Las varices pélvicas, conocidas también como síndrome de congestión pélvica, son venas dilatadas que surgen principalmente en la mujer, afectando el útero, pero que también pueden afectar las trompas de Falopio o los ovarios. En el hombre, las varices más comunes son las que aparecen en los testículos, pero esta alteración generalmente es conocida como varicocele. Conozca más sobre los síntomas y tratamiento del varicocele.
Las varices pélvicas no tienen cura, pero los síntomas, si hubiera, pueden controlarse con medicamentos, y en algunos casos, cirugía. De esta forma, es importante consultar al ginecólogo, en caso de la mujer, o del urólogo en el caso del hombre, para saber cuál es el mejor abordaje terapéutico.
Posibles síntomas
Las varices pélvicas por lo general no causan ningún tipo de síntoma, sin embargo, algunas mujeres pueden presentar:
- Varices visibles en la región de la vagina, muslos o trasero;
- Dolor abdominal;
- Dolor durante el contacto íntimo;
- Sensación de peso en la zona íntima;
- Incontinencia urinaria;
- Aumento de la menstruación.
Los síntomas pueden mejorar cuando la mujer se encuentra sentada o acostada, ya que la sangre tiene más facilidad para volver al corazón, sin embargo, varias mujeres refieren un dolor que permanece.
Normalmente, el ginecólogo realiza el diagnóstico de las varices pélvicas a través de exámenes como ultrasonido doppler, tomografía abdominal o pélvica y angiorresonancia, por ejemplo.
Causas de las varices pélvicas
Las varices en la zona pélvica pueden surgir por factores genéticos, sin embargo, son más comunes después del embarazo, ya que el cuerpo necesita dilatar las venas en esa región para transportar toda la sangre necesaria para la gestación. Además, las hormonas producidas durante el embarazo también dilatan todas las venas del cuerpo de la mujer.
Dependiendo de la edad de la mujer, el riesgo de padecer varices pélvicas puede variar, ya que en mujeres ancianas las paredes de las venas son más frágiles y menos elásticas, teniendo más dificultad para regresar a su tamaño normal.
Cómo es el tratamiento
El tratamiento para las varices pélvicas normalmente se hacer cuando surge algún tipo de síntoma y se inicia con el uso de medicamentos orales, como el acetato de medroxiprogesterona, que ayudan a disminuir la dilatación de la venas.
Además, si los síntomas no mejoran o si fueran muy intensos, existe la posibilidad de hacer una embolización de las venas, que es un procedimiento que consiste en insertar un catéter muy fino por la vena hasta la zona de la varice, donde, después es liberada una sustancia que disminuye la varice y aumenta la fuerza de la pared de las venas.
Lea también: Embolización: qué es, para qué sirve y cómo se realiza tuasaude.com/es/embolizacionComo las mujeres con varices pélvicas tienen mayor riesgo de desarrollar varices en otras zonas del cuerpo, como en las piernas, el médico puede recomendar el uso de medias elásticas, por ejemplo.
¿Las varices pélvicas son peligrosas?
Las varices pélvicas normalmente no son peligrosas, sin embargo, existe un riesgo muy pequeño de formación de coágulos en el interior de estas venas, los cuales pueden ser transportados hasta el pulmón y causar una embolia pulmonar, una situación bastante grave que debe ser tratada lo más rápido posible en el hospital.
Conozca las causas y síntomas de la embolia pulmonar.
¿Es posible embarazarse con varices pélvicas?
La mujer con varices pélvicas normalmente no tienen ningún problema para embarazarse. Sin embargo, durante la gestación es posible que los síntomas se manifiesten o se hagan más intensos, debido al aumento de la dilatación causado por las hormonas del embarazo.