El tratamiento para las várices y arañitas se puede realizar a través de diversas técnicas como terapia láser, escleroterapia con espuma o con glucosa o, en los casos más severos, cirugía. Este debe ser realizado de acuerdo con las características de las várices y de los síntomas como dolor, hinchazón o surgimiento de úlceras, por ejemplo.
El procedimiento a utilizar debe ser indicado por el cirujano cardiovascular o angiólogo, el cual tomará en cuenta las características de las várices para elegir el mejor tratamiento.
Es importante recalcar que ninguno de ellos es definitivo, debido a que las várices pueden volver a surgir, especialmente si no se controla el peso y se mejora la circulación sanguínea a través de una dieta equilibrada y de la práctica regular de actividad física.
Principales tratamientos para várices y arañitas
Entre las principales formas de tratamiento de várices se incluyen las siguientes:
1. Tratamiento natural
Un buen tratamiento natural para las várices es tomar un comprimido de castaño de Indias, como el Venastat, ya que esta planta medicinal que mejora la circulación sanguínea, siendo una buena opción para complementar el tratamiento indicado por el médico. Se puede comprar en farmacias y en tiendas de productos naturales, pero solo debe tomarse cuando lo indique el médico.
Otra opción natural para el tratamiento de las várices es el uso de fitoterapéuticos, como Goicotabs o Antistax, ya que poseen sustancias capaces de aliviar el dolor y la hinchazón de las piernas con esta condición. Aparte, hay opciones de remedios caseros para tratar las várices, como el jugo de uva y las compresas de repollo, por ejemplo.
2. Terapia láser
La terapia láser, o escleroterapia láser, es un tratamiento de várices con láser para la eliminación de los vasos pequeños y medianos que aparecen en la nariz, mejillas, tronco y piernas. El láser actúa convirtiendo la energía luminosa en energía térmica, calentando y destruyendo la pared del vaso sanguíneo, con un efecto instantáneo, lo que mejora la apariencia de la piel con várices.
Este tipo de tratamiento es rápido, durando alrededor de 20 a 30 minutos por sesión, y garantiza buenos resultados. Asimismo, no causa mucho dolor en comparación con otros tratamientos y no es un procedimiento invasivo; sin embargo, puede ser necesaria la realización de un tratamiento complementario para aumentar la eficacia de la terapia láser.
Luego del láser, es importante evitar la exposición al sol y utilizar filtro solar para prevenir que la región tratada se manche.
3. Radiofrecuencia
La radiofrecuencia funciona de manera muy semejante a la cirugía láser, pues utiliza calor dentro de los vasos, para cerrar las várices, y es realizada con anestesia local.
Para llevar a cabo este procedimiento, el médico inserta un pequeño catéter en el interior de la vena afectada, guiándose con un ultrasonido, y después utiliza radiofrecuencia para calentar la punta, con la cual genera el cierre del vaso.
Normalmente, pueden ser necesarias hasta 10 sesiones para eliminarlas complemente, dependiendo de la cantidad de várices.
4. Escleroterapia con espuma
La escleroterapia con espuma es un tratamiento eficaz para várices de pequeño calibre, es decir, aquellas que poseen hasta 4 mm de diámetro o para microvárices. La técnica es realizada por el angiólogo y consiste en la aplicación de la espuma de polidocanol, directamente en las várices, lo que cierra la vena.
Este tipo de tratamiento es prácticamente definitivo y luego del procedimiento se recomienda emplear medias elásticas de compresión, indicadas por el médico, para mejorar la circulación y reducir las probabilidades de que las várices reaparezcan.
La escleroterapia con espuma no debe ser realizada en mujeres embarazadas, adultos mayores ni en personas que tienen antecedentes de embolia pulmonar.
5. Escleroterapia con glucosa
La escleroterapia con glucosa es un tipo de tratamiento llevado a cabo por el angiólogo que consiste en aplicar glucosa directamente en las várices o microvárices hasta de 2 mm de diámetro, hasta que desaparezcan.
La aplicación de glucosa es realizada con una solución concentrada de glucosa, generalmente al 50 % o 75 %, siendo fácilmente absorbida por el organismo, lo que reduce las probabilidades de complicaciones o alergias durante o después del tratamiento. Sin embargo, no está indicada en personas diabéticas, pues puede interferir en los niveles de azúcar en la sangre.
6. Medicamentos de farmacia
Por lo general, los medicamentos de farmacia para las várices incluyen comprimidos que contienen flavonoides o bioflavonoides, como la diosmina y la hesperidina, que son sustancias con acción antiinflamatoria y protectora vascular, o cremas y pomadas para utilizar sobre la piel.
Estos medicamentos ayudan a reducir la dilatación y a aumentar el tono de los vasos sanguíneos, mejorando la circulación y reduciendo los síntomas asociados a la enfermedad, como dolor, hinchazón o surgimiento de úlceras.
Estos medicamentos deben ser empleados bajo indicación y orientación del angiólogo, con dosis individualizadas de acuerdo con los síntomas de cada persona.
7. Cirugía
La cirugía para várices está indicada en los casos más graves, donde las várices son muy gruesas, con más de 1 dedo de calibre, lo que genera síntomas como hinchazón en las piernas, dolor y comezón, pudiendo traer complicaciones.
La recuperación de la cirugía de várices depende de la cantidad y del tratamiento de las venas que son retiradas. Vea cómo es realizada la cirugía para las várices.
Cómo garantizar los resultados del tratamiento
Entre las recomendaciones que son importantes seguir para que el tratamiento sea efectivo se incluyen las siguientes:
- Usar medias elásticas de compresión diariamente, pues comprimen los vasos sanguíneos. Estas deben colocarse al momento de despertarse y retirarse para bañarse y dormir. Las medias elásticas de compresión se pueden encontrar en farmacias o en tiendas de insumos hospitalarios, no obstante, deben ser utilizadas bajo orientación médica. Conozca para qué sirven y cuándo usar las medias de compresión;
- Colocar una cuña al pie de la cama, para mejorar la circulación de sangre en las piernas;
- Medicamentos para várices, ya que disminuyen la retención de líquidos y mejoran el retorno venoso, reduciendo las posibilidades de desarrollar nuevas várices. Estos medicamentos deben ser prescritos y orientados por el médico.
Asimismo, se recomienda la práctica de algún tipo de actividad física, ya que de esta forma la sangre es bombeada con más fuerza y la capacidad cardíaca también mejora, disminuyendo la incidencia de las várices.
Cómo prevenir las várices
Para prevenir las várices, se recomienda realizar ejercicios físicos regulares acompañado de algún profesional, evitar el sobrepeso, sentarse y acostarse con las piernas en alto y evaluar la posibilidad de no tomar pastillas anticonceptivas, por ejemplo.
Además, se recomienda evitar estar mucho tiempo sentado o de pie y no utilizar tacones altos todos los días. Así, es posible evitar el surgimiento de várices o la reaparición de várices antiguas.