La vaginitis atrófica, también conocida como atrofia vaginal, es una inflamación que ocurre en el canal vaginal debido a la baja producción de estrógenos, dejando el revestimiento de la vagina más fino y seco, surgiendo algunos síntomas, como sequedad vaginal, picazón, irritación y dolor durante el contacto íntimo.
Este tipo de vaginitis es más común durante la menopausia, llamándose síndrome genitourinario de la menopausia. Sin embargo, otras situaciones que provocan la baja producción de estrógenos también pueden causar este problema, como el periodo posparto, amamantación, cirugía de extracción de ovarios o el uso de medicamentos para el tratamiento del cáncer, por ejemplo.
Lea también: 13 síntomas de la menopausia (con test online) tuasaude.com/es/sintomas-de-la-menopausiaEl tratamiento de la atrofia vaginal debe ser indicado por el ginecólogo y puede llegar a administrar estrógenos de uso tópico u oral para aliviar los síntomas y prevenir la ocurrencia de otras enfermedades, como infecciones vaginales o problemas urinarios.
Principales síntomas
Los síntomas de la vaginitis atrófica son:
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Sequedad vaginal;
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Sensación de ardor en la vagina;
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Picazón o irritación vaginal;
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Dolor o sangrado durante el contacto íntimo;
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Flujo vaginal líquido;
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Flujo amarillo con mal olor;
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Dolor o ardor al orinar;
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Ganas de orinar con frecuencia;
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Incontinencia urinaria;
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Sangre en la orina.
Además de eso, es normal que el pH vaginal también se encuentre más elevado de lo normal, pudiendo aumentar el riesgo de infecciones urinarias frecuentes o lesiones en el tejido vaginal. Conozca cómo identificar los síntomas de infección urinaria.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de vaginitis atrófica es realizado por un ginecólogo, analizando los síntomas y haciendo exámenes ginecológicos.
Además de eso, el médico puede solicitar algunos estudios como el papanicolaou, exámen de orina, los niveles hormonales, ultrasonido o análisis de pH vaginal.
Posibles causas
La vaginitis atrófica es causada por la baja producción de estrógenos, que es una hormona producida por los ovarios y es responsable de regular el ciclo menstrual, proteger la mucosa de la vagina y estimular la producción de secreciones vaginales.
Algunas situaciones que pueden causar la baja producción de estrógenos y como consecuencia la vaginitis atrófica son:
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Menopausia;
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Amamantación;
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Diabetes no controlada;
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Cirugía para extraer los ovarios:
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Falta de contacto íntimo:
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Estrés grave;
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Radioterapia pélvica;
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Quimioterapia;
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Enfermedades inmunológicas;
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Disfunción del hipotálamo;
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Tabaquismo.
Asimismo, la vaginitis atrófica puede también ocurrir en mujeres sometidas a tratamientos hormonales para el cáncer de mama, con la utilización de medicamentos como el tamoxifeno, anastrozol, letrozol, exemestano o fulvestranto, por ejemplo. Conozca también otros tipos de vaginitis y sus causas.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la vaginitis atrófica debe ser indicado por el ginecólogo que puede recomendar la aplicación de estrógenos tópicos en forma de crema o comprimidos vaginales, como el estradiol, estriol o promestrieno. En algunos casos, el médico puede recetar comprimidos vía oral o la aplicación de parches transdérmicos en la piel. Vea otros medicamentos para tratar la vaginitis.
Además de eso, para reducir el malestar durante el contacto íntimo, el médico puede indicar el uso de lubricantes vaginales.
En los casos de infección urinaria, puede ser recomendado por el médico la utilización de antibióticos para combatir las bacterias y analgésicos para aliviar el dolor o la molestia al orinar.
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