Qué es:

La ecografía transvaginal o ultrasonido transvaginal es un examen de diagnóstico que utiliza un pequeño aparato que es introducido en la vagina y que produce ondas de sonido que después son transformadas por la computadora en imágenes. Esto permite visualizar los órganos internos como el útero, las trompas de falopio, los ovarios, el cuello del útero y la vagina.

A través de las imágenes producidas por este examen es posible diagnosticar diferentes problemas de la región pélvica como quistes, infecciones, embarazo ectópico, cáncer o confirmar y acompañar un embarazo durante el primer trimestre.

Este examen posee varias ventajas, debido a que no es doloroso, no emite radiación y produce imágenes nítidas y detalladas, es casi siempre uno de los primeros exámenes recomendados por el ginecólogo cuando es necesario evaluar la causa de alguna alteración en el sistema reproductor de la mujer o simplemente realizar exámenes de rutina.

Para qué sirve este examen

La ecografía transvaginal es realizada por el ginecólogo en diversas situaciones, que incluyen:

Examen de rutina, con el objetivo de evaluar la pared uterina, el endometrio, ovarios, vagina y la vejiga;
Identificar la posible causa de sangrado anormal, es decir, sin razón aparente;
Dolor pélvico o de vientre;
Evaluar la presencia de quistes, para colocar un DIU, detectar inflamaciones o infecciones;
Confirmar un embarazo o un embarazo ectópico;
Verificar el desarrollo fetal durante el primer trimestre del embarazo, debido a que el feto es muy pequeño para ser detectado por un ultrasonido abdominal. Vea en qué consiste un ultrasonido vaginal;
Monitorizar los latidos cardíacos del bebé;
Examinar la placenta.

Además, también puede ser solicitado para identificar las causas de sangrado vaginal durante el embarazo y los primeros signos de un posible aborto.

Cómo es la preparación

Generalmente no es necesaria una preparación específica, solo se recomienda que la mujer vista ropa cómoda. En caso de que la mujer esté menstruando o tenga sangrado fuera del período menstrual, y si el médico ha indicado el examen durante este período, solo se recomienda quitar el tampón, en caso lo esté utilizando.

Cómo se realiza el examen

El examen se realiza con la mujer acostada en una silla ginecológica y no requiere anestesia. Durante el examen, el médico introduce el dispositivo de ultrasonido, el cual está protegido con un condón y es lubricado para facilitar su entrada, manteniéndolo en el canal vaginal durante 10 a 15 minutos, pudiendo moverlo para obtener las imágenes que sean necesarias.

Posterior al examen, solo se indica que la mujer realice higiene íntima, pudiendo regresar a sus actividades diarias con normalidad. Vea otros exámenes que el ginecólogo puede indicar.

Dudas comunes sobre el ultrasonido transvaginal

A continuación, se aclaran las principales dudas relacionadas con la realización del examen de ultrasonido transvaginal:

1. ¿El ultrasonido transvaginal duele?

A pesar de ser un examen invasivo, este examen no duele, sin embargo algunas mujeres pueden sentir molestias y/o una ligera presión en el vientre o dentro de la vagina, pero no debe haber dolor. Si esto sucede, es importante informar al ginecólogo para que interrumpa el examen o adapte la técnica utilizada.

2. ¿Es necesario tener la vejiga llena?

Depende del propósito del examen. En algunos casos, para visualizar mejor los órganos pélvicos, el médico puede solicitar que la vejiga esté llena y, por lo tanto, puede pedirle a la mujer que beba unos 3 vasos de agua antes del examen.

3. ¿Es necesario depilarse antes del examen?

No es necesario realizarse una depilación íntima antes de la ecografía transvaginal, ya que la presencia de vello no interfiere en el examen.

4. ¿Todas las mujeres pueden realizarse el examen?

La ecografía transvaginal solo está indicada para mujeres que ya han tenido relaciones sexuales.

5. ¿Puede tener relaciones sexuales antes de realizarse un eco transvaginal?

No existe consenso sobre tener relaciones sexuales antes de la eco transvaginal, por esto es importante seguir las orientaciones del médico.