La trombosis se caracteriza por la formación de coágulos en el interior de las venas o arterias que terminan por obstruir la circulación de la sangre y provocando síntomas como dolor e hinchazón en la zona afectada, pérdida de fuerza en el miembro afectado y palidez de la piel, por ejemplo.
El tipo más común de trombosis es la trombosis venosa profunda (TVP), que se presenta en las venas de las piernas, pero el coágulo también puede afectar otros lugares del cuerpo, como las arterias del corazón o cerebro, siendo llamada trombosis arterial.
Independientemente del tipo de trombosis, siempre que haya sospecha es muy importante acudir inmediatamente al hospital para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento para restablecer la circulación de la sangre, evitando complicaciones más serias que pueden poner en riesgo la vida.
Síntomas de trombosis
Los principales síntomas de trombosis son:
- Hinchazón en la pierna, brazo o manos;
- Disminución de los movimientos de las piernas, brazos o manos;
- Dolor intenso en la pantorrilla, codo, pecho o espalda;
- Piel enrojecida o morada en la zona afectada;
- Falta de aire o cansancio excesivo;
- Hormigueo, debilidad o parálisis en un lado del cuerpo;
- Latidos cardíacos acelerados;
- Sensación de desmayo o confusión mental.
Además de eso, dependiendo de la zona donde se encuentra el coágulo afectado, también pueden surgir dolor que irradia hacia el brazo, hombros o rostro, sensación de peso en la pierna afectada y dificultad para caminar, boca torcida, dificultad para hablar o alteraciones en la visión.
En presencia de signos y síntomas que indiquen trombosis, se debe acudir de inmediato al hospital o llamar al número de emergencia para que el médico haga una evaluación clínica e iniciar el tratamiento adecuado o más rápido posible para evitar complicaciones de la trombosis que pueden colocar la vida en riesgo.
Test online de síntomas
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El test de síntomas es una herramienta de orientación, no siendo útil como diagnóstico y ni para sustituir la consulta con el cardiólogo, hematólogo o clínico general.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de la trombosis es realizado por el médico general, angiólogo o cirujano vascular, a través de la evaluación de los síntomas, el examen físico, el historial médico, y pruebas de sangre, tales como el hemograma completo y la dosificación del dímero D, junto con pruebas de imagen como el ultrasonido o la tomografía.
Tipos de trombosis
Los tipos de trombosis varían según la ubicación del vaso sanguíneo afectado, siendo los más comunes:
1. Trombosis venosa profunda
La trombosis venosa profunda (TVP) afecta principalmente las venas de las piernas, generalmente en una sola pierna, pero también puede afectar una vena en la pelvis, el brazo o el hombro, por ejemplo.
2. Trombosis pulmonar
La trombosis pulmonar o tromboembolismo pulmonar surge cuando un coágulo obstruye un vaso sanguíneo del pulmón, lo que afecta el flujo sanguíneo en los pulmones y los intercambios gaseosos, resultando en una menor oxigenación del cuerpo.
Este tipo de trombosis puede causar síntomas intensos, que pueden poner en peligro la vida en minutos si no se trata de inmediato.
3. Trombosis cerebral
La trombosis cerebral es uno de los tipos graves de trombosis, que afecta las arterias del cerebro, pudiendo resultar en un accidente cerebrovascular isquémico o hemorrágico.
Lea también: 12 síntomas de accidente cerebrovascular (ACV) tuasaude.com/es/sintomas-de-un-accidente-cerebro-vascular4. Trombosis coronaria
La trombosis coronaria surge cuando se forma un coágulo dentro de la arteria coronaria del corazón, lo que conduce a una disminución de la oxigenación del músculo cardíaco, resultando en un infarto. Vea cómo identificar los síntomas de un infarto.
5. Trombosis renal
La trombosis renal surge en las venas ubicadas en los riñones, impidiendo o dificultando que los riñones filtren la sangre y eliminen toxinas a través de la orina, siendo normalmente causada por síndrome nefrótico, cáncer o traumatismo en los riñones.
6. Trombosis intestinal
La trombosis intestinal surge en las venas del intestino, provocando la interrupción del flujo sanguíneo hacia el intestino grueso o delgado, y la muerte del tejido intestinal, conocido como infarto intestinal, lo que resulta en dolor abdominal intenso, náuseas y vómitos.
7. Trombosis hemorroidal
La trombosis hemorroidal surge cuando se forma un coágulo que interrumpe el flujo sanguíneo en la vena hemorroidal, pudiendo causar síntomas como hinchazón y dolor intenso en la región anal.
8. Trombosis durante el embarazo
La trombosis durante el embarazo puede ocurrir debido a las alteraciones hormonales en la gestación y la compresión del útero en los vasos sanguíneos pélvicos, dificultando la circulación sanguínea en las piernas y facilitando la formación de coágulos.
9. Trombosis placentaria
La trombosis placentaria es un tipo grave de trombosis que surge cuando se forma un coágulo en las venas o arterias de la placenta, afectando el suministro de sangre al bebé y provocando la disminución de los movimientos fetales.
Este tipo de trombosis debe ser tratado de inmediato en el hospital y puede aumentar el riesgo de aborto espontáneo o parto prematuro.
10. Trombosis debido a anticonceptivos
La trombosis debido a anticonceptivos puede surgir debido al estrógeno presente en la píldora, la inyección, el implante o el parche, por ejemplo, ya que estimula la producción de factores de coagulación por parte del hígado, aumentando el riesgo de formación de coágulos.
11. Tromboflebitis
La tromboflebitis es una inflamación de un vaso sanguíneo superficial y formación de coágulos dentro del vaso al mismo tiempo, causando hinchazón y enrojecimiento localizados en la vena afectada, que causa mucho dolor al palpar. Conozca más sobre la tromboflebitis.
Posibles causas
Las principales causas de trombosis son:
- Antecedentes familiares o personales de trombosis;
- Diabetes, obesidad o sobrepeso;
- Embarazo;
- Niveles altos de colesterol y/o triglicéridos;
- Trastornos sanguíneos, como la trombofilia;
- Tabaquismo;
- Períodos prolongados de reposo, ya sea acostado o sentado, como después de cirugías o viajes en avión.
Además, alteraciones cardiovasculares como arritmias, cardiomiopatías, hipertensión arterial y aterosclerosis, enfermedades pulmonares, enfermedad de Crohn o el uso de catéter venoso central también pueden aumentar el riesgo de trombosis.
Otras causas incluyen tratamientos con estrógenos, como anticonceptivos o terapia de reemplazo hormonal, o el uso de medicamentos que interfieren con la coagulación.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la trombosis debe ser realizado bajo la orientación del médico general, angiologista o cirujano vascular, con el objetivo de evitar la formación o detener el crecimiento de coágulos, o prevenir que los coágulos existentes se desprendan del vaso sanguíneo afectado y sean llevados a otras partes del cuerpo, provocando una embolia.
De esta manera, los principales tratamientos que el médico puede recomendar para la trombosis son:
1. Uso de medicamentos
Los principales medicamentos que pueden ser recetados para el tratamiento de la trombosis son:
- Anticoagulantes orales, como warfarina o rivaroxabán;
- Anticoagulantes inyectables, como heparina o enoxaparina;
- Antiagregantes plaquetarios, como ácido acetilsalicílico;
- Estatinas, como rosuvastatina, para reducir el colesterol y prevenir la recurrencia de trombosis venosa profunda.
Además, los medicamentos trombolíticos, como estreptoquinasa, alteplasa o tenecteplasa, pueden ser indicados en casos graves, siendo administrados en hospitales para el tratamiento de emergencia.
En algunos casos, puede ser necesario permanecer hospitalizado para ajustar las dosis de los medicamentos y realizar otros exámenes.
2. Cirugía
La cirugía para la trombosis tiene como objetivo remover el coágulo y restablecer la circulación sanguínea en el lugar, pudiendo realizarse a través de la trombólisis, que consiste en la introducción de un catéter en el vaso sanguíneo con medicamento para disolver el coágulo.
Otras técnicas quirúrgicas incluyen la trombectomía por aspiración percutánea y la angioplastia con balón.
3. Cuidados diarios
Después del período inicial, también se recomienda tomar ciertas precauciones, como evitar permanecer sentado con las piernas hacia abajo y usar siempre medias de compresión elástica, como las medias Kendall, ya que esto reduce el riesgo de formación de coágulos.
Cómo prevenir una trombosis
La prevención de la trombosis puede ser hecha a través de una alimentación sana, buena hidratación y práctica regular de actividad física. Esto hace con que la circulación sanguínea mejore, disminuya el proceso inflamatorio y evite la acumulación de placas de grasa en los vasos sanguíneos.
En las personas que tienen varices, problemas circulatorios o que permanecen mucho tiempo sentado o de pie en el trabajo o que están de reposo por un tiempo prolongado, se recomienda el uso de medias elásticas de compresión.
Lea también: Cómo disminuir el riesgo de trombosis después de una cirugía tuasaude.com/es/como-evitar-una-trombosisAdemás, en situaciones en las que es necesario permanecer inmóvil durante mucho tiempo, como en el caso de personas postradas en cama, se recomienda cambiar la posición de la persona regularmente, al menos cada 2 horas.
Asimismo, cuando se planea viajar, la persona debe levantarse cada hora y caminar un poco para facilitar la circulación sanguínea.
Vea otros consejos que pueden ayudar a mejorar su viaje:
10 Consejos para sobrevivir al viaje
02:50 | 25.740 visualizaçõesPosibles complicaciones
Las principales complicaciones de la trombosis son:
- Hipertensión pulmonar;
- Hemorragia intracraneal;
- Accidente cerebrovascular (ACV) o ataque isquémico transitorio (AIT);
- Infarto;
- Isquemia, gangrena y perforación intestinal.
Además, otra complicación es el síndrome postrombótico causado por la trombosis venosa profunda, cuando el tratamiento se realiza de manera inadecuada, lo que provoca dolor crónico o sensación de peso, hinchazón o calambres en la pierna que empeoran durante el ejercicio y mejoran en reposo.