La tromboflebitis consiste en el cierre parcial e inflamación de una vena debido a la presencia de un coágulo sanguíneo, lo que interfiere en el flujo de sangre y ocasiona el surgimiento de algunos síntomas, como hinchazón, enrojecimiento y dolor en la zona afectada. En la mayor parte de los casos, la tromboflebitis ocurre en las piernas, tobillos y pies, pero también puede surgir en cualquier vena del organismo.

La tromboflebitis surge debido a alteraciones en la coagulación sanguínea, ocurriendo con mayor frecuencia en personas que poseen várices, mueven poco las piernas, permanecen mucho tiempo sentadas o poseen enfermedades que interfieren en la circulación sanguínea, como trombofilia, cáncer o infección generalizada, por ejemplo.

La tromboflebitis tiene cura, y el tratamiento debe ser orientado por el médico de acuerdo con la gravedad de cada situación, pudiendo ser indicado reposo, uso de medias elásticas, aplicación de compresas y medicamentos antiinflamatorios o, de ser necesario, uso de medicamentos anticoagulantes.

Tipos de tromboflebitis

De acuerdo con la localización del trombo, la tromboflebitis puede ser clasificada en:

Tromboflebitis superficial, donde el trombo está presente en las venas más superficiales, ocasionando el surgimiento de síntomas más evidentes y fáciles de ser tratados;
Tromboflebitis profunda, que ocurre cuando el trombo se mueve a otros sitios, principalmente a los pulmones, ocasionando el desarrollo de condiciones más graves que deben ser tratadas con urgencia. Vea más sobre la trombosis venosa profunda.

Además de eso, cuando la inflamación de la pared de un vaso sanguíneo superficial o profundo no implica la formación de un coágulo se denomina flebitis. Conozca más sobre la flebitis y los principales síntomas.

Síntomas de la tromboflebitis

Los principales signos y síntomas indicativos de una tromboflebitis incluyen:

Dolor a la palpación en la región;
Hinchazón y enrojecimiento en la zona;
Sensación de peso en la extremidad afectada;
Vena sobresaliente, en ciertos casos;
Hinchazón de la extremidad afectada, en caso de tromboflebitis profunda.

De esta manera, ante la presencia de signos y síntomas que indiquen tromboflebitis, es importante que el médico general, cardiólogo o angiólogo sea consultado, pues así es posible llevar a cabo una evaluación de los síntomas presentados y realizar una ecografía con doppler, que tiene como objetivo evaluar la circulación sanguínea e identificar la presencia de trombos. Vea cómo es realizada la ecografía con doppler.

Principales causas

La tromboflebitis ocurre por la obstrucción del flujo sanguíneo debido a un coágulo, en conjunto con una inflamación del vaso. Algunas de las posibles causas incluyen:

Falta de movilización de las piernas, que puede ser consecuencia de una cirugía o un viaje largo en carro, autobús o avión;
Lesión en una vena causada por inyecciones o por el uso de un catéter para medicamentos por vía intravenosa;
Várices en las piernas;
Enfermedades que alteran la coagulación sanguínea, como trombofilia, infecciones generalizadas o cáncer;
Embarazo, pues también es una condición que altera la coagulación sanguínea.

La tromboflebitis puede surgir en cualquier región del cuerpo, siendo que las piernas, pies y brazos son las áreas más afectadas, pues estas están más expuestas a pequeñas lesiones y son susceptibles a la formación de várices.

Otra zona que puede verse afectada es el órgano sexual masculino, pues la erección puede causar traumatismos en los vasos sanguíneos y cambios en la circulación sanguínea de la región, aumentando el riesgo de coagulación y dando origen a una condición llamada trombosis de la vena dorsal superficial del pene.

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Cómo es realizado el tratamiento

El tratamiento debe ser orientado por el médico de acuerdo con el tipo de tromboflebitis, los síntomas presentados y las enfermedades asociadas. De manera general, en el caso de tromboflebitis superficial, se recomienda el uso de medias de compresión elástica, masaje con pomadas antiinflamatorias, como el diclofenaco en gel, en la zona afectada, y reposo con la pierna elevada, realizando movimientos con los pies, pues esto favorece la circulación.

Asimismo, la aplicación de gasas mojadas con óxido de zinc también puede ayudar a aliviar la inflamación local y los síntomas, pues actúa como antiinflamatorio.

En el caso de tromboflebitis profunda, el médico podría indicar el uso de anticoagulantes como la heparina, warfarina o rivaroxabán, por ejemplo, que reducen la formación de trombos, previniendo complicaciones cardíacas o pulmonares.

Luego de iniciado el tratamiento en el hospital, donde son realizados los exámenes iniciales y es determinada la dosis de los medicamentos, el tratamiento podrá ser continuado en la casa del paciente, pudiendo tener una duración de 3 a 6 meses, lo que va a depender de la gravedad presentada. Cuando la persona es dada de alta, el médico también puede recomendar el uso de medias de compresión, las cuales ayudan a evitar la hinchazón y otras complicaciones.