El vaginismo es una contracción involuntaria de los músculos del suelo pélvico de la mujer, que impide la penetración vaginal durante el contacto íntimo o la inserción de otros objetos, como un tampón o un espéculo vaginal, un instrumento que utiliza el ginecólogo durante los exámenes de rutina.
Esta condición es una de las posibles causas de dispareunia, que es el dolor durante la relación sexual, y puede estar asociada a factores físicos o psicológicos, como antecedentes de abuso sexual y dolor debido a otros problemas ginecológicos.
En caso de sospecha de vaginismo, se recomienda consultar a un ginecólogo. Su tratamiento puede involucrar el seguimiento con sesiones de psicoterapia, uso de dilatadores vaginales, ejercicios de Kegel y, en algunos casos, medicamentos específicos.
Principales síntomas
Los principales síntomas de vaginismo son:
- Miedo o ansiedad durante el contacto íntimo;
- Dolor en el momento de la penetración vaginal;
- Dificultad para insertar tampones, copas menstruales o anillos vaginales;
- Incomodidad excesiva durante exámenes ginecológicos;
- Dificultad o imposibilidad de penetración durante el contacto íntimo;
- Contracción y/o alejamiento de la pelvis en el momento de la penetración.
Los síntomas de vaginismo pueden variar de una mujer a otra y, debido a la incomodidad en el momento de la penetración, pueden resultar en una disminución del deseo de contacto íntimo, comportamientos para evitar la relación sexual, baja autoestima o ansiedad, por ejemplo.
Cómo se realiza el diagnóstico
El diagnóstico del vaginismo lo realiza el ginecólogo, basándose en los síntomas presentados y en un examen pélvico para evaluar la sensibilidad de la región de la vulva y descartar otras condiciones de salud que puedan estar causando dolor o incomodidad, como atrofia vaginal o infecciones.
Además, el médico normalmente también toma en cuenta el historial de salud de la persona, sus preocupaciones o creencias en torno al acto sexual y la presencia de eventos traumáticos para confirmar el diagnóstico de vaginismo.
Tipos de vaginismo
El vaginismo se puede clasificar en dos tipos principales según su causa, estos son:
- Vaginismo primario: en el que la mujer nunca ha experimentado penetración, ya sea mediante exámenes ginecológicos, uso de tampones o contacto íntimo,
- Vaginismo secundario: desencadenado por eventos traumáticos, como abuso sexual, parto, cirugía o menopausia, por ejemplo.
Es importante que la mujer sea examinada por el ginecólogo, quien podrá identificar el tipo de vaginismo e indicar el tratamiento más adecuado.
Qué puede causar vaginismo
Se cree que el vaginismo es causado por contracciones musculares involuntarias de los músculos de la pelvis debido a un estado de hipervigilancia. Aunque no se conoce exactamente su causa, parece estar relacionado con experiencias negativas asociadas a la penetración.
Además, el vaginismo parece ser más frecuente en casos de antecedentes de eventos dolorosos o traumáticos, como exámenes ginecológicos muy incómodos, dolor durante el contacto íntimo o abuso sexual, así como miedo, creencias o preocupaciones excesivas relacionadas con el acto sexual.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento del vaginismo debe realizarse bajo la orientación de un ginecólogo y varía según la causa, como se indica a continuación:
1. Terapia cognitivo conductual
La terapia cognitivo-conductual puede ayudar a la mujer con vaginismo a desarrollar estrategias para lidiar gradualmente con el dolor asociado a la penetración y reconstruir posibles creencias que puedan estar contribuyendo al miedo o la ansiedad relacionados con el acto sexual, por ejemplo.
Es bastante útil en los casos en que el vaginismo está asociado a traumas o estrés, pudiendo mejorar la calidad de vida, especialmente si se combina con otras opciones de tratamiento. Vea cómo se realiza la terapia cognitivo conductual.
2. Dilatadores vaginales
Los dilatadores vaginales son dispositivos con forma de tubo, que pueden ser indicados por el ginecólogo, para ayudar a estirar los músculos vaginales, haciéndolos más flexibles, aliviando las molestias durante el contacto íntimo.
Para insertar el dilatador vaginal, el ginecólogo debe recomendar el uso de una pomada anestésica para reducir las molestias al insertarse el dispositivo en la vagina.
3. Ejercicios de Kegel
Los ejercicios de Kegel pueden ser indicados por el médico para el vaginismo, ya que ayudan a trabajar los músculos del suelo pélvico y de la región íntima, reduciendo las contracciones involuntarias de los músculos vaginales para permitir la penetración.
Inicialmente, se debe instruir a la mujer para que conozca su anatomía íntima y cómo realizar los ejercicios de Kegel, pudiendo también recibir instrucciones sobre cómo utilizar el dilatador vaginal. Vea cómo hacer los ejercicios de Kegel.
4. Fisioterapia
La fisioterapia puede ser indicada por el médico y realizarse bajo la orientación del fisioterapeuta con ejercicios que ayuden a relajar la musculatura del suelo pélvico, con el fin de reducir los síntomas del vaginismo.
5. Uso de medicamentos
Aunque son menos recomendados, existen medicamentos que pueden ser indicados en caso de vaginismo, como antidepresivos orales y pomadas anestésicas, que deben ser utilizados solo bajo orientación médica.
Además, la aplicación de toxina botulínica A en la pelvis también se ha utilizado para tratar el vaginismo en algunos casos.