Algunas vitaminas para el dolor de huesos y articulaciones son la vitamina D, C y K. No obstante, también existen algunos minerales, como el calcio y magnesio, así como suplementos, como la glucosamina y condroitina, que también están implicados en la salud de los huesos y de las articulaciones.
Es importante mencionar que todos estos nutrientes no van a quitar el dolor de los huesos y de las articulaciones, pero pueden ayudar a complementar el tratamiento indicado por el médico, ya sea a través de la ingesta de alimentos o de suplementos, en conjunto con una alimentación saludable y equilibrada.
No obstante, en caso se sufra de dolor de huesos y articulaciones, lo ideal es acudir un médico y/o nutricionista para que realicen una evaluación e indiquen, en caso sea necesario, la ingesta de algún suplemento nutricional.
Las principales vitaminas, minerales y suplementos para el dolor de huesos y articulaciones son:
1. Vitamina D
La vitamina D aumenta la absorción de calcio y fósforo en el instestino, minerales que son esenciales para su formación, además de facilitar la entrada de estos micronutrientes en los huesos para fortalecerlos. Por esto, esta vitamina puede prevenir y ayudar a mejorar condiciones como la osteomalacia y la osteoporosis.
Además, algunos estudios indican que personas con niveles bajos de vitamina D podrían sufrir de dolor en las articulaciones, sin embargo; aún no se tiene claro si su ingesta podría prevenir o mejorar el dolor articular en personas que no tienen deficiencia de esta vitamina, siendo necesario más estudios al respecto.
Cómo ingerir: esta vitamina puede obtenerse a través de la exposición de la piel a los rayos solares y de fuentes alimentarias, como el aceite de hígado de pescado, mariscos, leche y sus derivados. Además, también se puede tomar en forma de suplemento, cuya dosis debe ser indicada por el médico o nutricionista dependiendo del problema a tratar y según la edad. Vea cómo tomar el suplemento de vitamina D.
2. Vitamina K
La vitamina K participa en la producción de proteínas en el hueso, como la osteocalcina, la cual es fundamental para prevenir la debilidad de los huesos, pues estimula la fijación del calcio y previene el desarrollo de la osteoporosis.
Además, esta vitamina también es importante para el funcionamiento saludable de las proteínas del cartílago y el hueso, dos tejidos principales de las articulaciones que se ven afectados por la osteoartritis, una enfermedad que causa dolor en los huesos y articulaciones.
Cómo ingerir: la vitamina K puede ser ingerida a través de algunas fuentes de alimentos como perejil, col de bruselas, coliflor, lechuga y brócoli cocido, por ejemplo. En el caso de los suplementos, estos solo deben ser tomados bajo indicación del médico. Vea otros alimentos ricos en vitamina K.
3. Vitamina C
La vitamina C es fundamental para la formación de cartílagos, tendones y ligamentos, además de que tiene el potencial de acelerar la cura de una lesión ósea. Esto se debe a que la vitamina C es necesaria para la síntesis de colágeno, una proteína que le da estructura, soporte y fuerza a los huesos, tendones, ligamentos, músculos y piel.
Además, la vitamina C es un potente antioxidante que ayuda a combatir la inflamación en las articulaciones, por lo que podría ayudar a mejorar el dolor.
Cómo ingerir: la vitamina C puede ingerirse a través de algunos alimentos como las fresas, kiwi, brócoli, papaya, naranja y acerola, por ejemplo. Además, también puede conseguirse en forma de suplemento. Vea cómo tomar el suplemento de vitamina C.
4. Calcio
El calcio mantiene la salud ósea, siendo un mineral es fundamental para mantener los huesos fuertes, resistentes y sanos, previniendo situaciones como caídas, fracturas, osteopenia y osteoporosis, que son situaciones que pueden ocasionar dolor en los huesos.
Cómo ingerir: el calcio puede obtenerse a través de la ingesta de alimentos como el yogur, leche, quesos, mariscos, garbanzo, almendras, linaza, entre otros. Además, también puede consumirse en forma de suplemento, cuya dosis y tipo deberá ser indicado por el médico. Vea otras fuentes de calcio.
5. Magnesio
El magnesio es un mineral que esta implicado en el proceso de formación de hueso e influencia la actividad de las células que se encargan de la formación ósea, siendo importante para mantener la salud de los huesos.
Asimismo, algunos estudios científicos en animales parecen demostrar que el magnesio podría ayudar a disminuir el dolor en las articulaciones y reparar las lesiones en el cartílago, ejerciendo un efecto protector, sin embargo, son necesarios más estudios que lo comprueben.
Cómo ingerir: el magnesio puede ingerirse a través de los alimentos, debiendo incorporar en la dieta frijoles, lentejas, avena, germen de trigo, trigo integral, arroz integral, aguacate, plátano y kiwi, por ejemplo. Vea cuáles son los alimentos más ricos en magnesio.
Además, también puede consumirse en forma de suplemento, debiendo en estos casos ser indicado por un médico o nutricionista, pues su exceso puede causar algunas efectos secundarios como vómitos, náuseas o disminución de la presión arterial, por ejemplo.
6. Glucosamina con condroitina
La glucosamina es una sustancia natural que apoya el crecimiento, reparación y mantenimiento del cartílago. Además, también ejerce efecto antiinflamatorio disminuyendo la hinchazón en las articulaciones afectadas, ayudando a reducir el dolor en las articulaciones.
El sulfato de condroitina se encuentra naturalmente en el cartílago y se cree que lo protege de proteínas que lo destruyen. También puede ayudar a prevenir la formación de coágulos de sangre microscópicos, mejorando en el suministro de sangre a los tejidos de las articulaciones.
Cómo ingerir: la glucosamina con condroitina puede encontrarse en forma de suplemento, la dosis diaria que normalmente es recomendada por el médico es de 1500 mg de glucosamina y 1200 mg de condroitina. Vea cómo tomar el suplemento de glucosamina con condroitina.