Tratamiento trastorno limite de la personalidad

El tratamiento para el trastorno de personalidad borderline se realiza con psicoterapia, terapia de mentalización, psicoeducación y, en algunos casos, uso de medicamentos.

El tratamiento de este trastorno lo realizan el psiquiatra y el psicólogo con el objetivo de ayudar a la persona a controlar sus emociones, reducir la depresión y los pensamientos suicidas.

El trastorno de personalidad borderline se caracteriza por síntomas como cambios rápidos de humor, impulsividad y enfado frecuente y difícil de controlar, por ejemplo. Sepa cómo identificar todos los síntomas del trastorno borderline.

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8 tratamientos para el trastorno límite de personalidad

Los principales tratamientos para el trastorno de personalidad borderline son:

1. Psicoterapia

La psicoterapia es uno de los tratamientos más importantes para el trastorno de personalidad borderline, siendo la primera opción de tratamiento.

Este tipo de tratamiento lo realiza el psicólogo utilizando diferentes técnicas, como la terapia cognitivo-conductual o la mentalización, por ejemplo. Sepa cómo se realiza la psicoterapia.

2. Terapia cognitiva conductual

La terapia cognitiva conductual es una modalidad de la psicoterapia muy indicada para el tratamiento del trastorno de personalidad borderline, la cual implica la aceptación de la persona sobre su condición y los cambios de comportamiento. Sepa más qué es la terapia cognitiva conductual.

La terapia conductual dialéctica la realiza un psicólogo, y consiste en el desarrollo de estrategias para ayudar a la persona a entender y a controlar sus emociones en diferentes situaciones.

Además, la terapia conductual dialéctica ayuda a reducir los síntomas de ansiedad, depresión, comportamiento suicida o sexual de riesgo, abuso de sustancias, agresividad o impulsividad, por ejemplo.

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3. Terapia de mentalización

La terapia de mentalización es otra modalidad de la psicoterapia que tiene como objetivo mejorar la capacidad de mentalización de forma equilibrada y de aprendizaje social.

Este tipo de tratamiento ayuda a la persona a regular sus emociones, gestionar la ansiedad y la excitación, y entender y comprender al otro, con empatía, por ejemplo.

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4. Terapia centrada en la transferencia

La terapia centrada en la transferencia se basa en la interacción del psicólogo y la persona, siendo realizada por el profesional una exploración e interpretación de los comportamientos de la persona.

Este tipo de terapia ayuda a la persona a tener una relación más saludable con otras personas, reduciendo la ira y la agresividad, al desarrollar una percepción más realista en relación con las personas y consigo misma.

5. Terapia centrada en esquemas

La terapia centrada en esquemas se basa en los esquemas adaptativos, que son patrones de pensamiento, sentimiento y comportamiento desarrollados a lo largo de la vida.

Este tipo de terapia ayuda a la persona a reconocer los esquemas, cómo influyen en el comportamiento y a sustituir pensamientos negativos por pensamientos más saludables, lo que influye directamente en las relaciones interpersonales.

6. Psicoeducación

La psicoeducación es una herramienta de la psicoterapia dirigida a la persona con trastorno de personalidad borderline y sus familiares.

Esta terapia ayuda a la persona y a la familia a entender el trastorno de personalidad borderline, los síntomas, las opciones de tratamiento y cómo ayudar y actuar en situaciones de crisis.

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7. Medicamentos

Los medicamentos para el trastorno de personalidad borderline pueden ser indicados por el psiquiatra para el tratamiento de otros trastornos psiquiátricos asociados, como depresión o ansiedad grave, comportamiento agresivo, síntomas psicóticos o agitación grave.

Así, pueden ser indicados medicamentos antidepresivos, antipsicóticos o estabilizadores del humor, por ejemplo.

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8. Internamiento hospitalario

El internamiento hospitalario puede ser indicado por el psiquiatra en casos de psicosis transitoria, agitación o pensamientos negativos intensos.

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Además, el internamiento hospitalario también puede ser indicado cuando la persona tiene pensamientos suicidas con alto riesgo de autolesiones o automutilación.

En los casos de trastornos asociados al uso abusivo de sustancias, también puede recomendarse el internamiento hospitalario.