicadas por el médico son:
- Mantenerse de reposo hasta que los síntomas mejoren;
- Adoptar una alimentación leve y de fácil digestión, dando preferencia a la carne blanca asada, verdura y frutas, para aliviar la tensión sobre el sistema gastrointestinal;
- Beber muchos líquidos para mantener la hidratación del organismo en forma de agua, té, suero casero o agua de coco;
- Lavar y cocinar bien los alimentos, evitando la ingestión de más bacterias.
- No tomar medicamentos que obstruyan al intestino.
Si los síntomas no mejoran después de 2 días, en caso de los niños o 3 en caso de los adultos, o surjan signos y síntomas que indiquen una posible deshidratación, como orina más oscura, falta de sudor, piel y labios secos y ojeras, es importante consultar al médico para que inicie el tratamiento adecuado. Conozca más sobre la infección intestinal.
De acuerdo a los síntomas presentados, su intensidad y el microorganismo responsable de la infección, el médico puede recomendar la realización de tratamiento más específicos:
1. Medicamentos
Los medicamentos para la infección intestinal son normalmente indicados en caso de infección por bacterias y parásitos y son recomendados junto con las orientaciones generales de reposo, aumento del consumo de líquidos y alimentación leve.
En caso de infección intestinal causada por bacterias, el médico puede recomendar el uso de antibióticos, como ciprofloxacino o metronidazol, por ejemplo, principalmente en los casos de diarrea intensa. En los casos de infección intestinal por parásitos, puede indicarse el uso de antiparasitarios, como albendazol o mebendazol alrededor de 3 días o de acuerdo a la indicación del médico. Vea más sobre los medicamentos para la infección intestinal.
2. Probióticos
El uso de probióticos también puede ser indicado en caso de infección intestinal, ya que ayudan a reequilibrar la microbiota intestinal, de forma en que los agentes infecciosos responsables de la infección logren ser combatidos con más facilidad, favoreciendo el alivio de los síntomas. Conozca más sobre los probióticos.
3. Alimentación
Durante la infección intestinal está indicado que se tenga una alimentación más leve y de fácil digestión, dando preferencia a alimentos como el arroz blanco cocido, pasta, carnes blancas con pocos condimentos, frutas cocidas y sin cáscara, jugos colados y tés con azúcar, evitando tés con cafeína, como té verde, negro y mate, ya que pueden causar irritación en el sistema gastrointestinal y agravar los síntomas.
En las meriendas, está indicado consumir galletas secas sin relleno, pan blando con mermelada de frutas, yogur natural y quesos blancos, como ricotta, ya que son pobres en grasa y de fácil digestión.
Mientras dure la diarrea, se debe evitar el consumo de legumbres y frutas con cáscara, incluso en sopas o ensaladas cocidas, ya que son ricos en fibras, dando como resultado un aumento del tránsito intestinal y favoreciendo la diarrea. Se deben evitar alimentos ricos en grasa, como carnes rojas, mantequilla, leche integral, quesos amarillos, tocino, longaniza, salchichas y alimentos procesados, así como alimentos que aumenten la producción de gases, como repollo, huevo, maíz, chícharos, por ejemplo.
Qué médico se debe consultar
En caso de tener una infección estomacal o intestinal se recomienda consultar a un gastroenterólogo, ya que es el médico responsable de evaluar y tratar los problemas en el estómago y en el intestino. Sin embargo, muchas situaciones también pueden ser tratadas por un médico general o médico familiar.
Cómo tratar la infección intestinal en el bebé
El tratamiento para la infección intestinal en el bebé debe ser orientado por un pediatra, ya que dependerá de la causa de la infección.
Sin embargo, lo más importante es mantener al bebé debidamente hidratado, ofreciendo agua hervida o leche en intervalos de 15 minutos, además de mantener una buena higiene, evitando que el bebé entre en contacto con objetos sucios, heces, orina u otras fuentes de microorganismos.