El tratamiento para la sífilis se realiza con el uso de antibióticos como la penicilina G benzatina (Benzetacil), ceftriaxona o doxiciclina, con el objetivo de eliminar la bacteria Treponema pallidum.
La sífilis es una infección de transmisión sexual (ITS) que se transmite a través del contacto sexual con una persona infectada, pero también puede ser transmitida de la madre al bebé durante el embarazo, afectando su desarrollo. Vea cómo ocurre la transmisión de la sífilis.
El tratamiento de la sífilis debe ser indicado por un infectólogo, ginecólogo, urólogo o médico general, dependiendo de la fase de la infección. En casos de neurosífilis, es necesario el ingreso hospitalario, ya que se trata de una enfermedad más avanzada.
Tratamiento de la sífilis por fase
De acuerdo con el CDC y el protocolo clínico de las ITS del Ministerio de Salud, el tratamiento para cada fase de la sífilis en adultos y mujeres no embarazadas debe seguir el plan que se menciona a continuación:
1. Sífilis primaria, secundaria y latente precoz
El tratamiento de la sífilis primaria, secundaria y latente precoz se realiza con antibióticos como:
Tratamiento estándar:
El tratamiento de primera elección para estas fases de la sífilis es:
- Penicilina G benzatina (Benzetacil): una inyección de 2,4 millones de unidades en dosis única, aplicada en el músculo.
El benzetacil debe ser aplicado en dosis divididas en 1,2 millones de unidades por cada glúteo para reducir los efectos secundarios en el lugar de la inyección.
Después de la aplicación de la penicilina, es común la aparición de una reacción que incluye fiebre, dolor muscular, dolor de cabeza, taquicardia, dificultad respiratoria y disminución de la presión arterial. Estos síntomas suelen durar entre 12 y 24 horas y solo deben tratarse con paracetamol.
Lea también: Benzetacil: para qué sirve, dosis y efectos secundarios tuasaude.com/es/penicilina-benzetacilTratamiento alternativo:
Para personas alérgicas a las penicilinas, las opciones alternativas incluyen:
- Doxiciclina: 100 mg, dos veces al día por vía oral, durante 14 días.
- Tetraciclina: 100 mg, cuatro veces al día por vía oral, durante 14 días.
- Ceftriaxona: 1 g al día, por inyección intramuscular o intravenosa, durante 10 a 14 días.
El tipo de antibiótico debe ser indicado por un infectólogo, ginecólogo o urólogo. Es fundamental seguir la duración del tratamiento recomendada por el médico para evitar la resistencia bacteriana. Conozca qué es la resistencia bacteriana.
2. Sífilis latente tardía y sífilis terciaria
El tratamiento de la sífilis latente tardía, la sífilis de duración desconocida o la sífilis terciaria se realiza con los siguientes antibióticos:
Tratamiento estándar:
Para el tratamiento estándar de la sífilis latente tardía, la sífilis latente de duración desconocida o la sífilis terciaria, se recomienda:
- Penicilina G benzatina (Benzetacil): 1 inyección de 2,4 millones de unidades, una vez por semana, durante 3 semanas, aplicada en el músculo.
Las dosis de penicilina G benzatina deben administrarse en 2 inyecciones divididas de 1,2 millones de unidades, aplicando una en cada glúteo.
El intervalo recomendado entre cada dosis de penicilina G benzatina es de 7 días, completando un total de 3 semanas de tratamiento.
Tratamiento alternativo:
El tratamiento alternativo para la sífilis latente tardía, la sífilis latente de duración desconocida o la sífilis terciaria incluye:
- Doxiciclina 100 mg: 2 veces al día, por vía oral, durante 14 días si el tiempo de infección es menor a 1 año, o durante 4 semanas si la duración de la infección es mayor a 1 año; o
- Tetraciclina 500 mg: 4 veces al día, por vía oral, durante 15 o 30 días; o
- Ceftriaxona 1 g: 1 vez al día, por inyección intramuscular o intravenosa, durante 10 a 14 días.
El tratamiento alternativo generalmente se recomienda en personas alérgicas a las penicilinas.
Lea también: Alergia a medicamentos: síntomas y qué hacer tuasaude.com/es/alergia-a-medicamentos3. Neurosífilis
El tratamiento de la neurosífilis se realiza con antibióticos, estos son:
Tratamiento estándar:
El tratamiento estándar para la neurosífilis es:
- Penicilina cristalina: 3 a 4 millones de unidades cada 4 horas, administrada por vía intravenosa en infusión continua; o
- Penicilina G procaína: 2,4 millones de unidades, 1 vez al día, aplicada por vía intramuscular, combinada con probenecida 500mg, 4 veces al día, por vía oral.
En el caso del uso de penicilina G procaína y probenecida, el tratamiento con ambos medicamentos debe realizarse durante 10 a 14 días, seguido de 1 inyección de Benzetacil (2,4 millones de unidades), 1 vez por semana durante 1 a 3 semanas, administrada por vía intramuscular.
Tratamiento alternativo:
El tratamiento alternativo para la neurosífilis es:
- Ceftriaxona 2 g al día, administrada por inyección intramuscular o intravenosa, durante 10 a 14 días.
El tratamiento de la neurosífilis debe realizarse durante el tiempo indicado por el médico.
¿Qué hacer en caso de alergia a la penicilina?
En caso de alergia a la penicilina, se debe optar por la desensibilización a la penicilina, ya que no existen otros antibióticos capaces de eliminar completamente el Treponema pallidum.
Sin embargo, como alternativa en personas alérgicas a la penicilina, el médico puede recetar doxiciclina, tetraciclina o ceftriaxona.
Tratamiento durante el embarazo
El tratamiento de elección para la sífilis durante el embarazo es la penicilina G benzatina. Sin embargo, cuando la gestante es alérgica a las penicilinas, normalmente se recomienda la desensibilización para que pueda recibir la dosis de penicilina G.
La dosis comúnmente indicada es de 2,4 millones de unidades de penicilina G benzatina (Benzetacil), administrada en el músculo en una única dosis.
Cuando la desensibilización no es posible, otros antibióticos como eritromicina, ceftriaxona o azitromicina pueden ser recetados por el obstetra como alternativa. Vea más sobre el sífilis en el embarazo.
Tratamiento para la sífilis congénita
La sífilis congénita es aquella que aparece en el bebé y que se transmite de la madre infectada.
En estos casos, el tratamiento debe ser orientado por el pediatra y, normalmente, se inicia inmediatamente después del nacimiento con penicilina directamente en la vena cada 12 horas durante los primeros 7 días de vida.
Con el inicio del tratamiento para la sífilis congénita, es normal que algunos recién nacidos desarrollen síntomas como fiebre, respiración rápida o aumento de la frecuencia cardíaca, los cuales pueden ser controlados con otros medicamentos como paracetamol. Vea más detalles sobre el tratamiento de la sífilis durante el embarazo.
Cuidados durante el tratamiento
Durante el tratamiento o justo después del diagnóstico de sífilis, la persona debe tener algunos cuidados como:
- Informar a su pareja para que se haga la prueba de la enfermedad y comience el tratamiento si es necesario.
- Evitar el contacto sexual durante el tratamiento, incluso con preservativo.
- Realizarse la prueba de VIH, ya que la infección por Treponema pallidum aumenta el riesgo de infección por el virus del VIH.
Además, es importante realizarse el examen para sífilis, el VDRL, de forma regular y según la orientación del médico, quien normalmente lo recomienda cada 3 meses.
De esta manera, se puede evaluar si el tratamiento está siendo efectivo y, en caso negativo, se podrá indicar un nuevo esquema terapéutico. Conozca más sobre el examen VDRL.
Incluso después del tratamiento, el paciente puede volver a contraer sífilis, por lo que es importante seguir usando preservativo en todo contacto íntimo para evitar ser nuevamente contaminado con sífilis u otras infecciones de transmisión sexual.
Lea también: Cómo tratar las 11 ITS más comunes tuasaude.com/es/tratamento-para-dstSignos de mejoría o de que empeora
Los signos de mejora de la sífilis suelen aparecer entre 3 y 4 días después de que comienza el tratamiento e incluyen un aumento del bienestar, reducción de los ganglios linfáticos inflamados y cicatrización de las úlceras, por ejemplo.
Por otro lado, cuando el tratamiento no se sigue correctamente según las indicaciones del médico, pueden aparecer signos de empeoramiento, como fiebre superior a 38°C, dolores articulares y musculares, disminución de la fuerza muscular y parálisis progresiva.
Además, en estos casos, también puede haber un mayor riesgo de desarrollar complicaciones, como meningitis, hepatitis, deformidad de las articulaciones y parálisis, entre otras.