Qué es:
La vacuna pentavalente proporciona la inmunización activa contra la difteria, tétanos, tos ferina, poliomielitis inactivados tipos I, II y III y enfermedades causadas por Haemophilus influenzae del tipo B (HiB), que puede infectar inicialmente la nariz y la garganta y posteriormente diseminarse y producir meningitis. En algunos países como Argentina protege contra el virus de la hepatitis B, en vez de la poliomielitis, previniendo el surgimiento de estas enfermedades.
Esta vacuna fue creada con el objetivo de disminuir el número de inyecciones, por tener en su composición diversos antígenos en simultáneo que permiten prevenir diferentes enfermedades. La vacuna pentavalente debe ser administrada en niños a partir de los 2 meses de edad, hasta una edad máxima de 7 años.
La vacuna pentavalente puede ser aplicada de forma gratuita en las campañas de vacunación o en los centros de salud pública, dependiendo del país. Los efectos adversos que pueden surgir están relacionados a la aplicación de la vacuna, pudiendo haber enrojecimiento, inflamación y dolor local, los cuales mejoran después de pocos días.
Indicaciones de la vacuna pentavalente
La vacuna pentavalente está indicada en 4 dosis, a partir de los 2 meses de edad, siendo los refuerzos a los 4, 6 y 18 meses. La vacuna debe ser administrada por vía intramuscular, por un profesional de la salud, sin embargo, en caso de niños con tendencia a hemorragias, la aplicación puede ser subcutánea.
Esta vacuna debe ser aplicada incluso si el niño ha tenido difteria, tétanos, tos ferina o infección por Haemophilus influenzae, ya que estas enfermedades no producen inmunidad, de forma que el niño puede tener de nuevo la enfermedad en caso de que no sea vacunada.
En caso de que el día o días antes de la vacuna el niño haya tenido fiebre alta, se recomienda retrasar la vacunación, siendo indicado que se aplique cuando no haya más síntomas.
Posibles efectos secundarios
Los efectos secundarios de la vacuna pentavalente se consideran leves y pueden presentarse hasta 72 horas después de la aplicación de la vacuna, mejorando espontáneamente, siendo los más comunes dolor, enrojecimiento, inflamación y "endurecimiento" de la zona de aplicación. Para promover el alivio de esas reacciones, puede aplicarse una compresa fría en la zona en que se aplicó la vacuna y tomar un analgésico, en caso de que sea indicado por el médico.
Aunque con menos frecuencia, también pueden presentarse vómitos, diarrea y fiebre, alteraciones en los hábitos alimentarios, como rechazo a comer, somnolencia e irritabilidad, siendo importante informar al pediatra el acontecimiento de estos efectos. Vea más sobre los efectos adversos de las vacunas.
Contraindicaciones
La vacuna pentavalente no debe ser administrada en niños con edad superior a los 7 años que presenten hipersensibilidad a los componentes de la fórmula o que, después de la administración de la dosis anterior, hayan presentado fiebre superior a 39ºC dentro de las primeras 48 horas después de la vacunación, convulsiones hasta 72 horas luego de la administración de la vacuna, colapso circulatorio hasta 48 horas después de la administración de la vacuna o encefalopatía en los 7 días siguientes.