La ventilación no invasiva (VNI) es un método de asistencia respiratoria que se utiliza sin necesidad de intubación y puede estar indicado en el tratamiento de algunas enfermedades respiratorias, la apnea obstructiva del sueño y el edema pulmonar.
Este método generalmente utiliza un tipo de máscara o casco que se conecta a un dispositivo que suministra aire a las vías respiratorias, de acuerdo con la regulación realizada por el médico o fisioterapeuta respiratorio, lo que facilita la respiración.
Existen diferentes tipos de ventilación mecánica no invasiva, por lo que se recomienda consultar a un neumólogo o médico general para determinar cuál es el más adecuado para las condiciones de salud de cada persona.
Lea también: Ventilación mecánica: qué es, indicaciones, tipos y riesgos tuasaude.com/es/ventilacion-mecanica
Para qué sirve
La ventilación no invasiva se indica en el tratamiento de:
- Edema pulmonar causado por problemas cardíacos;
- Dificultad respiratoria en personas que han sufrido traumatismos en el tórax;
- Enfermedades respiratorias graves que aún no requieren intubación;
- Algunos casos de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC);
- Apnea obstructiva del sueño;
- Insuficiencia respiratoria debida a problemas neurológicos;
- Síndrome de distrés respiratorio agudo.
En estos casos, la ventilación no invasiva se utiliza para mejorar los intercambios gaseosos. El dispositivo aplica presión de aire que ayuda a abrir las vías respiratorias y facilita los movimientos de inhalación y exhalación, reduciendo el esfuerzo para respirar.
Este tipo de ventilación no requiere sedación y permite que la persona hable, coma y tosa durante el tratamiento, y en algunos casos, puede realizarse en casa según la recomendación del neumólogo o médico general.
Tipos de VNI
Los principales tipos de ventilación no invasiva son:
1. CPAP
El CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias) es un tipo de ventilación no invasiva en la cual el dispositivo suministra una cantidad de aire suficiente para mantener una presión continua en los pulmones, lo que ayuda a mantener las vías respiratorias abiertas durante la inhalación y exhalación.
Normalmente, este aparato puede emplearse en personas que tengan control sobre la respiración, pudiendo ser utilizado en personas con apnea del sueño, por ejemplo, pues permite que las vías respiratorias permanezcan abiertas todo el tiempo. Sepa cómo usar y los principales cuidados del CPAP.
2. BiPAP
El BiPAP (presión bifásica positiva) es un tipo de ventilación que permite alternar la intensidad de la presión aplicada en las vías respiratorias durante las fases de inspiración y exhalación, según lo regulado por el fisioterapeuta.
Además, la inyección de aire por el dispositivo puede ser activada por el esfuerzo respiratorio de la persona o, en algunos casos, de manera automática después de un tiempo determinado por el profesional, lo que evita que la persona deje de respirar.
3. PAV
La PAV, conocida como ventilación proporcional asistida, es un tipo de ventilación no invasiva que se adapta a las necesidades respiratorias de la persona. Por lo tanto, el flujo de aire, la frecuencia respiratoria y la presión aplicada en las vías respiratorias cambian según el esfuerzo de la persona para respirar.
4. VAPS
La VAPS, también llamada presión de soporte con volumen asegurado, es un tipo de ventilación no invasiva que inyecta una cantidad de aire en las vías aéreas que se ajusta de acuerdo con la necesidad de la persona y el flujo de aire definido por el médico o fisioterapeuta.
A pesar de poder ser utilizado en la ventilación no invasiva, este tipo de ventilación es más usada para controlar la respiración en personas que se encuentran intubadas.
5. Casco
La ventilación no invasiva con casco es una alternativa a la VNI realizada con mascarilla facial o nasal, y puede estar indicada en el tratamiento de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y en personas que no pueden utilizar la mascarilla, como en casos de traumatismo facial, por ejemplo.
Contraindicaciones de la VNI
La ventilación no invasiva está contraindicada en los casos donde la persona presenta algunas condiciones específicas, como por ejemplo: paro cardiorrespiratorio, coma, vómitos, neumotórax, postoperatorio quirúrgico, traumatismos o quemaduras en el rostro y obstrucción de las vías aéreas.
Asimismo, es necesario tener precaución al utilizar este método en mujeres embarazadas, en personas que estén recibiendo nutrición enteral por sonda y en individuos con obesidad mórbida, ansiedad, agitación o claustrofobia. Conozca qué es la claustrofobia.